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España

Los obispos eligen a un cura mediático para abrir la sucesión de Rouco Varela

El sacerdote José María Gil Tamayo saluda al papa Francisco durante una audiencia en El Vaticano

La Conferencia Episcopal española ha dado el primer paso importante en el relevo del cardenal Rouco Varela. El principio del final de una era. La desginación del sucesor de Martínez Camino en el puesto de secretario general del episcopado era una decisión muy esperada para escudriñar por dónde respira la alta jerarquía de la Iglesia española.

No ha habido sorpresas pero sí un mensaje claro. Han llegado los tiempos de renovación y cambio. Los candidatos de Rouco, Ginés García, obispo de Guadix y en especial César Franco, auxiliar de Madrid, quedaron en la estacada sin que ninguno alcanzara la veintena de votos. Franco tan sólo obtuvo una docena de apoyos. Todo un mensjae de que no habrá "rouquismo sin Rouco", como explicaba ayer gráficamente un conocedor del ámbito eclesial.

Labor en Roma

Ganó el candidato previsto, José María Gil Tamayo (Zalamea de la Serena, Badajoz, 1957), sacerdote licenciado en Teología y en Periodismo por Navarra, experto en temas de comunicación y muy bien valorado por los profesionales de la información por su espléndida labor en Roma con los medios de habla hispana durante el cónclave en el que salió elegido el papa Francisco. Un perfil netamente mediático, un rostro amable, una gran habilidad comunicativa, tuitero con moderación y un cartel intachable en el oficio.

Gil Tamayo ni siquiera estaba en la asamblea en la que se le designó secretario general ya que no es obispo. Pero su elección no ha provocado mayores sorpresas. Se esperaba este mensaje de actualización en la Conferencia. La llegada del Papa argentino ha supuesto un cimbronazo en el seno de la jerarquía eclesiástica española que está intentando adaptarse, con voluntad y celeridad, a los nuevos tiempos que marca el Vaticano. Algunos se quedarán por el camino.

El Papa ya ha elegido

Ha llegado la hora del relevo de Rouco Varela, doce años al frente de la Iglesia española en sendos mandatos de seis años, con el interregno coyuntural y casi olvidado de monseñor Ricardo Blázquez. El nombramiento de su sucesor al frente de la Conferencia Episcopal está previsto para finales de año, aunque se llevará a cabo en torno a Semana Santa, de acuerdo con la mayor parte de las previsiones. Una fuente periodística medianamente fiable comentaba días atrás que el Santo Padre tiene ya decidido el nombre de su sucesor. No hay un candidato claro y, sobre todo, nadie es capaz de escrutar hacia dónde se orientará el actual Pontífice.

La designación de Gil Tamayo como nueva voz de la Iglesia española es algo más que un síntoma. Perteneciente al Opus Dei, su perfil es el de un hombre de nuestro tiempo, moderno, conectado al mundo de la comunicacón, muy sensible al hecho informativo y directamene vinculado al nuevo Vaticano. Es hombre de confianza del poderoso director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, el padre Federico Lombardi, quien ayer quiso telefonear y felicitar a su "colega y amigo".

Cope y RTVE

En su larga trayectoria profesional, Tamayo ha sido el director del secretariado de la Comisión de Medios de Comuncicación Social de la Conferencia Episcopal, así como el hombre de la institución para las relaciones con el Ente de RTVE. También es miembro del consejo de Administración de la cadena Cope, donde colabora y donde tiene grandes amistades, y también escribe habitualmente en 'L'Osservatore Romano', y en las publicaciones españolas 'Ecclesia', 'Palabra' y el rotativo 'La Razón'.

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