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España

Puigdemont: el alcalde que quiso hacer de Gerona el parque temático del soberanismo

Carles Puigdemont.

A mediados de julio de 2014, mil ediles de las cuatro provincias catalanas se congregaron en Gerona para participar en las jornadas "Cataluña: libertad y dignidad", un acto de propaganda independentista que organizó El Punt Avui -fiel escudero de la Generalitat- y que estuvo apadrinado por Carles Puigdemont. Exultante por convertir la ciudad por unos días en la capital del procés y en albergue de las corrientes soberanistas que circulan desde Portbou hasta Alcanar, el entonces alcalde y ahora presidente autonómico concedió una entrevista al diario responsable de aquel seminario para dejar clara una de las claves de su programa de gobierno: "Girona será el parque temático del soberanismo", destacó.

Afectado por las fiebres independentistas que la Generalitat y su escuadrón de medios subvencionados propagaron por toda Cataluña durante la anterior legislatura, el Puigdemont alcalde priorizó la causa soberanista frente a los asuntos que marcan el ritmo de la ciudad. Los propios de su día a día. Concentró sus pensamientos e ilusiones en la utópica república catalana y condenó a un segundo plano a los grandes problemas de la pequeña Gerona, lo que "empeoró su presente, condicionó su futuro y le alejó de Madrid". En ese tiempo, el Pleno municipal tuvo que pronunciarse hasta en 23 ocasiones sobre este tema. Siempre, por iniciativa de los partidos que defienden la autodeterminación. Curiosamente, en 20 de ellas, el siempre vacilante PSOE se abstuvo, destacan fuentes del Ayuntamiento.

En el salón de reuniones del Consistorio, sobre el que no cuelga el retrato del Rey desde hace más de un año y medio, los concejales han votado mociones "esperpénticas" últimamente, como la que presentó la CUP y apoyaron CiU e ICV, para declarar persona non grata en Girona a la delegada del Gobierno, María de Llanos de Luna. Los partidos soberanistas impulsaron esta medida después de que la representante del Ejecutivo presentara varios contenciosos contra el Ayuntamiento por sus intentos de saltarse la ley para amparar el procés. Para justificar su postura, el nuevo presidente catalán declaró lo siguiente: "Es responsabilidad del alcalde defender todo aquello que se aprueba democráticamente".

El Pleno de Girona se pronunció durante la pasada legislatura en 23 ocasiones sobre el independentismo

Alcalde al segundo intento

Puigdemont no llegó a la Alcaldía por la vía rápida, sino que tuvo que esperar algunos años para alcanzarla. Este hijo de pasteleros nacido en Amer, localidad de unos 2.000 habitantes enclavada en la boscosa comarca de La Selva, fue nombrado candidato por CiU el 20 de junio de 2006 después de la renuncia de Carles Mascort a ocupar ese puesto. Vozpópuli ha contactado con este abogado para conocer el motivo de su abandono y ha precisado que se debió a las amenazas que recibió su hijo desde que el momento en que se confirmó que sería el cabeza de lista. ¿Quién coaccionó a Mascort a través de esos ataques a su familia? El jurista incide en que la policía investigó el caso, pero no averiguó quiénes fueron los culpables. "Es algo que huele a caciquil, a Cataluña negra, a otro tiempo", sostienen fuentes del Consistorio.

Después de ese episodio, Mascort renunció a toda aspiración de medrar en política, mientras que Puigdemont, ya diputado en el Parlament, se aproximó un poco más al sanedrín de CiU. A los pocos meses, se convirtió en edil de una oposición que compartieron el PP y los convergentes y, en 2011, en alcalde. Quienes le han seguido de cerca, destacan que es un fanático defensor del soberanismo que lo ha apoyado desde el primer día que pisó la Casa Consistorial. "Es de los pocos de Convergencia que creen que la independencia es posible". Alguien que aplica medidas económicas y sociales propias de la derecha, pero que está alineado con Esquerra Republicana y con la CUP en el tema de la autodeterminación. "Defiende los recortes, pero no ha escatimado recursos a cualquier acto organizado por independentistas", explican los mismos informantes.

Durante la legislatura en la que abanderó esta Institución, demostró su activismo con sus 23 votos favorables al soberanismo en mociones que apoyaron desde la desconexión de Cataluña aprobada por el Parlament hasta la declaración de Gerona como "territorio catalán, libre y soberano". Todas ellas, impulsadas por los partidos soberanistas y la inmensa mayoría tramitadas con la abstención del PSOE.

Puigdemont alquiló trenes para trasladar a los gerundenses que lo desearan a la manifestación independentista del 11 de septiembre de 2012

Pantallas gigantes para retransmitir actos independentistas

Desde su despacho, tomó decisiones que fueron en la misma línea, como la de alquilar trenes para trasladar a Barcelona a los ciudadanos interesados en participar en la marcha del 11 de septiembre de 2012, la de dedicar un jardín y una placa conmemorativa al creador de la estelada, Vicenç Albert Ballester; o la de instalar pantallas gigantes en el Consistorio para retransmitir la sesión parlamentaria en la que CiU, ERC e ICV pidieron el traspaso a Cataluña de la competencia para celebrar la consulta del 9N. Y la bandera de España sólo se izó en el Consistorio después de que los tribunales obligaran a Puigdemont a cumplir la Ley.

Por este tipo de acciones se granjeó las simpatías de la CUP, un partido que apuesta sobre el papel por romper con el orden establecido por CiU en Cataluña, pero que, en la práctica, otorga su voto para perpetuarlo. Sus miembros celebraron la pasada semana la retirada de Mas y la llegada de Puigdemont. A estas alturas, nadie duda que es un delfín del expresident, pero en la CUP no olvidan -de ahí la efusividad de sus portavoces en el momento en que anunciaron que le apoyarían- la defensa que ha hecho durante los últimos años del procés desde la Institución que dirigía. Aunque eso haya llevado al Ayuntamiento de Gerona a ser investigado por la Audiencia Nacional por presuntos delitos de sedición y rebelión de sus representantes, tras apoyar la declaración de inicio del camino hacia la secesión del Parlament.

Pocas horas después de su nombramiento, se extendió como la pólvora el fragmento del discurso que realizó en 2013 ante la Asamblea de la ANC en Girona, en el que afirmó que "los invasores serán expulsados de Cataluña, como lo fueron en Bélgica" (minuto 2.15). En su blog, se pueden encontrar diversos artículos que atestiguan su defensa del mesianismo independentista de Artur Mas y su resentimiento con una España que "ridiculiza" a la comunidad autónoma que ahora preside. Y en los cuatro años que ha permanecido como alcalde sus críticos denuncian que ha antepuesto su ideología a la obligación de todo gestor, como es la de resolver los problemas más acuciantes que afectan a los ciudadanos. Ha hecho a la ciudad esclava del procés y sufridora de sus pecados. Como los soberanistas a Cataluña.

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