Publicado: 29/01/2016 04:00
El Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) aprobó este jueves en un Pleno que se prolongó durante cinco horas diez nombramientos discrecionales de la Carrera Judicial, siendo algunos de ellos cargos de tanta importancia como la presidencia del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) -órgano encargado de hacer frente al desafío separatista- o del Tribunal Superior de Justicia de Valencia (TSJCV), tribunal responsable de enjuiciar a los aforados implicados en los casos de corrupción que asolan a dicha autonomía.
Sin duda, una de las grandes triunfadoras de la jornada fue la conservadora Asociación Profesional de la Magistratura (APM), que revalidó su presencia en el TSJ de Valencia, de Castilla-La Mancha, Castilla y León y Sala Quinta del Tribunal Supremo. De la misma forma, su expresidente, el magistrado Pablo Llarena, obtuvo 16 de los 21 votos del Pleno para entrar a formar parte de la Sala Segunda del Tribunal Supremo. Llarena, hasta ahora presidente de la Audiencia Provincial de Barcelona, ocupará la plaza que deja el magistrado progresista Joaquín Giménez debido a su jubilación.
La APM se consolidó en las presidencias de los TSJ de Valencia, Castilla-La Mancha y Castilla León. También en la Sala Quinta del Tribunal Supremo
En Valencia, el Pleno reeligió a la magistrada Pilar de la Oliva para la presidencia del Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana, cargo para el que fue nombrada por primera vez en 2010. De la Oliva obtuvo 12 de los 21 votos del Pleno, frente a los nueve conseguidos por el también candidato, presidente de la Audiencia Provincial de Alicante y exsenador del PP, Vicente Magro. A De la Oliva la apoyaron ocho vocales del denominado sector progresista -todos excepto María Victoria Cinto- junto con los vocales conservadores Juan Martínez Moya, Juan Manuel Fernández, Vicente Guilarte y Fernando Grande Marlaska, según informan fuentes del órgano de gobierno de los jueces consultadas por Vozpópuli.
La APM vence el pulso de la Sala Quinta
Además, en Castilla y León el Pleno optó por mantener al magistrado José Luis Concepción Rodríguez como presidente del TSJ de esta comunidad con una mayoría de 15 votos mientras en Castilla-La Mancha el magistrado Vicente Manuel Rouco revalidó su mandato con el apoyo de 18 de los 21 vocales del Pleno. Ambos son miembros de la asociación mayoritaria de la Carrera Judicial.
Sin embargo, donde la APM venció claramente fue en la presidencia de la Sala de lo Militar del Tribunal Supremo. El magistrado Ángel Calderón -que temía que este jueves se repitiese el 'caso Sieira' saliendo él mal parado- consiguió 13 votos para seguir al frente de la Sala Quinta. Su contrincante, el magistrado progresista de la Sala de lo Penal del TS, Andrés Martínez Arrieta -al que el propio Lesmes aseguró que contaría con apoyos suficientes para alzarse con la plaza-, obtuvo finalmente ocho votos de los vocales del denominado sector progresista. El presidente del CGPJ votó a favor de Calderón dejando al penalista en la estacada. Martínez Arrieta presentó su candidatura de forma sorpresiva, y cuando estaba a punto de finalizar el plazo para hacerlo, porque el presidente le aseguró que si se presentaba saldría elegido presidente.
Distintas fuentes jurídicas consultadas por este periódico explican que cuando en la APM conocieron la jugada de Carlos Lesmes le hicieron llegar que si se arrebataba a Calderón su puesto el nombramiento se recurriría ante la Sala de lo Contencioso Administrativo del Alto Tribunal; un aviso que habría llevado al presidente el Supremo a cambiar su voto.
En Cataluña el Tribunal Superior de Justicia estará presidido por el magistrado Jesús Barrientos quien calificó el desafío separatista de "preocupante"
Finalmente, la realidad ha sido que quien apoyó de forma enérgica en el Pleno de este jueves a Andrés Martínez Arrieta fue la vocal Clara Martínez de Careaga, magistrada de la Sala de lo Militar del TS, que intervino en el mismo defendiendo la candidatura del magistrado fundador de la asociación de jueces Francisco de Vitoria.
Un magistrado moderado en Cataluña
Por otro lado, Lesmes tampoco tuvo suerte a la hora de que su íntimo amigo, el exsecretario de Estado de Justicia, Fernando Román, consiguiera plaza en la Sala Tercera del Supremo. El presidente, que no participó en la votación por la relación que mantiene con Román, vio como su amigo tan sólo obtenía seis votos. El bloque progresista propuso al magistrado Rafael Toledano, magistrado especialista en la Sala de lo Contencioso Administrativo del Tribunal Superior andaluz, y la propuesta triunfó. Junto con los ocho votos de progresistas - todos excepto el del vocal propuesto por el PNV Enrique Lucas-, Toledano contó con el apoyo de los vocales conservadores Rafael Fernández Valverde, Wenceslao Olea y Nuria Díaz Abdad mientras el magistrado Fernando Grande Marlaska votó en blanco.
Por su parte, el sector conservador del Consejo aupó al magistrado Jesús María Barrientos como nuevo presidente del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña. El moderado Barrientos, de la asociación judicial Francisco de Vitoria, consiguió 12 votos frente a los 9 votos logrados por el anterior presidente, el magistrado Miguel Ángel Gimeno, de la asociación Jueces para la Democracia.
Para el sector de vocales conservadores del CGPJ la candidatura de Gimeno quedó en entredicho por la tibieza y ambigüedad con la que ha afrontado el desafío separatista en Cataluña como presidente del tribunal donde se encuentra imputado el expresidente de la Generalitat Artur Mas por la consulta del 9N. En contraposición, Barrientos ha calificado públicamente de "preocupante" el proceso soberanista catalán. Sin duda, el papel del nuevo presidente será determinante a la hora de afrontar las posibles querellas que se presenten contra aquellos miembros de la Generalitat que quieran seguir adelante con el 'procés' desafiando las resoluciones del Tribunal Constitucional.
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