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España

Rajoy no confirma a Mayor Oreja y abre la puerta a su primera crisis de Gobierno

Jaime Mayor Oreja y Ana Botella en una imagen de archivo

Serias turbulencias en el ala este del PP. Fuga de dirigentes por la derecha, el ala más fiel del partido, el espectro más militante y combativo. La creación de Vox ha supuesto un corrimiento de tierras desconocido hasta ahora en la formación conservadora. Un grupo de veteranos militantes, con Santiago Abascal y Ortega Lara, ha creado hace unos días Vox, un partido que pretende recoger a las sensibilidades del PP contrarias a la línea de actuación de Rajoy en aspectos tan cruciales como la política territorial y la relación con las víctimas del terrorismo.

Alejo Vidal-Quadras, actual vicepresidente del Parlamento Europeo e histórico representante del sector más antinacionalista del PP, anunciaba el domingo su salida del partido rumbo a Vox. Un golpe esperado, pero que ha movilizado muchas conciencias entre los seguidores del eurodiputado, famoso porque en tiempos de Aznar fue moneda de cambio con CiU en aras del apoyo parlamentario en Madrid.

Pataleta anunciada

Desde la dirección de Génova, pletórica por el éxito de la convención regional celebrada este fin de semana en Barcelona, se despreció la salida de Vidal-Quadras, por considerarla una pataleta por no haber sido incluido en las listas. Fue Alicia Sánchez Camacho, presidenta de la regional catalana, quien mostró el tono más despreciativo hacia la salida.

Pero ayer mismo Jaime Mayor Oreja, quien en su día formó la terna de sucesores a Aznar y que se ha caracterizado siempre por ser el vivo representante del sector más tradicional del partido, hacía pública su renuncia a encabezar las listas al Parlamento Europeo, tras haberlo hecho en las dos convocatorias anteriores.

El anuncio de Mayor produjo un cimbronazo en la espina dorsal de la formación. El lider europeo del PP es uno de los supervivientes de la era de Aznar, junto al propio Mariano Rajoy y al ya casi invisible Javier Arenas, y actúa como referente para ese importante sector de la militancia disgustada con la actitud de la actual dirección hacia las víctimas del terrorismo, en especial tras los caso de Bolinaga y la doctrina Parot. Mayor tomó la decisión una vez que conoció que el jefe del partido no contaba con él como número uno en las listas europeas, según han comentado fuentes del partio. La relación entre ambos se ha deteriorado en los últimos tiempos y la confianza mutua había ido declinando paulatinamente.

"Sigue con nosotros"

La inquietud en el aparato del partido fue notoria hasta el punto de que el propio Rajoy tuvo que deshacerse en explicaciones desde Roma sobre la forma en la que se habían sucedido los acontecimientos. "Jaime sigue con nosotros y estoy convencido de que seguirá en la actividad política", explicó, en un tono entrecortado el habitualmente tranquilo presidente. Nada dijo de si había pensado ofrecérsela en algún momento. "Seguramente, no", dicen en el entorno del presidente.

Mencionó Rajoy que la última vez que habló con Mayor fue el jueves pasado pero que después de Reyes ya le había mostrado su voluntad de renunciar a figurar como cabeza de cartel. "Me manifestó su voluntad y tengo que respetarla", dijo. Hizo hincapié Rajoy en distinguir este caso del de Vidal-Quadras, a quien evitó mencionar por su nombre. Y se deshizo luego en elogios hacia la tarea desarrollada por Mayor en tantos años de entrega al PP. Horas más tarde, desde la calle Génova se emitía un comunicado también rebosante de alabanzas y de agradecimientos hacia la figura del renunciante. "Las cosas con Jaime han quedado bien", manifestaba a este diario un miembro de la dirección popular, empeñado en transmitir la idea de buenas relaciones entre las partes tras el leve portazo.

Se descatan en estos medios la posibilidad de que su rumbo se encamine hacia Vox, "algo impensado". Incluso algunas fuentes hablaban de que Rajoy ha querido quedar muy bien con Mayor, e incluso es posible que se le haya ofrecido un puesto en algún organismo internacional, o un destino de importancia en el exterior.

Reajuste en el Gabinete

El temor ahora consiste en atajar la posible fuga de simpatizantes hacia la nueva formación, Vox, que ya ha anunciado su concurrencia a las elecciones europeas. Cientos de mensajes en solidaridad con Vidal-Quadras inundaban ayer las redes sociales. Se trata precisamene del sector más fiel al partido y más participativo en unos comicios tan escasamente movilizadores como son los europeos.

Al mismo tiempo se abrían de nuevo las quinielas sobre la figura del cabeza de lista para el Parlamento Europeo. El nombre más significado ha sido hasta ahora Miguel Arias Cañete, actual ministro de Agricultura, bien considerado entre la militancia y de excelente predicamento en los sondeos.

La posible designación de Cañete, que siempre ha mostrado su voluntad de salir a Europa, con un comisariado en el horizonte, obligaría a Rajoy a llevar a cabo el primer reajuste de su Gobierno. Hasta ahora el jefe del Ejecutivo ha venido mostrando su decisión de no hacer cambios en su equipo salvo motivo insalvable. Este puede ser el momento.

Fuentes de la dirección hablaban ayer de que el movimiento de piezas ya no se limitirá a un sólo ministerio y que Rajoy aprovecharía la oportunidad para hacer los cambios necesarios a fin de afrontar políticamente la segunda parte de su mandato, menos pendiente de la actualidad económica y más centrada en los distintos retos electorales que habrán de cubrirse hasta las generales. La primera cita será en mayo. Y el año próximo, la hora de la verdad, tanto en comunidades, ayuntamientos como en las generales. Rajoy tiene en su equipo varios elementos "abrasados" y quizás, muy a su pesar, haya llegado el momento de soltar lastre.

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