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Industria cierra Garoña, pero cambiará la normativa para que continúe activa

El Ministerio de Industria ha firmado este viernes la orden de cese de explotación de la central nuclear de Garoña (Burgos), pero iniciará los cambios normativos necesarias para que siga con la actividad "si así fuera posible", ha anunciado hoy la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría.

"Dado que el cese se produce por motivos económicos y no de seguridad", el ministerio de Industria procederá a dichas modificaciones normativas, ha explicado la portavoz del Ejecutivo en rueda de prensa tras el Consejo de Ministros.

Una orden ministerial de Industria, emitida en 2009, establece que la autorización de explotación de Garoña expira este sábado, día 6. Nuclenor, propietaria de Garoña, solicitó el pasado mes de mayo un nuevo plazo para poder evaluar si pedía una prórroga de su vida útil, después de haber rechazado esta opción con anterioridad, basándose en motivos económicos (nuevas tasas sobre el combustible). La petición fue remitida por Industria al Consejo de Seguridad Nuclear, que avaló dicha posibilidad, aunque los plazos legales han impedido modificar la orden ministerial que habría permitido a Nucleor solicitar dicha prórroga.

La orden de cese de Garoña ha sido firmada este viernes por el secretario de Estado de Energía, Alberto Nadal, "un procedimiento administrativo iniciado hace meses; que el ministerio tenía que concluir antes del 6 de julio", ha añadido la vicepresidenta. Se trata de una "orden de cese basada en motivos económicos, que no de necesidad; ahora se trata de trabajar sobre la posibilidad de que pueda reanudarse en el futuro dado que no hay problemas de seguridad", ha dicho.

Esta semana, Nuclenor comunicó a los trabajadores que el cese era "reversible" y que a partir del próximo lunes, trabajarían en un "periodo de transición" hasta decidirse el futuro de la planta.

El pasado 16 de diciembre, la nuclear burgalesa se desconectó de la red eléctrica y comenzó a trasladar su combustible del reactor a la piscina de almacenamiento, anticipando así su clausura. Entonces, su empresa propietaria se basó en razones económicas para no seguir (las nuevas tasas sobre el sector nuclear aprobadas por el Gobierno del PP), aunque indicó su deseo de continuar si había cambios, en alusión a la futura reforma energética.

Está previsto que la reforma sea aprobada este mes.

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