Publicado: 02/09/2014 12:20
La abdicación del rey Juan Carlos ha acelerado, según informa el diario italiano La Repubblica, la separación del anterior monarca de su esposa, la reina Sofía, algo que ya era "un hecho" desde hace tiempo, pero que se vio "ocultada" por la progresiva ausencia de Juan Carlos de actos institucionales. "Lo que está claro es que los dos reyes no se ven al menos desde la mitad del pasado mes de julio", asegura el periodista Alessandro Oppes.
"Ella [Sofía] se ha ido a Mallorca, donde ha llevado con equilibrio y discreción las vacaciones de los Borbones en el Palacio de Marivent", indica el mismo diario, que añade que se ha encargado principalmente de cuidar, junto a la infanta Elena, de sus ocho nietos durante el periodo estival. Además, en Marivent la acompaña también su "inseparable hermana Irene".
Mientras tanto, don Juan Carlos se ha "mantenido a gran distancia", asegura La Repubblica. Aún convaleciente de sus operaciones de cadera, el monarca se ha ausentado de Baleares, antaño uno de sus grandes pasiones y, tras dedicar la última parte de julio a hacer rehabilitación, tanto en el gimnasio como en la piscina o dando paseos, asistió el 8 de agosto en representación de su hijo a la investidura del presidente colombiano.
Tres semanas desaparecido
"Tras ello, durante tres semanas, silencio absoluto", asegura el diario italiano, que añade que "nadie sabe a dónde fue [el monarca] ni en compañía de quién". Fue hace pocos días cuando se le pudo volver a ver en el partido de debut de España en el Mundial de baloncesto, en Granada.
Los cronistas de la Casa Real esperan que próximamente Zarzuela emita un comunicado informando, si no del divorcio, de la separación definitiva de don Juan Carlos y doña Sofía. En rumores recogidos por Vozpópuli el pasado junio, tras la abdicación del rey Juan Carlos, ya se advertía que en las próximas semanas (a mediados de agosto, se decía entonces) podría haber "un discreto comunicado anunciando la separación, ruptura de iure de un matrimonio que de facto hace muchos años, casi una glaciación, dejó de funcionar".
"Durante años, la reina ha aguantado en silencio las infidelidades de su marido. Ahora ya no hay necesidad de esconder la realidad", explica La Repubblica en su artículo, que concluye con la duda de si podrán seguir viviendo bajo el mismo techo, como durante años han hecho ocupando dos alas distintas del Palacio de la Zarzuela y comunicándose únicamente a través de sus secretarios.
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