Rato facturó sus conferencias a través de una empresa energética para defraudar a Hacienda

Conferencias a precio de oro facturadas como si fueran kilowatios. La investigación sobre las finanzas de Rodrigo Rato ha destapado nuevas irregularidades. Algunas tan curiosas como el artimaña que el exvicepresidente del Gobierno utilizaba para cobrar su asistencia a congresos y por dar charlas y no tener que tributar por ellas a Hacienda. Para ello, utilizaba una empresa del entramado societario, Arada SL, en cuyo objeto social figura "producción de energía hidroeléctrica", tiene como administrador único al propio político y entre sus apoderados a una de sus sobrinas, a su secretaria Teresa Arellano y al presunto testaferro Miguel Ángel Montero, estos dos últimos detenidos el viernes. Esta mércantil centra, de hecho, una de las líneas de investigación que tiene abierta la Guardia Civil, según ha revelado en un auto el instructor del sumario, el juez Antonio Serrano-Arnal.

Según detalla el escrito del magistrado, Rato defraudaba al fisco al cobrar dichas conferencias a través de Arada SL, para luego derivar el dinero hacia VivaWay Limited, una mercantil constituida en septiembre de 2001 en Cardiff (Reino Unido) con un administrador del paraíso fiscal de la Isla de Gernsey y que, en realidad, es propiedad del propio Rato. A partir de ahí el dinero pasaba a Kradonara 2001 SL que a su vez los transfería a la mercantil alemana Bagerpleta GmbH, cuya única actividad es la explotación de un hotel en Berlín, en el que el ex director gerente del FMI posee un 50%. Esta misma sociedad germana ha recibido también 100.000 euros de Telefónica y otros 1,05 millones cuyo origen se desconoce y que llegaron a ella directamente desde VivaWay Limited y Kradonara 2001 SL.

Terrenos y pisos a nombre de Arada SL

Según el registro mercantil, Arada SL fue creada en julio de 1982 y tiene como sede el domicilio del propio Rato. Como objeto social figura la "producción de energía hidroeléctrica" aunque también le ha servido para administrar los negocios radiofónicos de la familia. Sin embargo, el expresidente de Bankia la utilizaba para bastante más cosas que para dichas actividades. Así, además de cobrar a través de ellas sus elevadas tarifas de conferenciante con el objeto de defraudar a Hacienda, puso a su nombre parte de su despacho profesional en la madrileña calle Castelló, registrado durante su detención de abril. También figura como propietaria de más de 10.000 metros cuadrados de terreno rústico a las afueras de Gijón.

Además, la firma a través de las cuales cobraba sus conferencias figura también como tenedora de paquetes accionariales en otras empresas del entramados. Una de ellas, Explotaciones de Carabaña SL, con el mismo objeto social. Otra, Donald Inversiones, una firma con la que gestiona la Sicav familiar. Incluso tiene a nombre de Arada SL un pequeño paquete accionarial en Algaenergy, una empresa de investigación en microalgas en la que participa desde que se creó en 2007. Sin embargo, Arada SL es desde 2013 una empresa en quiebra técnica después de que sólo en un año pasase de tener unos número rojos de 18.302 euros a perder cerca de 2,2 millones fruto de una supuesta inversión hotelera fallida. Otro negocio muy alejado de la producción energética... y las conferencias a precio de oro.