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España

La confesión de Bárcenas endosa a Mariano Rajoy tráfico de influencias, encubrimiento y blanqueo

Cientos de documentos informatizados y un testimonio demoledor. La declaración de ayer de Luis Bárcenas ante el titular del Juzgado Central de Instrucción número 5, Pablo Ruz, tuvo un damnificado claro, aunque no único: el presidente del PP y actual jefe del Gobierno, Mariano Rajoy. De poder demostrar el extesorero todas las acusaciones que lanzó ayer contra el líder de su partido, éste puede ser acusado de una larga lista de delitos que van desde el tráfico de influencias al de blanqueo de capitales, pasando por el encubrimiento y la obstrucción a la Justicia, según varios de los abogados personas en la causa. Eso sí, siempre que el exsenador puede pasar de las simples palabras a las pruebas bien documentadas y solventes. Otros tres dirigentes de Génova 13 salieron también malparados de la jornada de ayer: María Dolores de CospedalJavier Arenas y Federico Trillo.

El hecho de que las cantidades recibidas supuestamente por el líder del PP como sobresueldos no superasen los 120.000 euros anuales descarta el delito fiscal

En concreto, Bárcenas declaró ayer de manera contundente que el sistema utilizado por su partido para financiarse presuntamente de manera irregular funcionaba desde abril de 1990, cuando el que fuera tesorero del PP y primer imputado en una caso de corrupción, Rosendo Naseiro, le entregó los 8 millones de pesetas (48.000 euros) que aparecen como primera anotación en los apuntes contables que ayer validó con su declaración. A partir de ese momento, el exsenador aseguró que todos los presidentes, secretarios generales y vicesecretarios no sólo estaban al tanto de la existencia de esta contabilidad opaca sino que también cobraron supuestamente sobresueldos procedentes de ella. Entre ellos, Rajoy y De Cospedal, que en 2010 recibieron cada uno sendos sobres con sus nombres y en sus despachos con 25.000 euros en billetes de 500 en su interior. En 2009 supuestamente también hubo otra entrega de 20.000 euros a cada uno, aunque el hecho de que ninguna de estas entregas anuales superase los 120.000 euros descarta la amenaza del delito fiscal para ambos.

¿De donde procedía ese dinero? Supuestamente del pago de donaciones de constructores que, pese a contratar con la Administración, aportaban bajo cuerda dinero al PP en cantidades que, además, a veces superaban con mucho el máximo legal de los 60.000 euros (luego elevado a 100.000). Bárcenas apoyó esta afirmación con los centenares de documentos informáticos contenidos en un pendrive, los célebres discos duros que comentaban desde su entorno, que ha entregado al juez y que consta de un código de seguridad cifrado cuya clave se ha comprometido a entregar a través de su abogado en breve. Con esta documentación no sólo intenta demostrar el supuesto origen ilegal del dinero que surtía las arcas del partido para cubrir muchas veces gastos electorales por encima del máximo legal permitido ("Vosotros nos ayudáis con las campañas y nosotros con los contratos", aseguró que era el lema), sino también aportar indicios sobre la supuesta comisión de un delito de tráfico de influencias por parte de Rajoy y otros dirigentes.

Lapuerta y su "sin ningún compromiso"

Y es que Bárcenas detalló ayer que una vez que recibían el dinero en metálico de los constructores (casi siempre en Genova 13 aunque en ocasiones excepcionales era en comidas a las que asistía él y Álvaro Lapuerta, su octogenario compañero al frente de las finanzas del PP y también imputado), éste último llamaba al Ministerio, al gobierno regional o al ayuntamiento del que supuestamente el empresario quería recibir la concesión de una obra para que recibieran a éste. Aunque, eso sí, el tesorero añadía siempre la coletilla de "sin ningún compromiso". Todo ello, apuntó el extesorero, con pleno conocimiento de Rajoy y la cúpula del partido, que "estaban al tanto" de todo. Algunas fuentes jurídicas añaden que ello alcanzaría la calificación de prevaricación en aquellos casos que se hubieran producido cuando el ahora presidente ocupaba los cargos de ministro y vicepresidente de los Gobiernos de José María Aznar. Unos graves delitos que necesitarán algo más que las palabras del extesorero para que el juez los tenga en cuenta para iniciar una investigación sobre ellos.

Fuentes jurídicas califican las supuestas amenazas y presiones recibidas por Bárcenas estas últimas semanas como un delito de encubrimiento y obstrucción a la Justicia 

Además, durante los años que se permitieron las donaciones anónimas (hasta 2007), parte de esas donaciones irregulares por su origen o por la cantidad, eran supuestamente 'blanqueadas' fraccionándolas en cantidades inferiores a los 60.000 euros para, de este modo, poder ser ingresadas en la cuenta del partido. "De este modo, el dinero entraba en el circuito legal y el partido lo podía utilizar en pagos absolutamente transparentes. Un blanqueo de libro", resaltan fuentes jurídicas. Este hecho ya había sido apuntado en algún informe de la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF) de la Policía, pero ayer la documentación entregada por el extesorero al juez Ruz, entre ella los documentos de los ingresos en el banco, le confieren ahora una especial firmeza para demostrar el supuesto delito de lavado. Quedaría por demostrar quién ordenaba actuar así y, sobre todo, qué dirigentes estaban al tanto de las oscura maniobra además de los tesoreros.

