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España

Un abogado del Estado tilda a Barça y Athletic de 'independentistas' para evitar un acto ultra

La final de de la Copa del Rey no logra quitarse el tinte político ni en los tribunales. El abogado del Estado que defendió recientemente ante el Tribunal Superior de Justicia de Madrid la decisión de la Delegación del Gobierno de prohibir una manifestación convocada por Falange y Nudo Patriota para el día del partido, esgrimió entre las "razones objetivas" de su postura que los dos equipos que van a disputar el partido, FC Barcelona y el Athletic Club de Bilbao, tienen un "corte ideológico independentista". El letrado considera que ello incrementaba el "peligro y riesgo" de que se produjeran incidentes violentos con los participantes en la concentración ultra que pudieran desplazarse hasta las inmediaciones del estadio madrileño donde se va a disputar el encuentro el próximo viernes.

El letrado teme que grupos de extrema derecha agredan a aficionados de ambos equipos en los alrededores del estadio

Así lo recoge la sentencia de la Sección novena de la Sala de los Contencioso Administrativo del TSJ de Madrid que se hizo pública ayer y en la que los magistrados Ramòn Verón, Berta Santillán y Joaquín Herrero estimaban el recurso interpuesto por la formación política contra la resolución gubernamental y autorizaban finalmente la celebración de la manifestación ultra bajo el lema 'Marcha por la Unidad Nacional'. En el punto séptimo de los antecedentes de hecho del fallo, los jueces recogen textualmente que el abogado del estado había detallado que "existen razones objetivas de peligro y riesgo para las personas y bienes que justifican la prohibición de la celebración de la manifestación del día 25 de mayo, especialmente al coincidir con la celebración de la Final de la Copa de S.M. El Rey entre los equipos de fútbol FC Barcelona y el Athletic Club de Bilbao dado el corte ideológico independentistas de los dos equipos".

Siempre según el letrado, ese "corte ideológico" podría provocar incidentes violentos entre los aficionados de ambos equipos y "grupos radicales procedentes de la manifestación que se desplazaran hasta las inmediaciones del estadio Vicente Calderón o hasta las zonas habilitadas para las aficiones de ambos equipos finalistas con el propósito de cometer agresiones o actos violentos hacia los mismos". El representante del Estado utilizó como principal argumento un informe de la Brigada Provincial de Información de la Policía del pasado 16 de mayo en el que se destacaba las "claras connotaciones violentas y xenófobas hacia los aficionados de ambos equipos" que supuestamente defiende na parte de los posibles asistentes a la manifestación ultra.

Sin peligro "real, claro y concreto"

Sin embargo, el TSJ de Madrid desestimó su argumentos y ha permitido finalmente la convocatoria al considerar que la misma no supone un peligro "real, claro y concreto" para el orden público. La sentencia, conocida ayer después de que el martes ya se adelantara que se anulaba la resolución de la Delegación del Gobierno que prohibía la concentración, señala que el informe policial no concreta los artículos en prensa, foros y páginas web donde supuestamente se estaban alentando la actuación de grupos de extrema derecha y que, por tanto, no se ha podido"concluir que existe un peligro real". Los magistrados también recalcan en su resolución que el acto poítico no coincide ni en lugar ni en horario con los lugares de concentración de los aficionados de ambos equipos ni de celebraciòn de la final.

Poco antes de que se conociera el contenido de la decisión judicial, la Delegación del Gobierno anunció que el dispositivo de seguridad para evitar los incidentes durante el día del partido estará integrados por 2.300 agentes entre miembros de las Fuerzas de Seguridad del Estado y guardias de empresas privadas. El grueso del numeroso contigente lo aportará el Cuerpo Nacional de Policía, con 1.500 efectivos, en su mayoría integrantes de las Unidades de Intervención Policial (UIP, los popularmente conocidos como antidisturbios). Los responsables del dispositivo calculan que unos 50.000 aficionados de ambos equipos se desplazarán a la capital para asistir al encuentro. A la manifestación ultra, los propios convocantes calculaban una asistencia de entre 500 y 1.000 personas.  

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