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España

La "sublevación de la paga extra" amenaza con extenderse por otras regiones del PP

El presidente del Gobierno de Extremadura, José Antonio Monago, en una imagen de archivo

Extremadura se sube al carro de las comunidades del PP que hacen caso omiso de las instrucciones de Hacienda sobre la supresión de la paga extra a los funcionarios. José Antonio Monago, un dirigente con enorme predicamento en Génova, ya que está consiguiendo sacar adelante su gobierno con el difícil apoyo de IU, ha anunciado su decisión de pagar a los funcionarios la cantidad correspondiente a los 44 días devengados de la paga extra. Monago ya había hecho lo propio el pasado año, en contra de los criterios del gobierno central, con el objetivo de animar el consumo.

Ahora repite una jugada que beneficiará a más de 45.000 empleados públicos y que forzará al Gobierno extremeño a desembolsar en torno a 20 millones de euros. "Podemos hacerlo", dijo el presidente. Y lo hará. Su explicación es bien sencilla. Cuando la norma entró en vigor (julio del pasado año) los afectados ya habían prestado los servicios que retribuyen esta paga extra. Habían trabajado 44 días, de modo, que "vamos a devolverles lo que es suyo", explicó el presidente.

El Rodríguez Ibarra de la derecha

Recordó en este sentido que "reconocimos el derecho de nuestros funcionarios a recibir la paga extra adelantándosela de junio a enero. Dimos la cara por ellos y fuimos los primeros en España". Monago está considerado por la dirección del PP un político con valor al alza y se ha convertido en "el Rodríguez Ibarra de la derecha. Será imbatible", aseguran a este periódico fuentes del PP. Los equilibrios que debe efectuar para no perder el apoyo de IU en ocasiones chirría. "Pero se le permite, porque las circunstancias son las que son", añaden.

Antonio Beteta ha anunciado que hasta que el Constitucional no se pronuncie al respecto, la paga extra de diciembre pasado está suprimida

Antes que Extremadura, la Xunta de Galicia había resuelto que el Estado debería devolver la cantidad que se le había detraído a los empleados públicos. Y posteriormente fue Castilla y León la que también reaccionó y se convirtió en la primera comunidad que decidió devolver la extra. Ha habido movimientos en esta línea, o similar, en el País Vasco y en Navarra, donde no gobiernan los populares. Estas inciativas han sido respaldadas por el sindicato de los funcionarios, CSIF, que en línea con lo manifestado por Monago, explican que cuando entró en vigor el decreto del gobierno los empeados públicos ya habían cotizado por la paga que se les anulaba. "Fue una decisión contraria a derecho".

Desde la dirección del partido ya se había informado a Hacienda de que tal hecho podía producirse. Ahora, a la vista de los primeros brotes rebeldes, se teme un "efecto contagio" en otras comundiades que ya han hecho saber su malestar con la medida puesta en práctica desde el departamento de Montoro.

Reacción y amenaza

El Gobierno intenta sofocar la rebelión, que podría extenderse a otras comunidades. El secretario de Estado de Administraciones Públicas, Antonio Beteta, ha anunciado que hasta que el Constitucional no se pronuncie al respecto, la paga extra de diciembre pasado está suprimida, lo que es de obligado cumplimiento para todas las administraciones.

Es decir, que los gobiernos de Castilla y León y de Extremadura, más algún otro si se suma a este movimiento, podrían acabar en los tribunales demandados por un gobierno central de su mismo color político. El recurso del Gobierno ante el Constitucional fue motivado por la decsión del Gobierno vasco.

Flores a los barones

Ayer mismo Mariano Rajoy efectuó un elogio a las comunidades autónomas y a sus dirigentes, cuando actúan con prudencia, en el acto de presentación en la Moncloa del pacto por el trasvase Tajo-Segura. Allí estaban los representantes de las comunidades de Castilla- La Mancha, Madrid, Extremadura, Murcia y Comunidad Valenciana. El presidente de Gobierno se mostró muy afable con los distintos dirigentes autonómicos y elogió su capacidad para el entendimiento.

Este próximo sábado también Rajoy tendrá ocasión de lanzar flores a los barones de su partido en la convención del PP de la región de Murcia en la que se tributará un homenaje a Ramón Luis Valcárcel, su actual presidente que abandonará el cargo previsiblemente en marzo para enrolarse en las listas a las elecciones europeas.

Así, mientras algunos barones se rebelan contra las medidas de Montoro, el propio presidente va a elogiarlos dentro de unas horas por su comprensión, sacrificio y entrega en tiempos tan difíciles.

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