Quantcast

España

IU se radicaliza en Andalucía para contener el 'huracán Susana' y tensa el pacto bipartito

Antonio Maíllo, coordinador de Izquierda Unida en Andalucía durante la asamblea de su elección.

Los efectos del huracán Susana llegan más allá de las filas socialistas. Sus socios de gobierno en la Junta de Andalucía quieren prevenir una fuga de votos del electorado comunista al nuevo zapaterismo que representa Díaz. Es por ello, por lo que IU ha empezado a definir una estrategia, que pasa, según fuentes internas consultadas por Vozpópuli, por “vehicular propuestas más arriesgadas” planteadas por su principal facción, la que integran IU por la Base y la CUT-BAI (Colectivos Unitario de Trabajadores, Bloque Andaluz de Izquierda) de Juan Manuel Sánchez-Gordillo.

Con la elección de Antonio Maíllo como coordinador general de IU en Andalucía el pasado junio, en sustitución de su mentor, Diego Valderas, parecía que el rumbo de la coalición quedaba en manos de su ala más moderada y negociadora, después de haber logrado entrar en el Gobierno andaluz. Sin embargo, la marcha de José Antonio Griñán y el auge de su heredera, Susana Díaz, en las encuestas (ya suena incluso entre los candidatos para liderar el PSOE) ha variado el curso de los acontecimientos. Las mismas fuentes apuntan que el aparato prepara un giro a la izquierda, consistente en “marcar una distancia más visible con el bipartidismo y los postulados socialdemócratas”.

En este sentido, añaden, la coalición aprovechará que “el PSOE se verá limitado por su responsabilidad de Gobierno (IU sólo dirige tres consejerías de la Junta) a la hora de formular medidas progresistas”. Y ponen como ejemplo, el rechazo de Díaz tanto al impuesto para grandes superficies como a la exención del pago de servicios básicos para familias necesitadas, cuestiones sobre las que IU ha demandado legislar.

Respecto a dicho tributo, la presidenta de la Junta justificó su negativa en que de aplicarse sería perjudicial para los mil puestos de trabajo que, según han cuantificado los empresarios, estarían en riesgo. Tras la polémica generada, Díez ha matizado que si estas superficies no mantienen el empleo, se aplicará el impuesto, hoy vigente en Cataluña.

La coalición aprovechará que “el PSOE se verá limitado por su responsabilidad de Gobierno (IU sólo dirige tres consejerías de la Junta) a la hora de formular medidas progresistas”, afirman fuentes internas 

No obstante, desde IU no ven en peligro el pacto de gobierno, aunque admiten, de puertas para dentro, que puede tensarse si el Gobierno andaluz hace oídos sordos a dichas futuras propuestas de “justicia social”. Pese a ello, están convencidos, y así lo reconocen en privado, de que la alianza en el Ejecutivo bipartito no tendrá larga vida, pues dan prácticamente por hecho que habrá adelanto electoral en esta comunidad autónoma.

De momento, los presupuestos de la Junta para 2014 han superado el escollo de las negociaciones entre los dos socios de Gobierno y, previsiblemente, saldrán adelante. Lo harán no antes de generar desencuentros entre comunistas y socialistas como el que acaba de provocar el Consejo Provincial de IU en Sevilla, que ha rechazado por “unanimidad” a través de una resolución las cuentas andaluzas del próximo ejercicio. Este órgano está formado, entre otros, por el diputado provincial y secretario de Organización de CUT-BAI, Manuel Rodríguez Guillén

La federación sevillana se rebela 

La resolución lamenta que el Gobierno andaluz haya ignorado propuestas emanadas de las asambleas locales de la federación de izquierdas, como un banco público de tierras (IU sólo ha arañado 3 millones de euros), una fiscalidad progresiva o la “reducción del gasto en estructuras directivas del conjunto de entes de la administración pública andaluza”, que, a juicio del consejo, no se recoge adecuadamente en el proyecto presupuestario.

Además del impuesto para grandes superficies y “una renta social básica que atienda a 300.000 familias sin ningún tipo de recursos”, también se denuncia la no inclusión de “tasas por pernoctaciones turísticas o un gravamen sobre viviendas desocupadas y en manos de entidades financieras e inmobiliarias”.

Ya no se pueden votar ni publicar comentarios en este artículo.