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España

De la enfermería de la cárcel al Centro de Inserción Social: Jaume Matas pide su libertad sin haber pisado una celda

Jaume Matas a su salida del Centro de Inserción Social de Segovia

Pese a su condena y su posterior ingreso en prisión, el expresidente de Baleares, Jaume Matas, no sabe aún cómo es realmente la celda ordinaria de un centro penitenciario español. Mientras estuvo en la Cárcel de Segovia recluido día y noche, el político del PP permaneció en la enfermería del centro para evitar que fuera agredido por otros presos. Ahora que tiene que acudir sólo a dormir, esas pocas horas las pasa en el Centro de Inserción Social (CIS) de la ciudad castellano-leonesa, donde sólo acuden reclusos en un régimen de semilibertad similar al suyo.

Un peculiar periplo penitenciario de 96 días que ha hecho que el ex ministro de José María Aznar no haya pisado aún la celda de un módulo de régimen cerrado, destacan fuentes penitenciarias. Un privilegio que a Matas parece saberle a poco, ya que en las últimas horas ha pedido al Juzgado de Vigilancia Penitenciaria de Valladolid que le mantenga el actual tercer grado del que disfruta. 

De este modo, el ingreso penitenciario de Matas ha sido tan fugaz que ni siquiera ha llegado a ser clasificado por la Junta de Tratamiento de la prisión de Segovia en un régimen penitenciario concreto. Sobre el papel, debería haber sido el segundo grado, que es en el que se encuentra englobada la inmensa mayoría de internos de las cárceles españoles. En el caso del expresidente balear, Instituciones Penitenciarias se apresuró a concederle antes el polémico tercer grado ahora en cuestión. Un hecho tan llamativo que la Fiscalía, en el escrito dirigido al juez de Vigilancia Penitenciaria, denunciaba que "hasta el momento actual no ha podido desarrollarse tratamiento penitenciario como tal" para el expresidente Balear. 

Matas asegura que “ha asumido su responsabilidad penal al ingresar en prisión”

Fuentes penitenciarias apuntan que durante los tres meses que el político del PP ha estado entre rejas, los responsables de Instituciones Penitenciarias han querido eludir en la medida de lo posible el contacto con otros reclusos. El principal motivo: evitar "posibles agresiones" en el patio por parte de otros internos ante la condición 'mediática' de Matas. Una atención que, sin embargo, no se ha tenido con otros presos célebres, como el también 'popular' Luis Bárcenas o el empresario Gerardo Díaz Ferrán, que llevan tiempo recluidos en módulos ordinarios sin incidentes. 

Pese a esas tres pruebas de la fugacidad de su condena (no ingreso en una celda ordinaria, no clasificación en un régimen penitenciario concreto y no aplicación de un tratamiento específico) el que fuera ministro de Aznar ha recurrido ya la decisión del Juzgado de Vigilancia Penitenciaria de Valladolid que revoca su tercer grado penitenciario. En el escrito que ha presentado ante el tribunal, el expresidente Balear esgrime como principal argumento para mantener la semilibertad que “ha asumido su responsabilidad penal al ingresar en prisión”.

Los argumentos de Matas

En dicho recurso, su abogada, Pilar Gómez Pavón, pide que se mantenga a su cliente en dicha situación por “la inexistencia de peligrosidad social”. A la vez, rebate el argumento reeducativo de la finalidad de la pena señalado por el magistrado en su auto con la circunstancia de que la condena es de tan sólo nueve meses y, por tanto, en estos plazos temporales ese elemento es poco relevante.

La Fiscalía denuncia que "hasta el momento actual no ha podido desarrollarse tratamiento penitenciario como tal"

Matas tiene todavía pendientes otros seis juicios próximos: su participación en el 'Caso Nóos', el 'Caso Over', la pieza principal del 'Caso Palma Arena', una investigación sobre el Palacio de la Ópera de Calatrava, la causa sobre las irregularidades en la adjudicación del Hospital Son Espases y un sumario por el 'Caso Turisme Jove'. En total, el ex presidente de Baleares se enfrenta a peticiones de pena que suman más de 40 años de cárcel. Tal vez entonces sí pise una celda ordinaria.

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