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España

Un anónimo pone contra las cuerdas a Botella y su equipo en el caso Madrid Arena

Medio centenar de páginas enviadas por un persona anónima al juez que instruye el caso Madrid Arena, Eduardo López Palop, amenazan con enterrar la versión consistorial que parte de la premisa de que el ayuntamiento no tiene ninguna culpa en la tragedia que acabó con la vida de cuatro jóvenes y una menor de edad en la madrugada del pasado 1 de noviembre. El sobre remitido al magistrado contiene numerosos informes técnicos municipales que prueban cómo el Consistorio persiguió sin éxito entre 2007 y 2010 la obtención de la licencia de funcionamiento del recinto situado en la Casa de Campo. El equipo de Ana Botella sostiene desde la tragedia que el Madrid Arena no necesita “licencia de ningún tipo” para funcionar, versión que choca con los documentos que maneja ahora el magistrado López Palop.

El enigmático informante asegura en su misiva que hace llegar la documentación "por cuestiones religiosas, de ética y moral"

Los motivos del enigmático informante se explican en el arranque: “Por cuestiones religiosas, de ética y moral, y de forma anónima, se aporta el presente informe y documentación adicional con el objeto de colaborar en la depuración de responsabilidades”. El escrito, de estilo directo, abunda en la insistencia del Palacio de Cibeles por obtener la licencia de funcionamiento para el pabellón en el periodo descrito, algo que el emisor apoya con una carta enviada por la policía a la Comunidad de Madrid en 2007 y por cuatro  solicitudes (todas rechazadas) de la sociedad municipal Madrid Espacios y Congresos (MEyC), gestora del Madrid Arena. Así, se aporta otro documento que revela que otro edificio también gestionado por MEyC sí cuenta con licencia de actividad. Finalmente, el autor carga contra los informes colgados por el Ayuntamiento sobre el caso en su página web. Todas las páginas vienen enumeradas cronológicamente.

La cuestión de las licencias que necesita el Madrid Arena es confusa y ha contribuido a obstaculizar la comprensión del caso en la comisión de investigación, perdida en una serie de disertaciones técnicas formuladas por el equipo de Gobierno y la oposición. El ayuntamiento defendió por boca del vicealcalde, Miguel Ángel Villanueva, de la coordinadora general de la Oficina de Planificación Urbana, Beatriz Lobón, y de otros altos cargos que el pabellón no necesita “licencia urbanística de ningún tipo” al no estar sujeto a las normas del Código Técnico de la Edificación, ya que el Madrid Arena se construyó antes de que éste entrara en vigor. PSOE, UPyD e IU, la acusación y hasta dos sindicatos (el SUP, policial, y CITAM, de empleados municipales) responden que el equipo local confunde las licencias urbanísticas con las de actividad y funcionamiento, y le acusan de cometer negligencia.

Críticas a seis arquitectos municipales

Esta es la línea que sigue el anónimo, refrendado por los documentos que el juez ha aceptado. “En noviembre de 2007, la Comunidad de Madrid y los servicios técnicos del Ayuntamiento (…) están en conocimiento de que el edificio se encuentra sin licencias (actividad y funcionamiento) y que en el mismo se ejercen actividades de forma absolutamente ilegal”, empieza el texto, que incluye una serie de notas acompañando a cada informe. Después, en enero de 2008 finaliza “el primer procedimiento de solicitud de licencia”; en noviembre de 2009 concluye el segundo; en febrero de 2010 se admite, “toda vez que es inviable su tramitación por carecer de licencia de actividad previa”; y en abril de 2010 se llega al último intento. La lista de solicitudes va sucedida de otro informe que denuncia los problemas de seguridad en el Madrid Arena. Continuamente se dan los nombres y apellidos de los funcionarios firmantes de cada negativa. A seis arquitectos municipales los acusa de “negligentes e incompetentes en la materia”.

En la misiva se acusa al consistorio de realizar "un acto de tapadera política", de "eludir su responsabilidad" y de "continuada dejación de funciones”

“El Ayuntamiento de Madrid, es verdad, no precisa de licencia urbanística para los proyectos de edificación y urbanización; pero lo que no dice es que sí necesita licencia para el ejercicio de la actividad. Una cosa es la construcción y otra el funcionamiento de actividades, sobre todo actividades sometidas a la normativa sectorial, como lo son las actividades normativas y de espectáculos”, valora el anónimo en una de las escasas notas que introduce. “Tomemos el ejemplo del Edificio Apot”, continúa la fuente, “cuyo titular es el mismo que el del Pabellón Madrid Arena, la mercantil Espacios y Congreso. Dispone de licencia de actividad para oficinas”. Esta afirmación viene avalada por un documento municipal que así lo prueba.

El emisario desconocido critica la justificación de que la vigencia del Código Técnico de Edificación no compete al Madrid Arena al levantarse éste antes de su aprobación. “Esto solo sería cierto si el edificio tuviera la licencia de actividad y funcionamiento, que no la tiene”. “Los firmantes intentan, en un acto de tapadera política, eludir su responsabilidad y su continuada dejación de funciones”, reza otro pasaje. “Siguen sin decir claramente que no existe licencia en el edificio e intentan ocultar los informes de los ingenieros municipales”. En otro párrafo, el anónimo critica el cálculo del aforo que hace el Ayuntamiento cargando contra su redactor, el arquitecto Javier Martínez de Miguel, a quien achaca no ser técnico municipal ni pertenecer “a ningún departamento”. Tras una serie de discrepancias estrictamente técnicas, el autor niega la versión municipal (10.620 personas) y aporta otra cifra: 21.240.  

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