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España

El tesorero de Convergencia amenaza: “Yo solo no me como el marrón”

El tesorero de Convergencia, Andreu Viloca, antes de su entrada en prisión.

Andreu Viloca está considerado en las filas convergentes como un tipo tímido, entregado a la discreción a la que obliga el cargo de tesorero, y disciplinado con las órdenes que recibe de arriba. Lleva en prisión desde hace casi una semana y el recado que ha hecho llegar a la cúpula de Convergencia a través de su abogado, es nítido: “Yo solo no me como el marrón”. Días después del aviso, le llegó la respuesta: “Tranquilo Andreu, tienes que aguantar”.

Convergencia encara una lucha fratricida por la sucesión de Mas que condiciona la actitud del tesorero detenido

A juicio de los dirigentes de Convergencia consultados, Viloca es el eslabón más débil de la cadena que sujeta la presunta trama de corrupción que anida en esta formación desde que Jordi Pujol convirtió a Cataluña en su cortijo particular. Lejos de la frialdad que envuelve el carácter de otros investigados, como es el caso de José Antonio Rosell, responsable de la adjudicación de obras públicas de la Generalitat, o de Javier Tauler, directivo de la constructora Copisa, Viloca tiene alergia a los focos y ha estado siempre acostumbrado a vivir en la sombra, al estilo de un puro gestor de cuentas, eso sí con excelentes contactos empresariales y con una agenda que refleja los ingresos al día, como corresponde a cualquier gerente de un partido político que se precie de serlo. En el PP han conocido unas virtudes parecidas en Luis Bárcenas o en Álvaro Lapuerta y en el PSOE se las identificaron al chileno Carlos Van Schowen, protagonista del caso Filesa, y a Xoan Cornide, casi todos de triste recuerdo. El único de ellos que se creyó que era algo más que un contable y se elevó por encima de muchos de sus superiores fue Bárcenas, y así le ha ido.

La detención de su tesorero le ha coincidido a Convergencia con una auténtica refriega en la lucha por la sucesión de Artur Mas que se despejará en primavera. En ella, aseguran las fuentes, puede jugar un papel principal y determinante la actitud de Viloca. “Si el tesorero quiere, puede enviar a la cárcel a media docena de altos cargos del partido y a numerosos empresarios. De hecho, en estos momentos la supervivencia de muchos de ellos depende de su silencio”, aseguran en su partido.

Curado de espanto tras el 'caso Palau'

Viloca heredó las finanzas de Convergencia curado de espanto, pues sucedió en ellas a su exjefe, Daniel Osàcar, cuando en las Navidades de 2010 ya se había descubierto la financiación ilegal que se ocultaba detrás del palacio de la Música. De este caso, donde el juez demostró la existencia de mordidas a varias constructoras, salió limpio de polvo y paja el actual consejero de Justicia de la Generalitat, Germà Gordó, a quien dentro de Convergencia se considera como uno de los principales cerebros de la trama del 3%. De hecho, su nombre ya ha aparecido, aseguran fuentes de esta formación, en algunos de los testimonios trasladados al juez Josep Bosch, al frente de la instrucción del caso.

"La supervivencia de muchos cargos del partido depende del silencio de Viloca", aseguran en Convergencia

En el entorno de Artur Mas se da más importancia y hay más preocupación por esta investigación que lleva a cabo la Guardia Civil que por los registros efectuados ayer en el domicilio de Jordi Pujol y tres de sus hijos, pues se considera que estos últimos obedecen al interés del ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, por regalar a Mariano Rajoy un arranque brillante de la precampaña electoral. “Nadie puede pensar a estas alturas que la familia Pujol guarde en sus casas documentos comprometedores, creemos que es puro espectáculo, pues donde realmente está el meollo es en las detenciones de Tarragona”, sostienen las fuentes. En esta última ciudad es donde fueron detenidos el pasado miércoles Viloca, altos cargos de la Generalitat y empresarios supuestamente vinculados al dinero negro que ha podido nutrir las arcas de Convergencia en la última década.

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