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España

El contable de la Gürtel sigue el ejemplo de sus jefes y se niega a declarar ante Ruz

Pablo Izquierdo a su llegada a la Audiencia Nacional

En su poder se encontró una de las pruebas claves del 'caso Gürtel': el 'pen drive', el "puto pen drive" como lo calificó el propio Francisco Correa desde la cárcel, que contenía la contabilidad B de toda la trama de corrupción. Este viernes, sin embargo, el juez Pablo Ruz no ha conseguido de él ni un solo dato. José Luis Izquierdo, el presunto contable de la red liderada por Correa, siguió el ejemplo de su jefe y se negó a declarar en la Audiencia Nacional, donde estaba citado dentro de la última ronda de interrogatorios iniciada por el instructor como paso previo para concluir el sumario.

Visiblemente nervioso a la puerta de la sala donde iba a prestar testimonio, Izquierdo compareció durante escasos minutos ante el juez, los suficientes para anunciar que no iba a responder a ninguna de las preguntas. Ni siquiera ha contestado cuando el magistrado le ha interrogado si se ratificaba en sus anteriores declaraciones, según fuentes jurídicas presentes. Una estrategia que coincide con la que este jueves mantuvieron el presunto cabecilla de la trama y Alvaro Pérez, 'El Bigotes', quienes también decidieron acogerse a su derecho a no declarar.

Este nuevo silencio refuerza la idea de una estrategia común entre los principales acusados del sumario, quienes, tras ver como naufragaban todos sus intentos de anular la causa a partir de escuchas ilegales en prisión que costaron la inhabilitación del juez Baltasar Garzón, han decidido reservar sus esfuerzos para el juicio y los preámbulos del mismo. De hecho, este jueves llamó la atención que los abogados defensores de Correa y 'El Bigotes' no estuvieran entre el nutrido grupo de letrados que asistieron a la fugaz comparecencia de Izquierdo. "Ya sabían que no iba a decir nada. Es la táctica compartida", añadió un representante de las acusaciones.

De esta estrategia sólo se ha desmarcado, y de manera sólo parcial, el número dos de la red y exdirigente del PP gallego, Pablo Crespo, quien el pasado martes sí contestó a una quincena de preguntas, aunque con sus respuesta sólo buscaba dos objetivos: exculpar a varios exaltos cartos de Génova 13 salpicados por el escándalo, en lo que fue interpretado como un guiño a su antiguo partido, y arremeter contra los informes de la UDEF que le incriminan.

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