Quantcast

España

Interior ultima un protocolo del ébola sólo para policías: "Discreción para evitar la alarma"

Llegada a España de uno de los dos misioneros fallecidos por el virus del ébola.

Quince días después del brote de ébola, el Ministerio del Interior ha decidido elaborar un protocolo específico de actuación ante la enfermedad para los agentes del Cuerpo Nacional de Policía. Dicho documento, aún en fase de elaboración y que sustituye a un tríptico y un cuadernillo repartidos recientemente, detalla cómo deben actuar los policías ante la presencia de una persona sobre la que haya sospechas de que padece la enfermedad o, simplemente, se tenga constancia de que procede de alguno de los cuatro países africanos donde se ha extendido al epidemia en los últimos meses. Por primera vez, el departamento de Jorge Fernández Díaz contempla que los agentes utilicen los llamados EPI (Equipos de Protección Individual) en determinadas circunstancias, aunque el protocolo no detalla cómo hay que ponérselo y quitárselo. Eso sí, aconseja de manera destacada que si los mismos se visten en un aeropuerto, los policías deben "ser lo más discreto posible" ya que dichos monos crean "un estado desmedido de alarma".

Interior ha comunicado a los representantes sindicales de la Policía que Sanidad les ha facilitado 150 trajes de protección nivel IV 

El borrador, de doce folios de extensión y al que ha tenido acceso Vozpópuli, fue entregado este jueves a los representantes sindicales de los agentes en una reunión con altos cargos de la Dirección General de la Policía en los que éstos les informaron que Interior tendrá a su disposición 150 trajes de protección nivel IV (los que usan las unidades policiales NBQ son de nivel III). En el documento, el Ministerio distingue cinco escenarios distintos ante los que podrían tener que enfrentarse los agentes. Así, da instrucciones sobre qué hacer si llegan sospechosos de padecer la enfermedad a bordo de una patera avistada antes de arribar, si ésta ya ha llegado a nuestras costas, si la entrada en nuestro territorio de los posibles afectados es por un aeropuerto o si éstos ya están en nuestro territorio e, incluso, si se encuentran recluidos en un calabozo o un Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE).

En la primera de estas situaciones, con el simple hecho de confirmarse la presencia de nacionales de países de riesgo (Guinea Conakry, Sierra Leona, Liberia y Nigeria), Interior aconseja el "aislamiento de los inmigrantes" de manera inmediata a la espera de lo que determina "la autoridad médica competente". En este caso, los policías deben usar en todo momento guantes de látex y, "en caso de acercamiento estrecho", una mascarilla. Sólo si finalmente los servicios sanitarios detectan la presencia de inmigrantes con síntomas de la enfermedad, los policías utilizarán gafas protectoras y los monos desechables con calzas.

Alejar a "bañistas o veraneantes"

Parecido modo de actuación deben observar los agentes si la embarcación ya ha llegado a nuestras costas. En este caso, Interior ordena a los agentes manter "una distancia de seguridad" con los inmigrantes hasta constatar si entre ellos hay alguno originario de los cuatro países africanos origen del brote o algún otro muestra síntomas compatibles con la enfermedad. De ser así, los policías deberán ponerse los trajes especiales y contener "a todos los inmigrantres en el lugar esperando la llegada de los servicios sanitarios". Todo ello a la vez que se impide "la aproximación al lugar a las personas ajenas a la intervención" como "bañistas o veraneantes".

El protocolo, que sustituye a un tríptico repartido hace una semana entre los agentes, no especifica cómo hay que ponerse y quitarse el mono de protección

En el caso de que el sospechoso de estar infectado de ébola llegue por avión, los agentes deben trasladarlo de modo inmediato "a un lugar apartado, si puede ser aislado mejor", del propio aeropuerto usando para ello los EPI. A la vez se informará al responsable de la instalación para que active el plan de autoprotección. Es en esta situación donde Interior incluye una "nota" de advertencia destacada en el protocolo. Así, resalta que "al ser el aeropuerto un lugar de tránsito internacional, con mucha afluencia de personas de todas las nacionalidades, sería conveniente ser lo más discreto posible, ya que los EPI, sobre todo el mono desechable, crea un estado desmedido de alarma".

En el caso de que los policías se encuentren con un caso sospechoso ya en España, también les recomienda trasladar "a un lugar apartado" al enfermo, para lo que deberán usar los monos desechables. En ese caso, el aviso se trasladará a la Sala del 091 para que, a su vez, comunique la situación al Ministerio de Sanidad. En este caso, los agentes deben "filiar y retener a toda persona que se encuentre con la persona afectada a la hora de nuestra llegada para su posterior exploración por parte de los servicios médicos competentes". Una actuación similar se hará si el presunto afectado de ébola se encuentra en un CIE o un calabozo. Para éstos, se ordena trasladarlos a una "celda aparte" e impedir que el resto de detenidos que hayan tenido contacto con él abandonen las instalaciones "bajo ningún concepto" ni para ir a un juzgado.

El borrador también especifica cuándo se deberán usar los diferentes elementos de protección, aunque no cómo hay que ponérselos y quitárselos. Así, aclara que en caso de riesgo bajo sólo es necesario utilizar guantes y que la mascarilla queda reservada a los momentos de "contacto estrecho con la persona potencial afectada y que no haya sido examinada por personal médico cualificado". En estos casos queda descartado el empleo de gafas, monos y calzas. Estos quedan reservados sólo para los casos de "riesgo alto" en los que los posibles afectados tengan síntomas de la enfermedad. Lo que sí especifica el documento es cómo desprenderse de todo este material una vez finalizada la intervención y que lo único reutilizable del mismo son las gafas una vez desinfectadas.

Ya no se pueden votar ni publicar comentarios en este artículo.