Los catalanes hacen el doble de esfuerzo fiscal y reciben menos servicios que la media autonómica

Los catalanes contribuyen menos al Estado que Madrid pero sus ciudadanos pagan más. Esa es la doble conclusión que permiten arrojar las balanzas fiscales elaboradas por los expertos de Hacienda y que sitúan no sólo en la mayor riqueza de Cataluña sino también en la gestión de la Generalitat la responsabilidad de esas cifras. Esas dos conclusiones amenazan con terminar de envenenar el encuentro que Presidente y President deben mantener el próximo día 30.

El estudio encargado por el ministerio que dirige Cristóbal Montoro permite fijar como primera conclusión que  Cataluña contribuye la mitad al resto del Estado (8.455 milones) que autonomías como Madrid (16.723 millones). "El sistema es muy malo", ha afirmado el economista Ángel de la Fuente que ha elaborado esas cifras, "pero no porque Madrid y Cataluña estén injustamente tratadas".

Esa primera conclusión supone, además, rebajar sensiblemente los cálculos de la Generalitat de Catalunya que cifraban en 2.500 millones de euros más su aportación a las arcas del Estado. La Generalitat ha puesto ya en duda los cálculos encargados por el Ejecutivo central.

La segunda conclusión también siembra la discordia de cómo gestiona el dinero público cada administración, al apuntar que autonomías como Cataluña pagan muchos más impuestos pero prestan muchos menos servicios. Los economistas de Hacienda aseguran que "es normal que quienes tienen más paguen más" pero cuestionan que quienes más paguen sean también quienes menos reciben en gasto público.

En torno al pago de impuestos, si los españoles reportan un saldo fiscal regional del 67,3% de ingresos como media, los catalanes pagan un 110,8%, es decir, casi el doble que la media española y sólo por detrás de Canarias que soportaría un 129,9%. Los porcentajes no sólo recogen la mayor renta de regiones más ricas sino también la mayor presión fiscal que les imponen sus gobiernos.

En cuanto a la prestación de servicios, también hay enormes diferencias autonómicas a la hora de analizar gastos en sanidad, educación u otros capítulos sociales. Así, Cataluña y la Comunidad Valenciana son la primera y segunda que menos gastan en sanidad, un ranking que se da la vuelta al hablar de educación, en la que la Generalitat Valenciana gasta incluso menos que la Generalitat catalana.

Entre las autonomías con menor gasto para cuestiones de vivienda y urbanismo, destaca la Junta de Andalucía y la apuesta olímpica de Madrid sigue pagándose al analizar el gasto en cultura y deportes de las autonomías: la Comunidad de Madrid multiplica por más de 50 el gasto de la siguiente autonomía más inversora en ese capítulo: Baleares, Navarra y Ceuta y Melilla.

Con esos parámetros sobre la mesa, las autonomías han comenzado ya el fuego cruzado hasta el punto de que la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, ha acusado al Ejecutivo de sembrar la discordia autonómica.