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España tiene su peor imagen en Latinoamérica, pero supera a Francia en reputación global

España desde el espacio

La imagen española en el exterior sigue siendo bastante precaria en todas las variables duras (tecnología e innovación, entorno económico, marcas y empresas reconocidas, calidad de productos y servicios, uso eficiente de los recursos o bienestar social). En el último año hemos conseguido, sin embargo, mejorar algo la percepción internacional de la situación económica y política del país.

España ha ascendido un puesto, hasta el 17, en el listado de países por reputación internacional del Reputation Institute de 2015, según un informe coordinado por el Real Instituto Elcano presentado este lunes en Madrid. Ha superado a Francia, que cae hasta el 19. La lista está liderada por Canadá, Noruega, Suecia, Suiza, Australia y Finlandia.

La peor imagen de España se tiene en América Latina y Marruecos. Y los países del G8 (EE UU, Canadá, Alemania, Reino Unido, Francia, Italia, Japón o Rusia) sólo salvan a nuestro país frente a la media de estos mismos países por las llamadas variables “blandas”: la amabilidad y simpatía de la gente, el estilo de vida, el ocio y el entretenimiento, la seguridad o el entorno natural.

“Es bastante destacable que tengamos mejor percepción en el mundo industrializado que en América Latina”, explica a Vozpópuli Fernando Prado, socio director de Reputation Institute. “La mejor percepción es en Europa, y en concreto en Rusia. En América Latina la imagen es especialmente deficiente en Colombia y Chile”. En las 17 variables que mide el estudio, los latinoamericanos tienen peor imagen de España que la media de los del G8. La visión ha empeorado considerablemente en cuanto a corrupción. En ese apartado nuestros primos del otro lado del Atlántico nos ven 13 puntos por debajo de la media.

Y en esos países industrializados, España sigue provocando el sentimiento de que es un país bueno para vivir o visitar, pero malo para trabajar e invertir. Mientras que en los apartados de la encuesta sobre si “recomendaría vivir” o si “recomendaría visitar” superamos en cinco puntos la media de los países del G8, estamos cinco por debajo en “recomendaría invertir” y casi tres en “recomendaría trabajar”. En general, nuestro lugar en el ránking global de lugares para emplearse es el 19.

Y sí, superamos en un 6% los puntos de media del G8 en amabilidad, o casi un 4% el estilo de vida o el ocio y entretenimiento. Pero estamos 12 puntos por debajo en tecnología e innovación; nueve puntos por debajo en reconocimiento de empresas, y otros nueve puntos en situación económica en general.

Llama la atención que son los países más cercanos físicamente, como Marruecos, o los más cercanos en cuanto a lengua e Historia, como Chile, Colombia o Perú, con los que hay peor imagen mutua.

Mejora la imagen que tenemos de nosotros mismos

Uno de los efectos más intensos de la crisis ha sido la pérdida de confianza patria. Pero ahora, por primera vez en seis años, la reputación interna española mejora, diez puntos con respecto a 2014.

Durante los últimos años nos veíamos peor de lo que realmente proyectábamos fuera. Llegamos, durante la crisis, a superar en mala imagen interna a los países con un alto grado tradicional de “mortificación patria”: Italia, Sudáfrica o Brasil. Ahora la situación vuelve a ser la inicial: seguimos viéndonos peor de lo que nos ven fuera, pero no tan mal como italianos, surafricanos o brasileños.

En muchos aspectos la imagen internacional es mejor que la realidad del país. Por ejemplo: parecemos ser más felices de lo que realmente somos. El informe nos sitúa en el lugar 16 en felicidad global, pero en realidad estamos en el 30 del ránking del Informe de Felicidad Global de Naciones Unidas. Sobre el atributo “este país valora la educación”, el mundo nos sitúa en el puesto número 20, pero el gasto real en educación en relación al PIB nos relega al 32.

Somos el cuarto lugar más seguro del mundo en muertes violentas por cada 100.000 habitantes

A la inversa, hay muchos aspectos en los que somos mucho mejores de lo que proyectamos. Un ejemplo: España es el tercer país en número de visitantes internacionales, pero si se pregunta a nivel global si “recomendaría este país para visitarlo”, sólo ocupamos el puesto 11. Algo similar ocurre con las ferias y congresos. Sólo dos países en el mundo organizan más que España, según el International Congress and Convetion Association, pero la imagen del informe del Real Instituto Elcano nos pone en el puesto 18.

Más: somos el cuarto lugar más seguro del mundo en muertes violentas por cada 100.000 habitantes, siempre que no se tengan en cuenta los microestados de menos de tres millones del mundo. Y sin embargo nuestra imagen de seguridad nos relega al 19.

“Mejorando en lo que hay que mejorar”

“Este año sí que puedo dar buenas noticias”, ha asegurado este lunes el director del Real Instituto Elcano, Emilio Lamo de Espinosa. “Estamos ganando donde más lo necesitamos”, apunta, destacando que la reputación de la economía española ha subido frente al exterior de forma “clara”, como en bienestar social y entorno político, factores en los que se ha avanzado en cuatro y seis puntos respectivamente frente a 2014.

Para Lamo de Espinosa, España vuelve a ser un país atractivo para los inversores extranjeros, según el nuevo índice de fortaleza de la Marca España: habría subido diez puntos en inversión directa externa, hasta situarse en el puesto número 8 a nivel mundial entre 2005 y 2013.

“España se ve como un país seguro y agradable, pero no como poseedor de marcas relevantes o innovador”, asegura Prado. “Se nos percibe más como un sitio de vacaciones que como uno de negocio. Eso durante la crisis se agudizó, por la caída en las variables duras económicas e institucionales. Pero empezó a variar en 2013 y este año todo ha subido, alzándose España un puesto en el ranking y superando a Francia”, concluye.

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