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España

La Judicatura, ante el 27S y la corrupción: "Un año difícil para España y la Justicia"

Acto de apertura del año judicial.

El fantasma del independentismo catalán y la corrupción que asola al país han centrado la ceremonia solemne de la apertura del año judicial en la sede del Tribunal Supremo a la que ha asistido, por segunda vez como rey de España, Felipe de Borbón.

En sus discursos, el presidente del Tribunal Supremo Carlos Lesmes y la fiscal general del Estado, Consuelo Madrigal, han hecho alusión al imperio de la Ley mientras en los corrillos, jueces y fiscales hablaban del "díficil año que viene para España y para la Justicia".

Procesos electorales importantes, como los comicios catalanes del 27-S y las elecciones generales de diciembre; y, macrojuicios de corrupción, como la trama Gürtel, la caja B del Partido Popular o el caso Nóos, marcarán el nuevo curso judicial que ha arrancado este martes en la sede del Alto Tribunal. La preocupación por el momento de cambios que atraviesa España se respiraba en el ambiente.

Una voz autorizada del Gobierno decía en los corrillos que Cataluña no declarará "en ningún caso" su independencia

Una voz autorizada del Gobierno era, no obstante, optimista y daba por hecho que "en ningún caso" Cataluña declarará su independencia tras las elecciones autonómicas del 27 de septiembre. Estas fuentes del Ejecutivo consideraban una "ensoñación" el proceso soberanista que lidera el presidente de la Generalitat, Artur Mas, y creen que la reforma que el Partido Popular llevará a cabo en solitario sobre el Tribunal Constitucional será suficiente para frenar a Más.

El imperio de la ley

No en vano el presidente del Supremo ha dedicado gran parte de su intervención a recalcar "la idea de que la ley sólo desde la ley se cambia". Además, Carlos Lesmes manifestó que "al margen de la ley no hay libertad, no hay democracia, sólo espejismos y frustración" estando los jueces "obligados a garantizar que la ley sea respetada".

Por su parte, la fiscal general Consuelo Madrigal subrayó la importancia de que nuestro sistema constitucional, "sometido a tensión y contradicciones" no sólo permanezca sino "prevalezca".

Y si el problema catalán acaparó gran parte de la atención de este acto, la corrupción no se quedó atrás. Lesmes dijo ante el rey que "los jueces españoles son plenamente conscientes de que combatir la corrupción supone librar una verdadera batalla en pos del Estado de Derecho sin tregua ni ambigüedades y con toda la fuerza y el vigor que nos trasmiten los ciudadanos frente a una situación que sólo puede calificarse de degradación de la vida pública".

Por su parte, Madrigal denunció las presiones que sufren los fiscales Anticorrupción que no siempre "pueden desempeñar sus difíciles funciones en el clima de serenidad, confianza y respeto que sería deseable" y también arremetió con quienes cuestionan la imparcialidad del Ministerio Fiscal. "La Fiscalía ha dirigido y dirige sus investigaciones y acusaciones cuando tiene respectivamente sospechas bien fundadas o evidencias, sin atender identidad, posición, afinidad o militancia política de las personas físicas o jurídicas investigadas ni a los cargos que ostentan o han ostentado", manifestó la fiscal general.

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