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España

Ferraz cree que Madina y Chacón unirán sus fuerzas e irán en tándem a las primarias socialistas

Madina y Chacón en una imagen de archivo

Por mucho que la dirección federal del PSOE quiera dar por cerrado el debate en torno al calendario de las primarias para la elección del candidato socialista a las próximas elecciones generales, los críticos con la gestión de Alfredo Pérez Rubalcaba no hacen más demostrar una y otra vez su nerviosismo por un proceso que creen que no debe demorarse más allá, en algunos casos de finales de este año, sin esperar a las europeas de junio de 2014. Ferraz es consciente de este estado de opinión y también hace sus cábalas de cara a un proceso al que puede que aspire más de un candidato o que algunos de ellos, llegado el caso, se presenten en tándem a la candidatura, muy a la americana, para unir sus fuerzas. Este sería el caso de Eduardo Madina y Carme Chacón, según barajan en la sede federal del primer partido de la oposición.

Y es que a Chacón la ven con poco respaldo interno como para hacerse con la candidatura de los socialistas en solitario frente a un Madina que, de repente, parece la  estrella emergente del partido y la persona que mejor puede representar el cambio, a modo de revulsivo electoral entre unos ciudadanos que castigan duramente, según se ve en los sondeos, al PSOE. Pero Madina, a diferencia de la catalana, tiene en contra, o a favor, según se mire, no haber desarrollado una tarea directa de gestión. De ahí que puedan unir sus fuerzas frente a otros candidatos.

El abanico está muy abierto y todo son escaramuzas. Esta semana es el ex secretario de Estado Juan Mesquida el que vuelve a sacar el debate de las primarias a primer plano con la presentación mañana de una plataforma ciudadana, aunque en el comunicado de dicha convocatoria juega con cierta ambigüedad al anunciar la construcción de una "alternativa" y criticar que "los grandes partidos" no escuchan a los ciudadanos por estar inmersos en el "y tú más". De ese juego de equívocos se pueden sacar distintas lecturas, desde que aspirará a las primarias hasta que quiere formar partido propio o que juega a que se le tenga en cuenta para el futuro. Lo cierto es que en el breve texto de convocatoria no se citan en ningún momento las siglas socialistas.

El PSOE no descarta la doble vuelta en caso de que haya más de dos candidatos para impedir  que el elegido lo sea por un porcentaje menor del 50 por ciento, si se da el caso

Ferraz da también por segura la candidatura del vasco Patxi López, el que jugara el papel de representante genuino de la socialdemocracia clásica. Se desinfla, en cambio la opción del alcalde de Toledo Emiliano García Page, entre otras cosas, porque no cuenta si quiera con el apoyo de toda su organización, Castilla-La Mancha, dado que el sector del ex presidente castellano manchego, José María Barreda, apoya a Chacón. García Page, partidario de celebrar las primarias este año, se reserva para las autonómicas de 2015, al objeto de recuperar una comunidad que gobernaron los socialistas ininterrumpidamente durante veintiocho años.

Ferraz está pendiente, además, de la todopoderosa federación andaluza. En la dirección del partido dan por hecho que no se puede quedar al margen del proceso de primarias sin presentar un candidato propio. La sensación es que al secretario general del PSOE andaluz además de presidente del PSOE, José Antonio Griñán, ya no se conforma con respaldar a alguno cuyo nombre está en liza. En el pasado congreso federal su candidata fue Chacón frente a Rubalcaba, aunque a estas alturas se ha alineado con el líder socialista a la hora de atemperar las prisas que les están entrando a algunos con las primarias. Y es que necesita margen de maniobra para ser determinante en este movimiento. De Hecho, Griñan ya ha dicho públicamente que "hay muchísimos más nombres" que Madina, Chacón y López "con inteligencia y capacidad suficiente" para aspirar a la candidatura a la presidencia del Gobierno.

En caso de que hubiera más de dos candidatos a las primarias, Ferraz sopesa establecer la doble vuelta para impedir, si se da el caso, que el que se haga con la candidatura a la presidencia del Gobierno tenga menos del 50 por ciento de los votos de la organización, de modo que podría quedar deslegitimado.

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