Publicado: 12/07/2014 17:55
"¿Has visto lo que están haciendo con Pedro? Me parece una infamia que no sé cómo consiente Alfredo, porque ese juego sucio no se puede tolerar". La frase, pronunciada hace 48 horas ante un grupo de militantes socialistas, pertenece al expresidente Rodríguez Zapatero, y Alfredo es Alfredo Pérez Rubalcaba, hasta hace poco secretario general del PSOE y principal apoyo en la sombra desde el aparato de Ferraz del candidato Eduardo Madina, 38, que mañana se verá las caras con los otros dos, Pedro Sánchez, 42, y José Antonio Pérez Tapias, 59.
La censura del expresidente del Gobierno tenía que ver con la aparición en Elconfidencial.com de un recordatorio conocido por cualquier español mayor de edad según el cual el candidato Sánchez había pertenecido entre 2004 y 2009 a la Asamblea General de Caja Madrid bajo la presidencia del ahora denostado Miguel Blesa, un organismo integrado por 320 personas cuya capacidad de decisión era nula, porque su misión consistía en refrendar las medidas aprobadas por el Consejo de Administración de la entidad. En realidad, Sánchez fue miembro nato de dicha Asamblea en su condición de edil del Ayuntamiento de Madrid en representación del partido socialista.
Lo que hasta ahora no se ha sabido es que el entorno de Eduardo Madina, lo que en medios del propio socialismo español algunos califican como “el comando Madina”, en recuerdo de aquel casi mítico “comando Rubalcaba” de tiempos pasados, ha mirado y rastreado a fondo la vida y milagros del candidato Sánchez, sin duda en un intento desesperado de encontrar material susceptible de ser utilizado en su contra con el objetivo de anular la ventaja con la que partió, tras la presentación de los avales, en la carrera hacia la secretaria general del partido.
En concreto, ese entorno ha manejado otros dos dossiers sobre Pedro Sánchez. Uno está centrado en su historial académico. Licenciado en Económicas y Empresariales en la Universidad Complutense de Madrid, en 2012, tras realizar diversos estudios de postgrado, se doctoró en Economía y Empresa por la también madrileña Camilo José Cela. El dossier de marras argumenta que la tesis que respaldó ese doctorado, sobre la que Sánchez publicó el año pasado el libro “La nueva diplomacia económica española”, no era del todo original, y además no había pasado por el Registro Central de Tesis, entre otras “historias” destinadas a arrojar dudas sobre su expediente académico.
Hacer todo el daño posible a Pedro Sánchez
El segundo dossier es notablemente más llamativo, incluso vergonzoso, en tanto en cuanto tiene que ver con episodios que afectan a la familia de la mujer de Sánchez, "un asunto realmente escandaloso", en palabras de un militante socialista al corriente de lo ocurrido, "porque no está muy claro que uno elija de verdad a su mujer, como para pretender que además elija a la familia de la mujer. Una cosa muy turbia, muy sucia, que habla a las claras de que alguien en el entorno de Madina estaba dispuesto a todo con tal de perjudicar el crédito de Sánchez".
"Alguien en el entorno de Madina estaba dispuesto a todo con tal de perjudicar el crédito de Sánchez"
Los dossiers de marras, aunque han circulado entre miembros del partido, no han llegado a ver la luz. "Lo han estado moviendo", señala la misma fuente, "pero nadie ha picado porque eran incluso más cutres que lo publicado por El Confidencial y porque lo del Confidencial les ha salido mal, al no engancharse nadie a la historia. Al final el tiempo se les echó encima y lo pararon. Hubiera sido muy escandaloso salir con ese material uno o dos días antes de la elección de secretario general. Pero que han intentado hacer todo el daño posible a Pedro Sánchez, eso está claro".
La iniciativa desesperada del "comando Madina" tratando de anular la ventaja de Sánchez –que ha denunciado la "guerra sucia" puesta en marcha en su contra- parece, con todo, haber logrado su objetivo al menos en parte, puesto que las últimas encuestas aparecidas este sábado otorgan al candidato vasco una ligera ventaja sobre el madrileño, con Pérez Tapias a bastante distancia de ambos, algo que hace presagiar un resultado muy apretado y que difícilmente alcanzará el objetivo perseguido: descubrir un nuevo liderazgo sólido al frente del Partido Socialista Obrero Español.
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