Publicado: 05/02/2015 04:00
José Ángel Fernández Villa fue durante tres décadas el icono del sindicalismo minero en las cuencas de León y Asturias. Su fuerza e influencia políticas parecían interminables. Hasta que el pasado octubre cayó en desgracia al trascender que habría ocultado la friolera de 1,4 millones de euros a Hacienda. Estos días el Parlamento asturiano está celebrando una comisión de investigación para esclarecer la procedencia de la supuesta fortuna oculta de este símbolo del PSOE astur. Por el momento, poco se está investigando, dado que una depresión del investigado y el silencio de su entorno no facilitan el trabajo. Su sindicato, el famoso SOMA-UGT asturiano, se ha negado a aportar datos clave.
Los ciudadanos de Asturias tienen motivos para la sorpresa cada mañana, cuando leen o escuchan la evolución de esta comisión de investigación que está mutando, poco a poco, en ceremonia de la confusión, al decir de los propios medios del Principado. En la Junta General de Asturias, donde se celebran las sesiones, casi cada día la noticia es que alguien no aparece o, aunque parezca, se niega a aportar datos sobre la gestión de los fondos mineros y sobre la fortuna de ese mito ahora derrumbado que se llama José Ángel Fernández Villa. Para empezar, el propio interesado e investigado no ha acudido a la cámara regional aduciendo para ello una enfermedad. Mientras, sus familiares directos y sus socios se han negado a hablar.
José Ángel Fernández Villa vive recluido en su domicilio de Oviedo desde que estalló el escándalo que acabó con su larga carrera política
Deprimido y trastornado
En concreto, tal y como se ha publicado en su Asturias del alma, el histórico sindicalista y miembro del PSOE, un hombre tan poderoso durante tantos años, padece una "demencia frontal de grado leve-moderado con probable componente degenerativo asociado". Al parecer, Fernández Villa, que vive recluido en su domicilio de Oviedo desde que estalló el escándalo que acabó con su carrera política, sufre una suerte de depresión, con trastornos obsesivos incluidos. Según el informe del Hospital Universitario Central de Asturias que han presentado sus familiares, su salud se ha deteriorado gravemente en los últimos meses. Entre otras cosas, habría incurrido en un "descuido del aseo personal".
Dado que el principal implicado en este turbio asunto no está en condiciones óptimas, se esperaba mucho de lo que pudieran decir en sede parlamentaria sus familiares. Sin embargo, su esposa y dos hijos, María Jesús Iglesias, Rolando Fernández y Ángela Fernández, acudieron a la Junta General para comunicar a todas las formaciones políticas que no pensaban decir ni esta boca es mía. Silencio total. Una estrategia cimentada en varios preceptos legales que arguyeron ante sus señorías. Idéntica fórmula eligieron tanto José Antonio Postigo, hombre de confianza de Fernández Villa, al que colocó como presidente del Montepío de la Minería Asturiana y quien también es investigado por ocultar dinero al fisco, como su hija, Patricia Postigo.
Otro de los momentos más llamativos de esta comisión tuvo como protagonista al gerente del Instituto para la Reestructuración del Carbón y Reactivación de las Comarcas Mineras (IRMC), Juan Miguel Benítez Torres, quien directamente no apareció en la cámara autonómica. Se le esperaba para que explicase, entre otras cosas, los pormenores de los fondos mineros derivados de los planes de la minería 1998-2005 y 2006-2012. Pero no hubo forma de preguntárselo.
Dietas de 243.000 euros
Por el momento, el testimonio más importante ha corrido a cargo de la actual presidenta de Hunosa y de su Comité de Administración desde 2012, María Teresa Mallada de Castro. Ella reveló el pasado vienes que la empresa pública pagó 243.462,46 euros en cheques nominativos al exsecretario general del SOMA José Ángel Fernández Villa por dietas de asistencia a las reuniones del Comité Intercentros entre 1989 y 2001, recogió Europa Press. Además, esta testigo recordó que en 2001 se pasó a realizar los pagos directamente al SOMA, como se hacía con otros sindicados.
Una vez que se conoció el dato acerca de estas dietas, se antojaba determinante para el discurrir de la comisión el testimonio del responsable del sindicato SOMA-Fitag-UGT, José Luis Alperi, sustituto de Fernández Villa. Una vez más, las grandes expectativas se quedaron en jarro de agua fría. Alperi dijo que en las cuentas de la organización que dirige "no constan" esos 243.000 euros. Y dijo que el SOMA es el más interesado en aclarar la procedencia de la supuesta fortuna de su predecesor en el cargo.
El sustituto de Fernández Villa se negó a dar cuenta al parlamento asturiano de las retribuciones que recibió el investigado en la etapa en la que era cargo público, diputado regional del PSOE y senador por Asturias
Eso sí, el sindicalista se negó a dar cuenta al parlamento asturiano de las retribuciones que dio el sindicato a Fernández Villa en la etapa en la que era cargo público, diputado regional del PSOE y senador por Asturias. Y lo hizo porque, según explicó, estaba cumpliendo la ley de protección de datos, que requiere el consentimiento del interesado. Tras esto, el diputado regional de UPyD Ignacio Prendes, que precisamente preside la comisión, expresó su enorme malestar por la actitud de Alperi.
Otro personaje que ha pasado por la comisión es el exdirector regional de Industria, exconsejero de Industria y exdirectivo de Mina La Camocha, Víctor Zapico, viejo conocido del otrora todopoderoso Fernández Villa. A punto estuvo de no declarar. De hecho, en varias ocasiones requirieron su presencia en el parlamento regional, pero no se lograba localizar su paradero. Cuando ya se daba por hecho que no declararía, dio señales de vida. Y finalmente compareció en la Junta General para asegurar que "la trama carbonera no puede tener nada que ver con la supuesta fortuna de Villa porque no existe tal trama".
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