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España

Marta Ferrusola tranquiliza a Jordi Pujol por la querella de Manos Limpias: "Uy tranquilo, esto se olvida"

El matrimonio Pujol Ferrusola en su refugio veraniego en Queralbs

Jordi Pujol sigue refugiándose estos días en la casa de la familia de Marta Ferrusola en el pirineo catalán. Ha sido allí donde los periodistas captaban este martes una conversación entre ambos en la que el expresidente catalán le comentaba a su mujer su inquietud ante la querella presentada por el sindicato Manos Limpias en la que le acusa de siete delitos, implicando además a la propia Ferrusola. 

"No hace falta que se lo cuentes porque ya lo saben. Si no son tontos ya lo sabrán", decía ella quitándole hierro al asunto, a lo que él le respondía que le habían puesto una querella. "Uy tranquilo, que esto se olvida", contestaba Ferrusola mientras ambos se acercaban al lugar donde los periodistas aguardan cada día la aparición de la pareja. La mujer del expresidente se mostraba firme y aparentemente sin preocuparse por la actualidad. Pujol, algo más dubitativo, contestaba "bueno, tranquilo, no haremos nada". 

La conversación entre ambos se produjo cuando el matrimonio salió para hacer algunos recados, y estaba motivada por la querella que Manos Limpias tenía previsto presentar hoy acusando a Pujol de los presuntos delitos de cohecho, malversación de caudales públicos, tráfico de influencias, delito fiscal, falsedad en documento público, blanqueo de capitales y prevaricación.

Actuando como Acción Popular, Manos Limpias argumenta en el texto de la querella que hay indicios de que durante los 23 años en los que Jordi Pujol presidió la Generalitat "estuvo al servicio de al menos parte de la familia Pujol-Ferrusola".

La querella resalta que recientemente Jordi Pujol confesó en un comunicado "haber tenido desde el año 1980 dinero en el extranjero sin regularizar", y que en el mismo "se hace el único responsable de ese dinero, que no estaba regularizado y que provenía de la herencia que le legó su padre (Florenci Pujol Brugat)".

Entiende que con esta acción Pujol "en ningún momento ha tenido la más mínima intención de confesar los hechos durante estos años", y que parece más bien una autoinculpación "que nada tiene que ver con la figura de la confesión, que ha sido fruto del cerco policial y judicial a raíz del resultado de unas investigaciones que al parecer se han ido realizando y apuntaban directamente contra él".

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