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España

'Medallitis' en Interior: la Policía crea 22 nuevas condecoraciones para sustituir a las 4 actuales

Jorge Fernández Díaz, en un acto de la Policía el pasado mes de febrero.

Las medallas del Ministerio del Interior siguen dando que hablar... y mucho. Pese a la polémica creada por la concesión de una de estas condecoraciones policiales a la Virgen del Amor, el departamento de Jorge Fernández Díaz parece lejos de reprimir su 'medallitis'. Su última actuación polémica en este sentido ha sido la inclusión en el proyecto de Ley Orgánica de Régimen de Personal de la Policía Nacional de un amplio espacio en su articulado para, además de detallar los méritos necesarios para recibir una de estas distinciones, elevar su número de las cuatro actuales a 22. Al menos seis de ellas tendrán además una recompensa económica.

A los distintivos rojo y blanco de las actuales condecoraciones policiales, Interior suma ahora otros azules, amarillos, verdes y celestes

El proyecto de ley, que incluye también otros puntos polémicos como el cambio de denominación de la institución de Cuerpo Nacional de Policía a Cuerpo de la Policía Nacional y el adelanto de la edad de jubilación obligatoria para los agentes, fue dado a conocer la semana pasada por el director general de la Policía, Ignacio Cosido, a los representantes sindicales de los agentes. Dos días después se conocía que la Audiencia Nacional había admitido la demanda interpuesta por un movimiento laico contra la polémica concesión de la medalla policial a la Virgen. Curiosamente, el nuevo reglamento recalca en varios apartados que este tipo de reconocimientos no sólo podrán ser otorgados a agentes y personas ajenas a las instituciones policiales, sino también a "instituciones".

El espacio dedicado a detallar las nuevas condecoraciones en el proyecto es amplio. Nada menos que nueve capítulos del Título XII de la ley. En ellos se destaca que "la orden del Mérito Policial tiene como finalidad premiar a los Policías Nacionales en el ejercicio de sus funciones cuando acrediten cualidades excepcionales de ejemplaridad, valor, sacrificio, eficacia y dedicación al servicio que redunden en beneficio de la sociedad". Un reconocimiento que extiende "a otras personas ajenas al cuerpo o instituciones que sean acreedoras de ello por su ejemplaridad y cooperación al realizar actos que redunden en la eficacia y el prestigio del Cuerpo Nacional de Policía".

Azul, "ejemplaridad"

Para ello, fija seis categorías de medallas, cada una con un distintivo de color diferente en función de los méritos que concurran. Así, las que tengan distintivo azul reconoceran la "ejemplaridad"; las rojas, "el valor"; las amarillas, "el sacrificio"; las blancas, "la eficacia en el servicio"; las verdes, "la dedicación al servicio"; y las celeste, "la cooperación". Todas ellas menos una tendrán a su vez cuatro modalidades: cruz de oro, cruz de plata, cruz de bronce y medalla colectiva. Las de distintivo azul se limitarán a la "gran cruz" y "placa". En total, 22. Hasta ahora sólo existían las medallas de oro y la de plata, y las cruces con distintivo rojo y blanco.

Los beneficios económicos vitalicios de las nuevas medallas van desde el 20% de las cruces de oro al 10% de las de bronce, siempre que sean con distintivo rojo o amarillo

De todas ellas, seis "darán derecho a percibir las cantidades proporcionales a sus retribuciones". Se trata, en concreto, de las cruces de oro, de plata y de bronce que lleven distinto rojo o amarillo. De ellas, las primeras percibirán con "carácter vitalicio" un 20% del sueldo, mientras que las de plata será un 15% y las de bronce un 10%. "El derecho a percibir estas cantidades [...] será acumulable para el caso de concederse dos o más recompensas de alguna de las categorías", detalla, por lo que se elimina el límite actual que impedía cobrar por más de tres medallas pensionadas. El texto del proyecto destaca a su vez que en el caso de que las medallas sean concedidas a policías "muertos en acto de servicio o a consecuencia del mismo", estas recompensas se incorporarán a la pensión de "sus cónyuges viudos, hijos hasta los 35 años y progenitores a partir de la edad de jubilación".

