Quantcast

España

Rajoy pretende evitar un debate monográfico sobre Bárcenas, disfrazando su comparecencia de "balance" sobre su gestión

Moncloa esperó a saber qué es lo que Luis Bárcenas declaraba ante el juez Pablo Ruz el lunes de la semana pasada para ceder a la petición de comparecencia en el Congreso, según admitieron fuentes próximas al ex presidente del Ejecutivo. Eso sí, Rajoy no quiere hacer de esa comparecencia un monográfico sobre las andanzas de su ex tesorero, de modo que quiere disfrazarlo de balance del curso y aprovechar para exponer "nuevos datos económicos" así como los proyectos gubernamentales de los próximos meses, con lo que el debate parlamentario sustituirá a la rueda de prensa de cierre de curso que implantó José Luis Rodríguez tras el último Consejo de Ministros antes de las vacaciones de verano. En todo caso, Rajoy tuvo que admitir ayer que su intención es también "aclarar dudas que legítimamente puedan tener muchísimos ciudadanos", dar "mi versión" y, en definitiva, explicar "algunos de los temas que preocupan al conjunto de la opinión pública" y de los que "soy plenamente consciente", el velada alusión al "caso Bárcenas".

Fuentes gubernamentales explicaron que "en ningún caso hubiera tenido sentido hacerlo antes", y que una vez seguros de que el ex tesorero no tiene más artillería contra el que fue su jefe de filas, se decidió dar el visto bueno a dicha comparecencia que se ha querido revestir de carácter voluntario, --a petición propia, dicen-- pero que no es más que el producto de la presión que le ha venido al presidente del Gobierno por tierra, mar y aire.

Todos los Grupos de la oposición --con el amago de la presentación de una moción de censura por parte de Alfredo Pérez Rubalcaba-- la prensa de nuestro país, pero también la extranjera, han forzado dicha comparecencia. De hecho, fue un periodista rumano el primero que interrogó ayer a Rajoy sobre si tenía previsto dar explicaciones por el caso Bárcenas, ante la cara de estupor del aludido que compartía rueda de prensa con el primer ministro de Rumanía, Víctor Ponta. Fue en ese momento cuando confirmó que acudirá al parlamento "entre finales de este mes y principios del siguiente", esto es, miércoles o jueves de la próxima semana, según fuentes parlamentarias.

La decisión de comparecencia estaba tomada la semana pasada y Rajoy se puso el domingo en contacto con el presidente del Congreso, Jesús Posada

Desde Moncloa aseguran que la decisión de comparecencia estaba tomada la semana pasada y fue el domingo cuando Rajoy se puso en contacto con el presidente del Congreso de los Diputados, Jesús Posada, para expresarle su deseo de comparecer.

El formato será igual al de los plenos para informar de los Consejos Europeos y desde la Cámara Baja ya señalan que Posada "será flexible" con los tiempos de la oposición. Arrancará el jefe del Ejecutivo, le seguirán los grupos parlamentarios de mayor a menor, salvo el Grupo Popular que será el último en intervenir, y se abrirá un turno de réplica y contrarréplica. En todo caso, los detalles de este pleno extraordinario, que se produce fuera del periodo de sesiones, se acordarán en una reunión de la mesa de la Diputación Permanente mañana miércoles.

La decisión de Moncloa de ir a una comparecencia parlamentaria, tal y como le había pedido toda la oposición, aparca la presentación de la moción de censura que había anunciado el líder socialista, Alfredo Pérez Rubalcaba, aunque tal y como recordó Rajoy este es un instrumento constitucional "que se puede presentar en cualquier momento", casi retando al secretario general del PSOE a que lo haga. De hecho, en el PP, grupo parlamentario y Gobierno se sopesó la posibilidad de dejar a Rubalcaba que siguiera adelante con una apuesta que, sin duda era arriesgada, y que diputados populares llegaron a calificar de "tiro en el pie" y, cuando no, directamente, de "suicidio".

Ya no se pueden votar ni publicar comentarios en este artículo.