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España

Botella reúne urgentemente a su equipo para encarar el precario futuro del Ayuntamiento

Botella, junto a Ignacio González, el Rey, el Príncipe, Cardenal y Blanco, el miércoles en la Zarzuela.

Este miércoles 11 de septiembre a primera hora de la mañana una decena de coches oficiales permanecían estacionados en el aparcamiento situado bajo la plaza de la Villa de Madrid, la otrora sede del Ayuntamiento de la capital que Gallardón, en un arrebato de grandeza que le salió a los madrileños por más de 500 millones de euros, decidió trasladar al impresionante Palacio de las Telecomunicaciones de Cibeles. Y en la Sala Cisneros del Palacio de la Villa, lugar donde se celebran las comisiones municipales, ha tenido lugar un importante cónclave presidido por la alcaldesa Ana Botella e integrado por su equipo de confianza.

La regidora ha convocado a sus principales espadas, su íntima Concepción Dancausa (delegada de Economía), Enrique Núñez (Seguridad y Emergencias), Paz González (Urbanismo), Pedro Corral (Las Artes), Diego Sanjuanbenito (Medio Ambiente)… Una reunión aparentemente normal, pero en el fondo crucial, porque ha sido el primer encuentro del Ejecutivo local tras el mazazo olímpico de Buenos Aires y porque lo que había sobre la mesa era un Ayuntamiento de Madrid en liquidación, con una deuda impagable que avanza inexorable hacia los 8.000 millones de euros.

Quedan menos de dos años para las elecciones municipales, y Botella se encuentra sola: no solo nadie en el PP da un duro por ella en 2015, sino que la alcaldesa no ha encontrado ningún apoyo dentro del partido, ningún peso pesado que saliera en los últimos días en su defensa. Más dolorosa que la derrota bonaerense ha sido la chufla hacia su inseguridad y su inglés exprimida en las redes sociales. En la reunión mañanera se ha abordado, de hecho, el desayuno informativo al que acudirá mañana, el primero tras perder los Juegos Olímpicos de 2020.

Nueva etapa

Un desayuno convocado antes de viajar a Argentina: donde se esperaba una Botella triunfal, se espera ahora a una Botella a la que se exige dar la cara, es decir, una explicación del naufragio ante Tokio (y Estambul) y del devenir que le aguarda a un Ayuntamiento que paga un millón al día en intereses por la deuda, que se ha gastado una fortuna con tres candidaturas olímpicas en diez años y que debe todavía más de tres cuartas partes de las infraestructuras construidas para el evento que nunca le fue concedido a Madrid. En la reunión de concejales se ha tratado, por supuesto, cuál es la mejor estrategia para el jueves.

“En el fondo, parece que Botella tiene la culpa de todo y no es así”, destaca un portavoz de la oposición. “Vuela la idea de que hemos perdido los Juegos Olímpicos por su incompetencia, cuando hay muchos otros responsables del fracaso, como Alberto Ruiz-Gallardón. Botella heredó un Consistorio que empezaba a caerse a cachos”. Tras el Madrid Arena y la ausencia de Juegos, comienza una nueva etapa en el Ayuntamiento. 

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