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España

Rajoy diagnostica un “auténtico vuelco” en la economía por la mayor confianza de los inversores internacionales

Rajoy prepara sus papeles junto a los ministros Sáenz de Santamaría y Gallardón

El Gobierno no cambiará un ápice su política económica. Así lo ha advertido esta mañana en el Congreso Mariano Rajoy, donde ha diagnosticado un “auténtico vuelco” en la situación, proporcionado por la reducción del déficit, la rebaja de los intereses de la deuda y, sobre todo, la recuperación de la confianza en España por parte de los inversores internacionales. No hay espacio, pues, para tejer un pacto de alcance nacional con el PSOE.

El presidente ha tapado los huecos a cualquier alternativa de política económica, sobre todo a la que se está ofreciendo de forma deslavazada desde el Partido Socialista. Mariano Rajoy cree que en España se ha abierto “un  nuevo escenario” que posibilita combatir los desequilibrios “con mayor holgura”, gracias a la ampliación de los plazos decidida por Bruselas para reducir el déficit. Ello ha supuesto un ahorro que el propio Rajoy ha cifrado en 18.900 millones de euros este año o, en otras palabras, que el Gobierno podrá sortear nuevos recortes por este importe que, a juicio del presidente, “hubieran sido insoportables”.

Hace un año, ha dicho, España estuvo “al borde de la quiebra” y de “ser intervenida”. “Ya nadie me pregunta si vamos a pedir un rescate”, ha comentado el presidente, “porque ya no se duda de España”. El sistema financiero que Zapatero calificó “como el mejor del mundo”, ha añadido, “estuvo a punto de tumbarnos sobre la lona”. En nueve meses, la prima de riesgo se ha reducido desde los 638 puntos hasta el entorno de los 280, evolución que permitirá un ahorro de 1.000 millones de euros en los intereses de la deuda, el capítulo más abultado de los Presupuestos después de las pensiones.

El presidente ve también el vuelco económico en las necesidades de financiación exterior. De tomar el 10% del PIB se ha pasado a devolver la deuda hasta el punto de haberse generado una capacidad de financiación con el exterior que se acerca a los 20.000 millones de euros. Todo se ha dado la vuelta en algo que desde Moncloa se considera un logro “histórico”.

Los cimientos de la recuperación, ha abundado el presidente, “se refuerzan cada día”, después de un ajuste de 22.000 millones de euros en 2012 y de conseguir que Bruselas acepte que el de este año se quede en poco más de 7.000 millones. Rajoy ha reconocido que la subida de impuestos está teniendo efectos negativos sobre el crecimiento, pero la prioridad absoluta, ha insistido, es la reducción del déficit. Si el Gobierno hubiera cedido a los atajos, ni la prima de riesgo estaría hoy como está, ni la rentabilidad del bono a 10 años en el 4%, ni las empresas podrían volver a emitir bonos para financiarse en los mercados internacionales, ha argumentado. Gracias a esta política, España se ha librado de una experiencia como la de Grecia.

El Gobierno tiene en el norte de toda su política económica la reducción del paro, ha concluido el presidente, pero “no existe ninguna medida que obre milagros de hoy para mañana”. Por esta razón, el Ejecutivo “ni va a variar el rumbo ni va a dar bandazos”. “Vacilaciones, ni una”, ha agregado, porque “España está en una situación nueva y más sólida” que permite vaticinar que saldrá de la recesión en 2014. El pacto de Estado con el PSOE para modificar la estrategia económica, pues, tendrá que esperar.

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