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España

Rajoy saca pecho por haber alejado a España de la amenaza del rescate

“En política, las herencias no se reciben a beneficio de inventario”, ha dicho Rajoy: 30.000 millones de déficit debajo de las alfombras, casi cinco millones de parados, estrangulamiento financiero, alto endeudamiento exterior… El Gobierno del PP heredó, ha recordado el presidente, una “bomba de relojería” que no se podía desactivar “a martillazos”, con el país al borde “de la suspensión de pagos”. Desde esta premisa, ha defendido los ajustes de gasto realizados el año pasado, que han conseguido dejar el déficit por debajo del 7%, y  también el aumento de impuestos, que ha aportado 11.200 millones extra a las arcas de Hacienda gracias al IRPF, al IVA y a Sociedades. No había otro camino para evitar “el naufragio” y gracias a él, ha argumentado, se ha cambiado el rumbo como lo demuestra la reducción del déficit, la mejora de la balanza comercial o la mayor estabilidad en el sector financiero.

Rajoy no ha ocultado la gravedad de la coyuntura económica, “terriblemente dura”, ha precisado, tampoco ha esquivado “el drama” del paro, de hecho lo ha asomado a la introducción de su discurso, pero ha sacado pecho por haber alejado a España de la amenaza del rescate, por haber “evitado la inminencia del desastre”, un “agujero” que, de haber caído en él, habría obligado a los españoles a sufrir “renuncias y estrecheces permanentes”, como se ha demostrado en Grecia o en Portugal. Este es el principal pasaporte con el que Rajoy ha concurrido a su primer debate de la nación como presidente.

Esta llave le ha servido también para justificar el olvido de algunos de sus compromisos electorales ya que ha tenido que cumplir su “deber como presidente del Gobierno”. El primer incumplimiento ha descansado en el aumento de impuestos, pero ha advertido que “si las circunstancias lo permiten” los rebajará antes de que acabe la legislatura. Pese a todo, ha acentuado que en la senda de los recortes no se han tocado ni las pensiones ni las prestaciones por desempleo, líneas rojas que espera mantener si el año que viene mejora la coyuntura, un horizonte que no incluye “ni brotes verdes”, ni “nubes pasajeras”, ni “anticipos primaverales”.

En un intento de desmontar el discurso que esta tarde puede entonar Alfredo Pérez Rubalcaba, Rajoy ha advertido también que no hay espacio “para la relajación” y que va a imponer a su Gobierno “una tensión permanente” ya que “esto no ha hecho más que empezar” y el gran objetivo de la legislatura, que es la creación de empleo, “es todavía largo y difícil”.

Rajoy ha defendido también la reforma laboral, la energética, la educativa…y se ha comprometido a “no cometer errores” en el saneamiento económico, pues “España ha perdido ya bastante tiempo por hacer las cosas a salto de mata”. “Ni los bandazos, ni la imprudencia, ni la impaciencia figuran en mi programa”, una vez que “el barco no se ha hundido”, ha sentenciado.

(En @voz_populi seguimos en directo el debate del estado de la nación)

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