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España

La traición de Germà Gordó a Artur Mas: se entiende con el ministro del Interior

El consejero de Justicia de la Generalitat, Germà Gordó.

Hay quien dentro de las filas nacionalistas ve a Germà Gordó con grandes posibilidades de convertirse en el sucesor de Mas, muy a pesar del propio presidente en funciones de la Generalitat, y, en cambio, hay quien le descarta para liderar la nueva etapa que para el independentismo se abrirá en primavera después del congreso de refundación de Convergencia. Personas muy cercanas al propio Mas confirman que éste le considera “un traidor”, pues desde hace tiempo Gordó mantiene una agenda secreta "que solo sirve a sus intereses personales" y de la que no reporta prácticamente a nadie y, menos aún, al jefe de su Gobierno.

Germà Gordó le traslada periódica información sobre Convergencia a Jorge Fernández Díaz y a un conocido financiero

En esta agenda figuran, según fuentes seguras, entrevistas periódicas en Madrid con el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, así como con un importante financiero y algunos periodistas de cierta influencia. A ellos suele informarles de cuanto acontece dentro de la Generalitat y también en el pozo negro de Convergencia, secuencia que ha llegado a oídos de Mas provocando, si cabe, mayor rechazo hacia su consejero de Justicia.

Otras circunstancias concurren también en contra de que sea Gordó quien tome las riendas de Convergencia a partir de marzo. Este miércoles, la Guardia Civil detuvo a un hombre muy cercano a él dentro de la conocida como trama del 3%. Se trata de Josep Antoni Rosell, ingeniero e histórico militante de este partido.  Es director general de Infraestructuras y cobra del ente público que se encarga de gestionar la obra pública de la Generalitat. El cerco se estrecha contra Gordó, aseguran fuentes nacionalistas, después de que el interesado tuviera un respiro cuando el juez del caso Palau dio carpetazo al expediente sin investigarle, pese a constatar que el Palacio de la Música sirvió de cauce para financiar el proyecto soberanista de Mas mediante un procedimiento relativamente sencillo: las empresas que le entregaban dinero tenían garantizados contratos con la Generalitat a través de adjudicaciones que llevaban también aparejado el cobro de comisiones de entre el 3 y el 4%.

Cercanía a Jordi Pujol y a Oriol Pujol

Durante su etapa como tesorero de Convergencia, Gordó se ganó el apodo de “el recaudador”, estrechó su cercanía a Jordi Pujol padre, a su hijo Oriol Pujol y, posteriormente, al propio Artur Mas. "Al final, ha terminado traicionando a los tres", refieren en Convergencia. Nacido en la localidad leridana de Puebla de Segur, este abogado de altos vuelos conectó pronto con los círculos donde la antigua CiU logró tejer buena parte de su red clientelar. Muchos le colocan como el auténtico cerebro del cobro de comisiones mientras era "el jefe del dinero", el que mandaba en casi todos los que ahora están procesados tanto por el caso Palau como por el escándalo de las ITV.

Dentro de Convergencia hay quien considera a Gordó como el cerebro de la trama del 3%

Con esta intrahistoria, hay quien duda de que Mas se arriesgue a colocar a Gordó en una posición ventajosa para su relevo, aunque también hay quien considera justamente lo contrario, teniendo en cuenta la información que ha acumulado todos estos años, primero como gerente de Convergencia, después como secretario general del primer Gobierno de Mas y, últimamente, como consejero de Justicia. En la carrera se han colocado también en lugares destacados Josep Rull, Jordi Turull y Neus Munté.

Gordó está casado con la exmagistrada de la Audiencia Provincial de Barcelona Roser Bach, actualmente miembro del Consejo General del Poder Judicial a propuesta del PSOE.

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