Ahora que el PP ha medido los apoyos a Aznar, es más fácil la elección del pesticida

De la veintena de comisiones rogatorias enviadas a Suiza para escudriñar el patrimonio manejado por Luis Bárcenas durante década y media, solo se conoce el resultado de una parte de ellas, por lo que se esperan nuevas sorpresas. Mientras trabaja la Justicia, la actual dirección del PP ha pasado del “cada palo que aguante su vela”, a intentar pactar con el extesorero, para regresar ahora al punto de partida, justo cuando ha concluido que éste pretende jugar a lo imposible: Por mucho que el Gobierno quisiera instrumentar a la fiscalía o a la policía, la maquinaria activada por Pablo Ruz se antoja imparable, siempre que a partir de septiembre continúe en su trabajo como juez de apoyo.

Esto es algo con lo que ya se cuenta en el PP, donde debieran tomarse las decisiones oportunas para  recuperar el tiempo perdido. Génova tiene una ventaja con la que no contaba hace meses y es que ya están perfectamente medidos los apoyos con que cuenta José María Aznar en el partido, visiblemente disminuidos desde su reestreno televisivo. Casi todos los malos olores proceden de su época, por lo que ahora sería más fácil la elección del ambientador, siempre que haya voluntad política para utilizarlo. Los supervivientes tendrían toda la legitimidad para llevar la cabeza bien alta.