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España

Tercer permiso en poco más de un mes al preso de ETA Lasarte en plena bronca entre jueces e Interior

Lasarte pasea por la localidad navarra de Lodosa durante el primer permiso que disfrutó en mayo de 2013.

El juez de Vigilancia Penitenciaria de la Audiencia Nacional, José Luis de Castro, ha dictado un auto por el que concede un nuevo permiso "ordinario" de seis días a Valentín Lasarte, preso de ETA condenado a 340 años de cárcel por su participación en siete asesinatos, entre ellos el del dirigente vasco del PP Gregorio Ordóñez. Esta autorización se suma a otras dos también de la misma duración que recibió el pasado mes de noviembre con sólo 48 horas de diferencia y que hasta ahora no ha podido disfrutar por los recursos que de modo sistemático presenta la Fiscalía para oponerse a los beneficios penitenciarios a presos de la organización terrorista en la línea marcada por el Gobierno de Mariano Rajoy. Previsiblemente, el Ministerio Público volverá a actuar así pese a que desde mayo de 2013 un fallo de la Audiencia Nacional recalca que este preso etarra cumple los requisitos para su concesión. Lasarte, encarcelado desde 1996, está actualmente acogido a la llamada 'Vía Nanclares' de reinserción y totalmente apartado de la disciplina de la organización terrorista.

El pasado mes de noviembre, el juez de Vigilancia Penitenciaria concedió otros dos permisos a Valentín Lasarte en sólo 48 horas. Ya suma seis desde 2013 

El auto del juez De Castro lleva fecha del pasado 11 de diciembre aunque se conoce en plena polémica entre la judicatura y el Gobierno después de que trece de los 18 magistrados de la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo emitieran este jueves una nota de protesta por las recientes declaraciones declaraciones del ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, a un diario en las que calificaba de "lamentables" las recientes excarcelaciones de dos 'históricos' dirigentes de la banda armada tras la acumulación de las condenas que habían cumplido en Francia. Dicha decisión judicial fue también criticada en público por otros miembros del Gobierno, entre ellos la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, y el titular de Justicia, Rafael Catalá. En un gesto insólito, los jueces pedían al presidente de la Sala de lo Penal que instara al máximo responsable del Poder Judicial, Carlos Lesmes, a "que ponga coto" a manifestaciones de este tipo que consideran que "no son adecuadas ni guardan el debido respeto" al Tribunal Supremo.

De ratificarse este nuevo permiso y los dos del mes de noviembre, serían ya seis las licencias para salir de prisión que concede la Justicia al disidente etarra desde que en mayo de 2013 abandonara por primera vez la cárcel alavesa de Zaballa con uno de tres días. Los presos clasificados en segundo grado penitenciario, como es el caso de Lasarte, pueden disfrutar de un máximo de 36 días al año de permiso. La decisión del magistrado se produce, además, menos de tres meses después de que el etarra aprovechara su comparecencia como testigo en un juicio por el asesinato de un policía en el que había participado y por el que ya fue condenado para pedir perdón a la familia de la víctima. "Quiero decir que lamento profundamente los daños causados y abogo por el reconocimiento de todas las acciones", dijo ante el tribunal antes de recordar que se encontraba desvinculado de la organización desde hace años. De hecho, se desmarcó de la banda armada a finales de 2008 tras mostrarse a favor de acabar con la violencia terrorista. En febrero de 2010, el autodenominado Colectivo de Presos Políticos Vascos (el EPPK en sus siglas en euskera) lo expulsó del mismo junto a otros cuatro reclusos etarras.

Salidas envueltas en la polémica

Pese a estas muestras de arrepentimiento, las salidas de prisión de Valentín Lasarte siempre han estado rodeadas de polémica. La primero que disfrutó, en mayo de 2013, estuvo precedida de numerosos recursos por parte del propio preso después de que Instituciones Penitenciarias, en primera instancia, y el juez De Castro, después, se lo negaran. Fue la Sección Primera de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional, presidida por el magistrado Fernando Grande Marlaska, quien finalmente dictó un auto con el que no sólo daba luz verde a la salida del recluso sino que también fijaba claramente los criterios legales que debían regir a partir de aquel momento para que aquellos presos que hubieran abandonado la violencia y reconocido el daño causado pudieran acceder a dichos beneficios.

Las salidas de Lasarte siempre han contado con la oposición de Instituciones Penitenciarias y de la Fiscalía de la Audiencia Nacional 

Sin embargo, no acabó ahí la polémica. Cuando finalmente salió de prisión, Lasarte se alojó junto a su pareja en la localidad navarra de Lodosa después de que la Audiencia Nacional le fijara en su auto como condición que lo disfrutara fuera del País Vasco para evitar coincidir con familiares de sus víctimas. Aquellos días tuvo que acudir a firmar a diario al cuartel de la Guardia Civil en el municipio, en el que estaban destinados algunos agentes que antes habían estado en puesto de la localidad riojana de Arnedo que sufrió un atentado en el que participó el propio Lasarte junto con otros miembros del 'comando Donosti'. Tras conocer por la prensa la presencia de esos agentes, Lasarte envió una carta al sargento jefe del cuartel lamentando "el daño que les causé en su día a ellos y a sus familiares".

En agosto de ese mismo año, el juez Central de Vigilancia Penitenciaria le autorizaba a salir de nuevo de prisión con un permiso ordinario de seis días. Sin embargo, los recursos presentados por la Fiscalía de la Audiencia Nacional impidieron que pudiera hacerlo efectivo hasta el mes de octubre. El representante del Ministerio Público se oponía al entender que el preso había incumplido las condiciones impuestas para su primera salida de prisión y se había acercado en exceso a las víctimas de la organización, en referencia a los guardias civiles de Lodosa. Además alegó que Lasarte no había cooperado "en ningún momento" con la Justicia a esclarecer atentados cometidos por ETA. El fiscal también criticaba "el automatismo, la premura y la rapidez" con la que se le había concedido esta segunda licencia. El magistrado desoyó estos argumentos y autorizó finalmente el permiso al considerar que el etarra cumplía todos los requisitos fijados por la ley y por el auto de sus colegas de la Audiencia Nacional.

El pasado mes de junio disfrutó de su tercer permiso. El mismo fue autorizado por el juez De Castro en un auto del 21 de mayo, después de que la Junta de Tratamiento de la prisión de Zaballa lo rechazara en primera instancia. La decisión del magistrado fue recurrida por la Fiscalía de nuevo, lo que retrasó que el interno pudiera disfrutarlo hasta el verano. De nuevo el titular de Vigilancia Penitenciaria hizo constar en su decisión la condición de arrepentido del etarra y el hecho de que llevase encarcelado 17 años, más de la mitad de los 30 años de condena efectiva que cumplirá. Argumentos de nuevo utilizados ahora en el auto del pasado 11 de diciembre para concederle otros 6 días de permiso. Y van 18 en poco más de un mes.

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