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El fiscal alerta de que la 'guerra de comisarios' pone de nuevo en serio peligro el 'caso del Pequeño Nicolás'

El comisario Villarejo, en una imagen de archivo.

La 'guerra de comisarios' amenaza la investigación del 'caso del Pequeño Nicolás'. Eso es, al menos, lo que piensa el fiscal Alfonso San Román, quien acaba de remitir un escrito al titular del Juzgado de Instrucción número 2 de Madrid, Arturo Zamarriego, para que aparte inmediatamente de la investigación a los dos agentes que dirigen las pesquisas, el comisario Marcelino Martín-Blas y el inspector Rubén López. De no hacerlo, considera que existe un elevado riesgo de que se produzca "la nulidad de las actuaciones". El representante del Ministerio Público cree que ambos agentes y, sobre todo, el primero han convertido la investigación de la grabación ilegal de una reunión que mantuvieron integrantes del CNI y policías en una venganza contra otros altos mandos, entre ellos el polémico comisario José Villarejo, ya imputado en el procedimiento. Con ésta, ya son tres veces desde finales de junio las que el fiscal solicita el relevo del equipo investigador al considerar que no son "imparciales". El magistrado aún no se ha pronunciado.

El fiscal se muestra convencido de que si no se aparta al comisario Martín Blas de la investigación "podría producirse la nulidad de las actuaciones"

En este último escrito, que entró en el juzgado el pasado jueves y al que ha tenido acceso Vozpópuli, la Fiscalía recuerda, precisamente, que la medida de apartar a los dos agentes ya ha sido solicitado con anterioridad. Su principal argumento para ello sigue siendo el mismo que esgrimió entonces: que el comisario Martín-Blas y el inspector Rubén López se encontraban entre los asistentes a la reunión que fue grabada ilegalmente "y cuyo contenido fue difundido por varios medios de comunicación". Un detalle que, en opinión del Ministerio Público, impide que ambos mandos tengan "la debida apariencia de imparcialidad exigible a todos los funcionarios intervinientes en un proceso penal". "Este hecho [la grabación] constituye un delito de descubrimiento y revelación de secretos cuyos perjudicados son los dos funcionarios" junto al resto de personas presentes en el encuentro, por lo que considera a ambos policías víctimas del mismo. "Los perjudicados por un delito no pueden ser, a su vez, los investigadores del mismo delito porque existe la posibilidad de que actúen en su propio interés", recalca el escrito. 

A continuación, el fiscal recuerda el supuesto incidente registrado en los pasillos de los Juzgados y que fue denunciado por Francisco Nicolás Gómez Iglesias, el 'Pequeño Nicolás'. Éste acusó al inspector Rubén López de abordarle sin la presencia de su abogado para recomendarle que reconociera su culpabilidad en los hechos por los que está imputado a cambio de "un acuerdo muy favorable" con la Fiscalía. El representante del Ministerio Público da por cierto en su último escrito dicho suceso y califica dicha conversación de "improcedente" y de un argumento más para retirar a este agente, junto a su jefe, el comisario Martín-Blas, de la investigación.

La enemistad y el cese

Sin embargo, la mayor parte del escrito se centra en la 'guerra de comisarios', aunque no la cita expresamente. Así, señala que "varios testigos" y el propio comisario Villarejo han declarado que existe una "enemistad" entre este último y su compañero Martín-Blas. En este sentido, recuerda que este último fue cesado de su cargo de jefe de la Unidad de Asuntos Interior "cuando estaba investigando este caso" y que en el amplio informe que presentó en mayo, y en el que solicitaba la imputación de Villarejo y otras 14 personas entre policías y periodistas, encuadraba dicha destitución "en una supuesta protección por la DAO [Dirección Adjunta Operativa de la Policía, que entonces dirigía el hoy jubilado comisario Eugenio Pino] al comisario señor Villarejo". El fiscal incide que Martín-Blas "relaciona su destitución con su investigación sobre el comisario señor Villarejo llevaba a cabo en estas actuaciones", por lo que apunta que "pudiera existir enemistad del primero respecto al segundo".

El fiscal considera que los dos policías del 'caso Nicolay' se han "extralimitado" y han extendido las pesquisas a otros hechos "que nada tienen que ver con esta investigación"

El escrito enlaza este hecho con una supuesta "extralimitación en la investigación" por parte de los dos agentes a los que quiere apartar de la causa y que se traduce en el "desbordamiento del objeto del procedimiento" que, en opinión del Fiscal, debe ser únicamente "el hecho de la grabación". Sin embargo, considera que el célebre informe de mayo del comisario Martín-Blas va mucho más allá de ese suceso concreto. En este sentido destaca que dedica 50 folios del mismo a "la protección de la DAO al comisario Villarejo" y otros 15 más al cese de otro alto mando policial, el comisario Jaime Barrado, "hecho que nada tiene que ver con esta investigación". Una circunstancia que el Ministerio Público considera inaceptable "salvo que se pretende que la investigación se dirige (sic) contra determinadas personas y no sobre hechos concretos, lo que no está permitido por nuestro ordenamiento jurídico".

De hecho, el escrito continúa recordando que si "hay indicios de la comisión de otros delitos deberá formarse nueva causa" que debería ser instruida por un magistrado diferente al del 'caso Nicolay'. "Lo que no es procesalmente admisible es que una pieza separada, con un objeto muy concreto, relacionada con la causa principal, acoja todo tipo de investigaciones de hechos ajenos a las actuaciones principales", recalca el fiscal antes de advertir al juez Zamarriego que, de no aceptar su petición de apartar de las pesquisas al comisario Martín-Blas y al inspector Ruben López, "podría producirse la nulidad de las actuaciones". 

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