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España

La CUP exige a Junts que negocie la independencia con la UE y no con el Gobierno

Los líderes de la CUP en la valoración del resultado electoral.

La formación independentista, antisistema y antieuropea de la CUP sabe que tiene la sartén por el mango en las negociaciones con Convergència Democràtica de Catalunya (CDC) y ERC. El sentido de voto de sus diez diputados es clave para saber quién será el próximo presidente catalán. Una abstención de la CUP sería suficiente para investir a un candidato en segunda votación, cuando solo necesitaría una mayoría simple. El no de la CUP bloquearía el proceso. Para llegar a un acuerdo, la formación de izquierdas ya ha puesto sus exigencias sobre la mesa durante las conversaciones que han comenzado esta mañana con Junts pel Sí y se prolongarán esta tarde y lo que queda de semana.

Entre estas peticiones, la formación antisistema que encabeza Antonio Baños ha reclamado la creación de una conselleria de Exteriores para “que Cataluña negocie de tú a tú ante los estados a través de sus oficinas actuales comerciales”, aumentar “el poder de las consellerías sociales para defender los derechos de los trabajadores catalanes para prever el cobro de sus prestaciones sociales al margen de España”, acelerar “la desconexión con España y con el Estado para que la independencia pueda iniciarse en un período de seis meses” –más corto que el plazo de 18 meses propuesto por Artur Mas, Raül Romeva y Oriol Junqueras en Junts pel Sí-, aglutinar “los pueblos de habla catalana del sur de Francia, del País Valencià y de las Illes Balears para que se sumen a la independencia catalana”.

La CUP propone aglutinar "los pueblos de habla catalana del sur de Francia, del País Valencià y de las Illes Balears"

Según explican fuentes conocedoras de la negociación a Vozpópuli, la formación radical sigue sin aprobar la investidura de Artur Mas y se ha abierto a “permitir que otros líderes compartan la presidencia de la Generalitat”, algo en lo que no estarían de acuerdo desde Junts pel Sí, puesto que en su programa electoral se contempla únicamente como candidato a president a Artur Mas.

Entre las condiciones que “aparcaría” de su programa electoral la CUP en las negociaciones para investir al nuevo presidente de la Generalitat figuran “que no pediremos la salida automática de la futura Cataluña independiente del euro ni de la Unión Europea, aunque ambos son supuestos que defendemos para mejorar las cuentas del futuro Estado catalán”.

A la espera de conocer cuáles de estos supuestos son aceptados por CDC y ERC en la negociación de máximos propuesta por la CUP lo que sí está claro es que si finalmente los 10 diputados antisistema apoyan a Junts pel Sí se abrirá una nueva etapa de confrontación política y jurídica con el Gobierno central, puesto que con tota seguridad impugnaría estos acuerdos ante el Tribunal Constitucional si finalmente los adopta y los pone en marcha un futuro Govern independentista.

Entre las exigencias de la CUP también figuran que se “sume a la desconexión completa con España” la marca de Podemos en Cataluña –Catalunya sí que es Pot- para que “todos los catalanes de izquierdas puedan iniciar un proceso de independencia con valores marcadamente vinculados al socialismo”. Es precisamente en este punto y en las prioridades sociales que también chocan estos supuestos de la CUP con los que defiende CDC en el seno de Junts pel Sí, con políticas más liberalizadoras y que provienen de un electorado convergente más liberal y burgués que el de la CUP.

Un “papel” para Mas sin condiciones imposibles

La diputada electa de la CUP Anna Gabriel, número dos de la lista que el partido presentó al 27-S, ha planteado tanto a CDC como a ERC –negociadores principales de la lista Junts pel Sí- un nuevo gobierno en Cataluña con una "presidencia coral", en la que se abre a que Artur Mas "tenga un papel". Gabriel, que asegura que no buscan "la muerte política" del actual 'president' en funciones, ha defendido un gobierno catalán "menos presidencialista", y dirigido por "tres o cuatro perfiles de peso equivalente".

La representante de la CUP, cuyos votos necesita Junts pel Sí para poder hacer president a su candidato, Artur Mas, ha asegurado que, pese a descartar a esa opción, a la que se ha opuesto antes y después de las elecciones, no pondrán "condiciones imposibles para la investidura". "Somos conscientes de que tenemos 10 diputados de 135", ha apuntado.

Además de subrayar que hay que empezar "a lanzar señales inequívocas de desconexión" del Estado, y que hay que "blindar el punto de no retorno" hacia la independencia, desde la CUP se insiste en incidir en su otro gran objetivo: "poner en marcha medidas concretas contra la pobreza". También ha afirmado que la CUP no se sentará a la mesa de la negociación diciendo "o salimos del euro o no hay entendimiento", dicen desde la formación antisistema.

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