Publicado: 03/07/2014 13:16
El contable de Nóos, Marco Antonio Tejeiro, se ha convertido en colaborador de la Justicia, después de que se cierre la instrucción del caso. El fiscal del caso, Pedro Horrach, ha presentado esta mañana un escrito al juez Castro en el que proporciona información nueva sobre las facturas emitidas por el instituto, el diseño de sociedades y, sobre todo, que imputa las responsabilidades del fraude a Iñaki Urdangarín y Diego Torres y que salva a las esposas de ambas, incluida la infanta Cristina. Un pacto de conformidad requeriría el acuerdo de todas las partes, incluida la acusación popular que, de momento, se niega a limitar las responsabilidades y a acortar penas por una información que -según apunta- "está ya incorporada al sumario".
La acusación, imprescindible para el pacto, afirma que "las supuestas revelaciones están ya incorporadas al sumario"
El acuerdo que la fiscalía ha entregado en mano y personalmente al juez Castro pasa por que Marco Antonio Tejeiro admita la responsabilidad de algunos de los ocho delitos que se le imputan, a saber, prevaricación, malversación de caudales públicos, fraude a la administración, tráfico de influencias, fraude fiscal, estafa, y dos delitos de falsedad en documento mercantil y documento oficial. Aunque no hay una propuesta de pena concreta, sí se plantea rebajar las acusaciones por lo que Tejeiro vería menguada considerablemente la pena a la que se enfrenta. Los 8 delitos que el juez imputa al contable suponen penas de más de 20 años de cárcel. Un acuerdo de conformidad con la fiscalía podría limitar la petición de prisión a una décima parte de esa cuantía, según fuentes de la causa.
Ese acuerdo de conformidad firmado entre fiscalía y acusado limita la responsabilidad a los dos socios, Torres y Urdangarín y excluye del conocimiento de los hechos a la hermana del rey, la infanta Cristina. Tejeiro, hermano de Ana María Tejeiro, el socio de Iñaki Urdangarín, afirma que Aizoon era una "mera pantalla" sin actividad y que funcionó como una "sociedad mercantil". Esa empresa, propiedad al 50% de los Duques de Palma, habría sido controlada, sin embargo, únicamente por Torres y Urndagarín, según la confesión firmada del contable.
En el relato de hechos que aporta el contable, se revela que se facturaron cantidades superiores al coste real de los eventos que se programaron en Valencia o Baleares. Así, según el contable Tejeiro, se llegó a cobrar hasta 5,9 millones de euros por acontecimientos cuya organización costó a Nóos sólo 1,7 millones. El documento cita los casos del Valencia Summit 2004 y el Illes Balears Forums 2006 y asegura que "jamás se hicieran presupuestos detallados y analíticos" para presentarlos a las administraciones que los contrataron. El documento incluye no sólo el relato del contable de Nóos sino también un anexo de facturas y un detalle de cómo se alteraron los cobros para obtener beneficios. Igualmente, detalla el régimen de reparto de fondos entre Iñaki Urdangarín y Diego Torres. Fue, precisamente, la discrepancia en torno a ese reparto la que dio lugar a que algunas de las partes guardaran pruebas para un futuro, entre ellas e-mails y facturas, algunas de las cuáles no habían sido incorporadas a la causa.
Pacto no avalado por la acusación
Un acuerdo exige la conformidad de todas las partes y fuentes de la acusación popular, ejercida por Manos Limpias, no se muestran conformes con un pacto que excluya la responsabilidad de la hermana del rey por lo que, adelantan, que no avalarán semejante acuerdo. Nadie se ha puesto en contacto todavía con la acusación para buscar su acuerdo, según fuentes de Manos Limpias. Según la abogada Virginia López Negrete, las "supuestas revelaciones de Tejeiro están ya incorporadas al sumario", por lo que la acusación no avalará ese acuerdo.
De hecho, las acusaciones se han mostrado contrarias a cualquier acuerdo entre las partes en ocasiones anteriores, después de que la fiscalía intentara negociar con Urdangarín y Torres hasta en dos ocasiones para que asumieran la responsabilidad de los delitos que se dirimen en el caso Nóos.
Ya no se pueden votar ni publicar comentarios en este artículo.