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España

'Sol y playa' para esconderse: 84 fugitivos internacionales fueron detenidos en España

Agentes de la Guardia Civil durante detenciones recientes

¿Cuántos delincuentes internacionales han elegido España para ocultarse? Esa pregunta no tiene respuesta, pero sí cuántos han caído en el último año y en qué lugares de nuestra geografía. La Guardia Civil ha presentado este jueves las estadísticas de fugitivos detenidos en el último año con resultados espectaculares: cerca de 9.000 en toda España, de los cuales 84 eran buscados por las Justicias de otros países. Entre estos últimos hay estafadores, mafiosos y grandes narcotraficantes que, en muchas ocasiones, buscan eligen nuestro país para esconderse simplemente por 'el sol y la playa', según destacan los responsables del Instituto armado. El alto nivel económico de algunos de ellos y la facilidad con la que consiguen documentaciones falsas de alta calidad son los principales obstáculos para conseguir su captura.

El año pasado, la Guardia Civil detuvo en España cerca de 9.000 personas que eran buscadas por la Justicia. De ellos, 84 eran reclamados por las autoridades de otros países

En concreto, las provincia de Tarragona y Málaga, junto a la de Madrid, son las que sumaron mayor número de arrestos durante 2014: ocho en cada una de ella. Le siguen Alicante, con siete detenidos, y las Islas Baleares y Bárcelona. "Los fugados suelen elegir la capital  y provincias de la costa mediterránea porque en ellas residen grandes colonias de ciudadanos extranjeros, lo que les facilita pasar inadvertidos", apuntan desde la Guardia Civil. No obstante, también admiten que el buen clima es otro de los 'alicientes' que parece atraer a muchos de estos delincuentes. Fue el caso, por ejemplo de Giuseppe Polverino, el más importante capo de la Camorra detenido en España. Durante tres años el Equipo de Huidos de la Justicia de la UCO siguió sus pasos por Tarragona, Alicante, Málaga, Almería y Cádiz hasta que finalmente fue detenido en Jeréz de la Frontera. "Prefería vivir en España que ocultó en un zulo en Nápoles", destaca el comandante que dirigió las pesquisas que desembocaron en su captura.

No obstante, los expertos de la Guardia Civil también reconocen que el 'sol y playa' no es el único elemento que atrae a delincuentes internacionales a nuestro país. De hecho, muchos de origen sudamericano se asientan en España por la facilidad de compartir el idioma, además de que la Península sigue siendo un punto neurálgico en el tráfico de drogas hacia Europa. De hecho, algunos de los más importante criminales arrestados en el último año no sólo se escondían aquí, sino que también continuaban con su actividad delictiva desde nuestro país. Es el caso del mexicano Jaime Antonio Mandujano, acusado por Estado Unidos de introducir en este país más de 300 toneladas de droga. O el narco colombiano Víctor Alfonso Mosquera, alias 'El Negro Mosquera', máximo responsable de los sicarios de un clan mafioso.

Alto nivel adquisitivo

A este último, por ejemplo, la Guardia Civil lo detuvo en la elistista urbanización 'La Finca', de Pozuelo de Alarcón (Madrid). En su poder, los agentes encontraron nada menos que cinco documentaciones falsas de Colombia, Venezuela y España con las que se movía con total impunidad. Además manejaban grandes cantidades de dinero (pagaba sólo por el alquiler de la casa donde vivía 4.500 euros al mes) y contaba con una estructura de testaferros y empresas 'pantalla' que le permitían poner a nombre de éstos coches, inmuebles y cuentas. "Las grandes cantidades de fondos que manejan algunos de ellos, sobre todo los narcotraficantes, les permite dotarse de altos niveles de autoprotección que dificultan de manera muy importante nuestro trabajo", destacan los responsables de la UCO.

Algunos de los que se esconden en España siguen delinquiendo. Es el caso de los grandes narcos, que se aprovechan de que nuestro país es un punto neurálgico en el tráfico de drogas

No obstante, no sólo los jefes de los cárteles se ocultan en nuestro país. En los últimos doce meses también han caído asesinos como Dimitry Zavyalov, arrestado en Girona el pasado mes de mayo y a quien las autoridades de Rusia reclamaban por su implicación en 33 muertes. Otros son estafadores, como el también ruso Vadim Plyakov, reclamado por EEUU y a quien la Guardia Civil detuvo en Tarragona. O los británicos Peter y Adam Robinsdon, padre e hijo, a quien las autoridades de Londres reclamaban por contrabando de tabaco. Ambos fueron detenidos en Alicante. Así hasta 84 y de todas las nacionalidad. De hecho, entre los arrestados hubo 20 nacionales de Rumanía, ocho italianos, seis marroquíes, cinco franceses y otros tanto de Reino Unido, aunque también cayeron alemanes, lituanos, albaneses, daneses, paquistaníes, húngaros, venezolanos... Muchos de ellos llegados a España en busca de sol, playa y un buen escondite.

En el lado contrario, los que hueron de la Justicia españoles y se refugiaron más allá de nuestras fronteras. De ellos, ocho han sido detenidos durante 2014 gracias al trabajo de la Guardia Civil. La mitad de ellos se encontraban, precisamente, en la lista de los diez delincuentes más buscados que el Instituto armado difundió el pasado año. Es el caso de Vasile Lupu, un rumano buscado por homicidio que fue arrestado en Inglaterra. En el mismo país cayó el español Juan Monteagudo, buscado por agresión sexual y malos tratos en el ámbito familiar. Al otro lado del Atlántico fueron arrestados el narco venezolano Alejandro Reyes, detenido en su país, y la paraguaya María Laura Espínola, a la que la Justicia española acusaba de asesinato.

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