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El norte de Europa quiere a España fuera de la cúpula del BCE

El Banco Central Europeo se encuentra en el centro de la guerra de poderes. Primero se desató la lucha entre Alemania y Francia por colocar a uno de los suyos como economista jefe; ahora, los países nórdicos intentan conseguir una mayor representación a costa de ocupar el puesto del español José Manuel González-Páramo.

Según informa la versión alemana de Financial Times, los países del norte de Europa, liderados por Holanda quieren evitar que González-Páramo sea sustituido por otro español cuando abandone su puesto en la dirección del BCE, en junio de 2012. En su lugar, estos estados se han marcado el objetivo de colocar en su lugar a uno de sus representantes.

La coalición contra España refleja una doble insatisfacción entre los países nórdicos de la zona euro respecto a la distribución de puestos en el Banco Central. Según cuenta el semanario Der Spiegel, Alemania, Holanda, Austria y Finlandia sienten que están infrarrepresentados en la institución, en favor de los países del sur de Europa.

La presencia del italiano Mario Draghi y del portugués Vítor Constancio en los más altos puestos del BCE molesta sobremanera a los nórdicos, que ven a los países del sur de Europa como un peligro para la estabilidad de la moneda única, a ser estos los más afectados por la crisis financiera, y culpan directamente la presencia del sur en el BCE de haber apoyado a los países menos estables mediante la compra de deuda soberana.

Frente a esta situación, el grupo del norte se presenta como un conjunto de “países con disciplina fiscal” y una mejor opción para ser la cara visible de la dirección del BCE. “En este momento, tenemos un desequilibrio”, explicó Jan Kees de Jager, ministro holandés de Finanzas, durante una entrevista. Por su parte, Finlandia aún no ha tomado una decisión concreta, aunque sí se ha posicionado del lado de los holandeses, explica Der Spiegel.

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