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España

Rajoy no rectifica: realizará una campaña electoral basada en una sobredosis de logros económicos

Mariano Rajoy la noche de las últimas elecciones generales en el balcón de Génova junto a su mujer, Elvira Fernández y María Dolores de Cospedal

Observadores muy avezados advierten leves signos de cambios en el presidente del Gobierno. Tras el retroceso de las elecciones andaluzas, la reacción de Rajoy fue acorde con su personalidad. Aquí no ha pasado nada, vino a decir. Incluso se ha ganado un punto con relación a las europeas, añadió. Y también se ha vencido en algunas localidades de la costa. Un argumento que recuerdan las singulares excusas de Del Bosque ante el largo rosario de derrotas de la selección española. 

Esta semana, Rajoy ha modulado levemente su interpretación de los acontecimientos. Ha llegado incluso a asegurar que "los resultados no son los que esperábamos" y que "hay algunas cosas que se tienen que corregir". Por supuesto, no ha detallado de qué cosas se trata. Y surgen todo tipo de interpretaciones. Lo primero, la comunicación, que es un clásico. Luego vienen los mensajes ideológicos, la batalla de los principios, el liderazgo, la confrontación con las fuerzas emergentes, la proximidad a la calle. Y así sucesivamente.

Mejorar el futuro

No parece que el discurso de Rajoy pretendiera ir tan lejos. Su invocación a corregir algunas cosas iba más bien por el camino de 'ponerse las pilas', como le dijo a los miembros de su Ejecutiva. "Hay que hacer un esfuerzo para mejorar el futuro", añadió un par de días más tarde. Rajoy trata de movilizar al partido, ahora algo escéptico, enfadado y desnortado. Para eso ha convocado a la Junta Directiva Nacional a la vuelta de las vacaciones. El compromiso con la causa tiene que extenderse a todas las ramas de la formación.

Pero el mensaje de cara a los comicios no va a modificarse demasiado. Lo primero y lo importante seguirá siendo la recuperación económica, el básico de la casa. Moncloa desliza que las cifras de creación de empleo serán muy buenas los próximos tres meses, con lo que afectarán de lleno a la campaña de las municipales. Y también menudearán las noticias positivas, en líneas generales, a lo largo del presente año, hasta alcanzar las elecciones generales.

La ventura en el voto

Da por hecho el presidente del Gobierno que el domingo 24 de mayo no le saldrán las cosas demasiado bien para el PP. Todavía toca perder. Mucha gente quiere pasarle factura al Gobierno por su gestión, por los recortes, los ajustes, los tres años de dificultades y porque todavía no advierten que las cosas hayan cambiado. Pero Rajoy confía en salvar los muebles. La recuperación económica y la estabilidad política son valores absolutos y poderosos en tiempos que anuncian cambios importantes en el tablero político. Se ha apagado ya esa efervescencia del miedo al caos, que funcionaba en los primeros tiempos de PodemosAhora es Ciudadanos quien preocupa. De ahí que hacer hincapié en una gestión económica positiva, en un gobierno con experiencia, en la salida de la crisis puede atraer al votante con menos ganas de aventuras.

Muchas voces en el seno de la formación consideran que con el mensaje de la economía no basta. Que hacen falta más contenidos, que hay que ser más beligerantes y, también, que hay que acercarse más a la gente. Rajoy sigue en sus trece. Si se transmiten bien las noticias económicas, tanto de desempleo como de bajada de impuestos, todo lo demás vendrá por añadidura. Las urnas se llenan desde el bolsillo. El pragmatismo presidencial se impone.

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