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España

La deuda asfixia a la capital en 2013: 124 millones a inversiones, 302 millones al pago de intereses

Las cuatro torres y las Torres Kio fotografiadas desde la Carretera de Castilla, en Pozuelo de Alarcón.

El afán del Ayuntamiento de Madrid por reducir una deuda heredada de Alberto Ruiz-Gallardón que actualmente rebasa los 6.500 millones de euros arruinará cualquier horizonte inversor planteado por Ana Botella a medio y quién sabe si a largo plazo. Así lo ponen de manifiesto los presupuestos generales de la ciudad aprobados hace un mes y debatidos ayer en el Pleno municipal: éstos consagran 124,2 millones al capítulo de inversiones por 302 millones al pago de los intereses en 2013, más del doble.

Tirando de pedagogía suave, la delegada de Hacienda, Concepción Dancausa, comentó en la presentación de los presupuestos que la “intensa actividad inversora realizada durante los últimos ocho años permite una ralentización de las inversiones en los próximos ejercicios”. Ralentización, sin embargo, acompañada de tijeretazos en partidas que se suponen esenciales, como polideportivos, Samur, bomberos, limpieza, basuras, parques, ayuda a la drogadicción, vivienda protegida, museos o servicios sociales. Un cóctel que ha dejado sin halo a toda la oposición, resignada a los tiempos de austeridad pero estupefacta ante el panorama que le espera a la capital, la ciudad más endeudada. La amortización total de la deuda más allá de 2013 se eleva a 732,9 millones de euros, que sumados a los intereses del año que viene superan los mil millones. Si nada cambia.

Jorge García Castaño (IU): "Cada madrileño pagará 323 euros por la deuda y recibirá 36 para sus servicios".

“Los despilfarros anteriores han provocado un brutal aumento de los intereses financieros, pero la vía tomada para reducirlos es la del modelo precrisis. Botella recorta alegremente en servicios públicos y no ha sido capaz de presentar antes de los presupuestos el plan de reestructuración relativo aquellas partidas prescindibles que ella misma prometió”, lamenta el edil de UPyD Mariano Palacios.

La recaudación obtenida por IBI y la tasa de basuras se pierde en el pago de intereses a la banca, recuerdan varios concejales de la oposición. Uno de ellos, Jorge García Castaño (IU), ha calculado cuánto dedica el Consistorio a los ciudadanos y cuánto a las entidades con la amortización a largo plazo: “Cada madrileño pagará 323 euros a los bancos por la deuda municipal mientras que 36 euros, diez veces menos, se asignan para la mejora de sus servicios”.

El exconcejal socialista y economista Alejandro Inurrieta denuncia sin pelos en la lengua las previsiones del equipo de Botella: “El sobrecoste de la M-30 se ha cargado la capacidad inversora de Madrid. La apuesta personal y política de Gallardón, que tuvo muchos rivales dentro del PP, ha condenado a la ciudad para la próxima década. No veo demasiadas perspectivas de mejora”. Inurrieta también cita el empeño por albergar los Juegos Olímpicos con pabellones millonarios como la Caja Mágica.

"El sobrecoste de la M-30 ha condenado a Madrid durante la próxima década", denuncia Alejandro Inurrieta.

Entretanto, los empresarios critican cada vez con más fuerza la reactivación de la morosidad, que volvió a crecer este año tras aprobar el Gobierno la Ley de Proveedores, aunque Botella ha tratado de taponarla hace poco abonando pagos pendientes.

En cuanto a las inversiones, Dancausa lo dejó claro: “Reforma, reparación y renovación integral de edificios e instalaciones”, además de los proyectos plurianuales de inversión -que están por ver-. Eso, la rehabilitación del antiguo Mercado de Barceló y poco más para el año que viene. 

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