El proyecto pretende también fijar las condiciones para su concesión y, de este modo, sustituir la ley de 1964 que era la que hasta ahora determinaba qué agentes eran merecedores de las condecoraciones. Así, la Gran Cruz con distintivo azul sólo serán concedidas a aquellos agentes con "al menos" 30 años de servicio y que hayan alcanzado la categoría de comisario principal. Además, se les exigirá "una trayectoria profesional de carácter excepcionalmente ejemplar, exponente de las cualidades de patriotismo, lealtad y eficacia que sirva de referencia para los miembros del Cuerpo Nacional de Policía". Para que alguien ajeno a la institución tenga derecho a la misma, deberá "realizar actos que redunden con trascendencia nacional o internacional en la eficacia y el prestigio de la Policía Nacional". Para la placa, sólo se exigirá 20 años de servicios y "una conducta de ejemplaridad sobresaliente". A ella podrán acceder agentes de todas las escalas

"Valor heroico"

Para las condecoraciones 'al valor', las de distintivo rojo, Interior fija que sólo podrán recibir la cruz de oro aquellos agentes que protagonicen una actuación "con valor heroico y riesgo de la propia vida". Para la de plata "será necesario realizar un acción extraordinaria y ejemplar que [...] implique un valor excepcional". Y la de bronce para los que intervengan en "un hecho abnegado o que ponga de manifiesto un alto valor" en circunstancias "de peligro para su persona". En el caso de que esto último sea protagonizado por una unidad policial, ésta recibirá una "medalla colectiva", inexistente hasta ahora.

Hay medallas sólo para mandos. Las cruces de oro y plata con distintivo blanco son para quienes dirigen operaciones. La Gran Cruz azul, para comisarios principales con 30 años de servicios

En el caso de las de distintivo amarillo o "al sacrificio", se requerirá que el agente haya muerto en acto de servicio o sufrido "mutilaciones o heridas muy graves" para entregarle la cruz de oro. La de plata quedará para los heridos muy graves "con consecuencias que no implique inutilidad permanente". Mientras que la de bronce estará destinada a los heridos graves en acto de servicio. En la nueva modalidad de colectiva, será necesario que varios agentes de una unidad resulten heridos en una misma acción "poniendo de manifiesto un sacrificio" para que el conjunto de agente sean distinguido con esta condecoración.

Las aún existentes cruces con distintivo blanco se transforman ahora en cuatro condecoraciones con idéntico color, aunque con un objetivo distinto: recompensar la eficacia. De hecho, las dos primeras, la cruz de oro y la de plata, van dirigidas a mandos policiales, en concreto, a aquellos que hayan estado al frente de "un servicio de trascendental importancia nacional", la primera, o "de sobresaliente importancia" la segunda. Las cruces de bronce con distintivo blanco quedan para aquellos agentes que "evidencien un alto sentido del patriotismo o de lealtad", lleven diez años de servicio con "una conducta ejemplar", o realicen "realicen destacados trabajos o estudios profesionales o científicos que redunden en prestigio de la corporación o utilidad para el servicio". Incluso se instituye una colectiva para aquellas unidades que realicen "un hecho destacado".

35 años de "dedicación al servicio"

Las de distintivo verde van destinadas a "la dedicación al servicio" y el proyecto fija los periodos de servicio en la institución para recibirlas. Así, con 20 años se recibe una medalla; con 25 años las cruz de bronce; con 30 la de plata y hacen falta 35 para estar en posesión de la cruz de oro. Por último, las de distintivo celeste están destinadas a ser entregadas a "personal ajeno" o "instituciones" que cooperen con la Policía Nacional. Así, las cruces de oro las recibirán aquellos cuyos actos "redunden extraordinariamente" en la eficacia y prestigio del cuerpo policial, mientras que para ser acreedor de una de plata es suficiente que el efecto sea simplemente "sobresaliente"; la de bronce, "notable"; y la colectiva para la institución que realice simplemente "un hecho destacado".

Además de las medallas, el proyecto de ley contempla "felicitaciones públicas" para "servicios destacados", "ascensos honoríficos" para agentes fallecidos en acto de servicio, y el nombramiento de "policías nacionales honorarios" para aquellas personas que sin ser agentes hubieran realizado méritos.

DE REDUCIR MEDALLAS A BATIR EL RECORD 

Cuando Ignacio Cosidó asumió el puesto de director general de la Policía, anunció su intención de reducir el número de medallas que la institución concedía. Con el gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero se había alcanzado una cifra record de 3.774 en 2011 cuando sólo once años antes el número era de tan sólo 1.400. El primer año de mandato, Cosidó parecía haber conseguido parte de su objetivo, al disminuir en un 18% las cruces otorgadas hasta dejarlas en 3.058. Sin embargo, en 2013 no sólo volvió a incrementarlas, sino que incluso batió el record del último ejecutivo socialista al alcanzar las 3.778 medallas.

Algunas de ellas provocaron polémica, como la concedida a los dos mandos policiales que propusieron a la Fiscalía Anticorrupción registrar la sede de CiU en plena precampaña a las elecciones catalanas o las numerosísimas que se entregaron a personas ajenas a la institución: cerca de medio millar. Entre los agraciados de estas últimas estaban monseñor Esteban Escudero Torres, obispo de la diócesis de Palencia, provincia en la que fue elegido como diputado el propio Cosidó; la actriz María Isabel López García, varios periodistas y editores de medios de comunicación, numerosos empresarios y dos políticos del PP 'en retirada', Juan Carlos Aparicio y Antonio Basagoiti.

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