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España

El secretario de la infanta se oculta en la Zarzuela hasta que el 'caso Nóos' escampe

La Casa Real decidió mantener en su puesto al fiel Carlos García Revenga, secretario de las infantas, cuando fue imputado en el 'caso Nóos', el escándalo que ha enlodado tanto a Iñaki Urdangarin y, por ende, a su esposa. En un primer momento, la Zarzuela emitió un comunicado en el que se anunciaba que no se tomaría determinación alguna con Revenga antes de su declaración ante el instructor.

Entre otras cosas porque en la citación no se especificaba "cargo alguno" en su contra. Declarar como imputado no es hacerlo como acusado, se explicó entonces en fuentes oficiales. Tras su deposición en el juzgado de Palma, ni el secretario de doña Cristina puso su cargo a disposición de la Casa Real ni nadie se lo pidió. García Revenga se mostró relativamente amnésico en su comparecencia ante el juez aunque, eso sí, dejó bien claro que el Rey desconocía que su hija fuera vocal de la Fundación de los líos y él mismo ejerciera el cargo de tesorero.

Cambios en Palacio

Desde aquella comparecencia, que tuvo lugar en marzo del pasado año, muchas cosas han cambiado en Palacio. Entre otras, que la propia infanta Cristina y su familia han mudado su lugar de residencia rumbo a Suiza y que ha resultado nuevamente imputada por el instructor. Pero en el día a día, la figura del asesor de las infantas se mantiene prácticamente al mismo nivel que antes de que estallara el escándalo, que puede acabar con una severa condena de Iñaki Urdangarin y su ex socio Diego Torres. Incluso se está pendiente del futuro de la propia infanta, que también declaró ante el juez como imputada hace un par de semanas.

A pesar de todos estos episodios tan poco edificantes que han sacudido a la Familia Real en los últimos años, el secretario de las infantas mantiene su normal actividad laboral en Palacio, según confirmaron este miércoles fuentes oficiales a este diario. Es empleado de la Casa Real desde 2003, cuando fue requerido como especial mentor de la infanta Elena, de quien había sido tutor en sus tiempos de profesor en el Colegio Santa María del Camino. Revenga es titulado en Magisterio, estudios que siguió también doña Elena, a quien ayudaba especialmente en sus labores académicas. También ejercía como monitor en las actividades extraescolares. En esta etapa se ganó la confianza de doña Sofía que fue quien le reclutó para crear una especie de secretaría de las infantas junto a Anunciada Fernández de Córdoba. Muy pronto García Revenga se quedó sólo al frente de este cometido.

Asesor y acompañante

Su simpatía, don de gentes e inteligencia natural le granjearon la confianza de toda la Familia del Rey, hasta convertirse en imprescindible acompañante y especial asesor de las infantas. Su hijas, incluso, fueron amadrinadas en la pila bautismal por Elena y Cristina.

También hilvanó una muy estrecha relación con Iñaki Urdagarin, hasta el punto de convertirse en el tesorero de la Fundación Nóos, origen y eje del 'affaíre' que ha socavado tan gravemente el prestigio de la Institución. El simpático profesor de doña Elena devino así en un puntal en la vida profesional, social y personal de las infantas. Algo más que un mero secretario. Un guía, un consejero, un asesor, una referencia, un amigo. El jovial maestro que llegaba al recinto del colegio en motocicleta y se ganaba el cariño y la confianza de los alumnos, se incrustó en la maquinaria de Palacio como una pieza del engranaje más. Nunca ha chirriado. Nunca ha dado que hablar. Eficaz y discreto, son dos de sus más valoradas virtudes.

Confianza plena

Desde su imputación, García Revenga ha intentado pasar a un segundo plano de la actividad pública. Tampoco su labor en este aspecto es la de antes. Con doña Cristina en Suiza y con doña Elena algo apartada de la agenda oficial, su presencia ya no es tan necesaria en visitas, actos y desplazamientos. Su trabajo se desarrolla fundamentalmente intramuros del Palacio. Casi recluido en los despachos. Alguien incluso del entorno dice que "permanece oculto" a la espera de su desimputación. Sigue gozando de la confianza de los Reyes y por supuesto de las infantas.

Sin embargo ha circulado la versión de que el Príncipe de Asturias se mostró en su momento partidario de apartarlo de sus responsabilidades en la Zarzuela en el momento en que fue imputado. No forzó en absoluto la salida pero hizo llegar su parecer a quien correspondía.

Don Felipe es de la opinión de que todo cuanto ha rodeado a la figura de Iñaki Urdangarin ha resultado, a la larga, un serio problema para la Corona. Quizás García Revenga no supo o no pudo alejar convenientemente la figura de la infanta de todo el entramado que levantó su esposo para enriquecerse supuestamente con dineros públicos. Pero el resultado no ha podido ser más letal.

Hombre cordial y de profusa presencia, antaño, en acontecimientos sociales de madrileños, se la he visto últimamente en algunas veladas especiales, como la inauguración de una boutique o determinadas cenas organizadas por representantes de la llamada 'coffee society'. Ahora le toca vivir en la penumbra a la espera de tiempos mejores.

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