Revilla sobre Dívar: "Si ese señor dice que le hemos invitado, miente"

Las coartadas de Dívar para justificar sus viajes aduciendo obligaciones profesionales inherentes a su cargo de presidente del TS y el CGPJ no se sostienen. Dívar aseguró que tuvo un viaje a Cantabria entre el 23 y el 25 de junio de 2010 en el cual "se atendió una invitación oficial de la Consejería de Turismo de Cantabria". No obstante, el propio Revilla y su consejero de Turismo por entonces, Javier López Marcano, negaron esa coartada: "ni yo ni mi consjero le hemos invitado. ¡Que nos enseñe la carta! Por Cantabria no lo he visto en mi vida jamás", aseguró Revilla en declaraciones a El País.

Este martes se conocieron 12 viajes de fin de semana más de Carlos Dívar cuya relación publicó el propio presidente del CGPJ. El diario de Prisa asegura que "la información facilitada ayer a El Mundo como justificación de esos desplamzamientos, sobre fechas y lugares, no coincide con lo que ocurrió en realidad". Por ejemplo, asegura el diario, Dívar gastó 2.000 euros públicos para impartir una conferencia en el colegio mayor Arosa de Santiago de Compostela, entre el 18 de junio y el 20 de junio de 2010. Pero la conferencia realmente se celebró el 22 de noviembre.

En Oviedo, Dívar se alojó en el hotel Reconquista, el más caro de la ciudad y por el que cargó al erario público 500 euros de habitación por noche

Al igual pasa con un acto en el que Dívar hizo de padrino de l apromoción de Derecho de Deusto. El presidente del TS dijo que se celbró el 18 de marzo de 2010 cuando realmente fue el 11 de marzo. De igual modo se endosan gastos de cuatro días en hoteles de nivel con viaje y estancia en La Coruña o Palma de Mallorca. Los gastos corresponden a cuatro días completos. Los actos, a apenas una hora en el caso del viaje a Palma (Dívar se reunió con el presidente del TSJ balear). Dívar también gastó 1.928 euros en un viaje de cuatro días a la Ciudad de las Artes y las Ciencias de Valencia, sin relación aparente con la justicia. En Oviedo, se alojó a costa del erario público en el hotel Reconquista, el más caro de la ciudad y donde cogió una habitación de 500 euros por noche.