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España

Moncloa temía que los ultras desvirtúaran el acto de Barcelona

La Plaza de Cataluña de Barcelona será escenario hoy de un acto que pretende ser la contrarréplica a la multitudinaria manifestación pro independentista del pasado 11 de septiembre, en la Diada. Promovida por organizaciones sociales y convocada a través de la red bajo el lema “De España y catalanes”, se aprovecha el día de la Fiesta Nacional para intentar dar voz a todo ese sector de la población catalana que no comparte la bandera independentista de Artur Mas. El Partido Popular, sin ser convocante, es una de las formaciones políticas, junto con Ciutadans que apoya esta manifestación, donde acudirá una nutrida representación del partido a pesar de las dudas que suscita la convocatoria.

Y es que, por un lado, Falange y la controvertida Plataforma por Cataluña, de Josep Anglada, han anunciado que se suman a la concentración, lo que genera un profundo malestar en el PP ante el temor de que el acto se les acabe escapando de las manos a los convocantes y acabe dominado por la ultraderecha. Cualquier símbolo preconstitucional que se enarbole puede acabar “contaminando” el acto así como ser usado por los independentistas como muestra de llamado “nacionalismo español”. Los convocantes han hecho un llamamiento para que no se exhiban símbolos partidistas ni ningún otro que ahonde en la fractura de la sociedad catalana. Es más, pretende tener un carácter festivo con la lectura de un manifesto en catalán y castellano y actuaciones musicales.

La segunda duda que se ha suscitado en las filas populares tiene más que ver con el éxito numérico de la convocatoria. Es a todas luces imposible emular la multitudinaria manifestación que transcurrió por las calles de Barcelona bajo el lema “Independencia”. Fuentes populares aducen que el éxito de aquella cita radicó en buena medida en la campaña que desde el Gobierno catalán se hizo a favor de la convocatoria, con el empleo de los medios de comunicación públicos, de la implicación de ayuntamientos nacionalistas, que movilizaron autocares, y el apoyo de “muchas asociaciones fuertemente subvencionadas” por la Generalitat.

Alicia Sánchez-Camacho estuvo deshojando la margarita hasta el final respecto a si acudir a Madrid a la recepción de los Reyes o participar en el acto de Barcelona

Toda una maquinaria puesta en marcha para asegurar su éxito. Sea así o no, la iniciativa del acto de hoy ha surgido de personas individuales, puestas en marcha a través de la red. Creen que hay garantizado un mínimo de 10.000 personas, muchas de ellas llegadas en los cuarenta autocares que parecen ya confirmados, pero no es mucha gente para llenar la inmensa Plaza de Cataluña. Las comparaciones van a ser inevitables. La foto fija de una y otra no van a tener nada que ver.

La presidenta del PP catalán, Alicia Sánchez-Camacho, estuvo dudando hasta el último momento si quedarse en Barcelona o celebrar el 12 de octubre en el acto oficial que se celebra en Madrid con la recepción oficial que ofrecen los Reyes tras el desfile militar. A favor de viajar a Madrid pesó el anuncio del portavoz del Gobierno catalán, Quico Oms,  de que no acudirían a la recepción de hoy porque ellos ya han celebrado su fiesta nacional, en relación a la Diada. Sánchez-Camacho, que deshojó la margarita, hasta el final creía que debía acudir en representación de Cataluña y del Parlament.

En todo caso acudirán dirigentes muy identificables del PP catalán como Alberto Fernández, el alcalde de Badalona, Xabier García Albiol y el de Castelldefles, Manuel Reyes; los diputados nacionales Dolors Montserrat y Antonio Gallego y la mayoría de los parlamentarios regionales. Además también estarán los dirigentes de Ciutadans, así como miembros del PSC y ex parlamentarios de CiU, eso sí, a título personal. El PP ha alentado a su militancia que se sume al lema “De España y catalanes”.

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