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España

Rebelión de empresarios críticos e independentistas para relevar a Valls en la Cámara de Barcelona

El presidente de la Cámara de Comercio de Barcelona, Miquel Valls

Rebelión interna en la Cámara de Comercio de Barcelona por asumir la presidencia de la entidad empresarial. Un grupo de patronos críticos con la gestión del actual presidente, Miquel Valls, y otro liderado por próximos a las tesis independentistas han intentado, sin éxito, una moción de confianza que reclamaba la destitución de Valls. “Es el primer intento, pero no el último”, advierte a Vozpópuli un empresario crítico consultado. El mandato de Miquel Valls en el órgano cameral barcelonés concluyó hace un año, pero hasta que la organización nacional no decida su renovación, Valls se mantiene en el puesto. 

Ante esta situación, un grupo de empresarios críticos apoyados por otros independentistas ha iniciado su asalto a la presidencia y, a pesar de haber perdido una moción de confianza, lo mantendrán en las próximas semanas. “Ahora no hemos logrado el apoyo para sustituir a Miquel Valls, pero seguiremos intentando el relevo en la presidencia de la Cámara de Barcelona y esto no acabará aquí”, asegura a este periódico un patrono próximo a la corriente crítica, que encabeza el abogado Ramon Masià. 

Los críticos piden una comisión transitoria hasta las elecciones 

Además de reclamar su salida, Masià pidió la formación de una comisión transitoria para gobernar la institución hasta las próximas elecciones, previstas para el año que viene, o hasta que lo decida el órgano nacional de cámaras de comercio españolas. Tras un pleno extraordinario se votó una moción de confianza propuesta por Masià y un grupo de empresarios que defienden el denominado “derecho a decidir del pueblo de Cataluña” que el propio Miquel Valls ganó con el apoyo del 75% de los miembros. 

"Seguiremos intentando el relevo en la presidencia de la Cámara de Barcelona", dicen los críticos

El pleno en que se votó la moción de confianza contra Valls es el primero de carácter extraordinario que convoca el presidente de la Cámara barcelonesa en sus 12 años al frente de la institución. Según explican fuentes empresariales, el pleno debatió la gestión del presidente Valls, criticada por algunos empresarios. Valls salió al paso de un informe que Masià -su antigua mano derecha- presentó ante el pleno en julio, en el que denunciaba la falta de transparencia de la institución y los problemas de coordinación y liderazgo del actual equipo directivo. 

Los independentistas de FemCat quieren el relevo de Valls 

El grupo de empresarios indepenentistas FemCat forzó al inicio del pleno un debate entorno a la posición de la Cámara de Comercio de Barcelona con respecto al “proceso soberanista”. Entre los empresarios secesionistas se considera que Valls ha adoptado como presidente de la institución una posición “poco contundente a favor del derecho a decidir” a pesar de que la Cámara firmó el manifiesto del Far, que se alineaban a favor del derecho a decidir. 

Estos empresarios partidarios de la secesión y que buscan el relevo de Valls en la presidencia critican la “actitud de Valls”, a las puertas de la campaña electoral catalana, de no participar en un acto con los firmantes independentistas considerando el actual presidente que implicaba un posicionamiento político explícito. 

Miquel Valls, que ostenta también el cargo de vicepresidente de la Cámara de España –apoya a su presidente nacional José Luis Bonet-, que se ha manifestado en público y junto a la patronal CEOE en contra de la independencia de Cataluña por los graves perjuicios sociales, económicos y de seguridad jurídica para las empresas. 

La entidad empresarial acumula pérdidas por importe de 12 millones de euros en los tres últimos años

Pérdidas de 12 millones 

Al margen de esta disputa de poder por la presidencia de la Cámara de Barcelona, cabe destacar que la entidad empresarial registra pérdidas por importe de 12 millones de euros que se han acumulado en los tres últimos años. 

Estos números rojos se han producido por la pérdida del denominado “recurso cameral permanente”, un impuesto que dejó de aplicarse –y por lo tanto la Cámara dejó de percibir como ingreso- a todas las empresas que tenían una cifra de negocio inferior a los diez millones de euros a partir del año 2010. Ésta es una de las principales fuentes de financiación que han perdido todas las cámaras empresariales en España y con especial incidencia en la de Barcelona.

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