El delito de encubrimiento -y, tal vez, de obtrucción a la Justicia, que señala uno de los abogados consultados- vendría justificado por el supuesto conocimiento que Rajoy tuvo de las maniobras de presión que el extesorero asegura haber recibido en las últimas semanas para evitar que tirase de la manta. En concreto, Bárcenas detalló un supuesto contacto con un abogado próximo al partido y, más en concreto, a De Cospedal, que le ofreció poco antes de que el juez declarase su ingreso en prisión un pacto: recibiría 500.000 euros si les ayudaba a preparar las declaraciones sobre los empresarios imputados por los supuestos pagos en B a cambio de contratos públicos. Además Bárcenas debería elaborar unos nuevos apuntes manuscritos que sirvieran a echar por tierra los documentos publicados por El País y El Mundo. Siempre según su versión de ayer ante el juez, estas supuestas maniobras de presión se prolongaron hasta el pasado fin de semana, cuando Bárcenas recibió en la cárcel de Soto del Real la visita de un abogado, que no ha querido identificar, que supuestamente le amenazó con enviar a su mujer a prisión si decidía finalmente hablar.

Las otras 'víctimas' 

Sobre los otros dirigentes 'afectados' por su declaración, la peor parada es la actual número 2 del partido y presidenta de Castilla-La Mancha, María Dolores de Cospedal. Convertida en su bestia negra dentro de Génova 13, Bárcenas no ha dudado en lanzar auténticos bombas contra su persona, y no sólo el del supuesto cobro de cantidades de dinero negro en billetes de 500 euros y en sobres en los años 2008, 2009 y 2010. En el caso de la secretaria general del PP, el extesorero ha puesto sobre la mesa un recibí firmado por el gerente de la formación en esta comunidad autónoma de la entrega de una supuesta donación ilegal de 200.000 euros a cambio de la contrata de limpieza en la ciudad de Toledo para una filial de la compañía Sacyr, cuyo expresidente, Luis del Rivero, está imputado en la causa.

Bárcenas evitó durante toda su declaración identificar a José María Aznar como uno de los presuntos receptores de sobresueldos irregulares

Los otros dos grandes afectados son Javier Arenas y Federico Trillo. Al primero le sitúa con pleno conocimiento de gran parte de las graves irregularidades que presuntamente se produjeron en los últimos años dentro del partido en su condición de secretario general e, incluso, su participación directa en algunos episodios concretos. De Trillo, que fue el responsable en la sombra de dirigir la defensa de los imputados del PP en la trama Gürtel tras estallar el caso, el extesorero ha señalado dos hechos. El primero, el presunto cobró de una compensación económica mensual cuando abandonó la presidencia del Congreso para hacerse cargo del Ministerio de Defensa porque "perdía dinero". El extesorero ha detallado que Lapuerta se negaba a ello, pero que finalmente él realizó los pagos por indicaciones de la dirección del partido. La segunda, ya como máximo responsable del Ejército, el supuesto desvío de dinero de la caja B para el pago de las defensa de los imputados del accidente del Yak-42, el mayor escándalo de su mandato al frente del departamento.

Otros destacados dirigentes del partido también han salido mencionados. De hecho, el extesorero ha detallado qué personas había detrás de las iniciales y abreviaturas de sus apuntes contables. Así,"Paco A.C." era supuestamente Francisco Álvarez Cascos, que también aparece en los papeles como "Paco". "Pedro" es Pedro Arriola, el sociólogo de 'cabecera' de partido y marido de la diputado Celia Villalobos. "Jaime I" es Jaime Ignacio del Burgo, quien ya ha declarado como testigo en la causa y que fue la persona que señaló a José María Aznar como la persona que autorizó de modo directo un sobresueldo a un dirigente navarro del partido. "Cobo" es Manuel Cobo del Rosal, el abogado de Rosendo Naseiro. "Elvira" es la exministra Elvira Rodríguez, la actual presidenta de la CNMV... Curiosamente, el extesorero dudó al señalar quién estaba detrás de las siglas "JM". No supo concretar si era José María Aznar (al que anteriormente había acusado sin mencionarle al asegurar que todos los dirigentes desde 1990 conocían la supuesta financiación ilegal del partido) o Jaime Mayor Oreja. El expresidente del Gobierno parece, hasta ahora, a salvo de los 'misiles' del hombre màs odiado en Génova 13.

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