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España

Merkel y Barack Obama, preocupados por la deriva independentista de Artur Mas

La canciller alemana, Angela Merkel, interrogó a Mariano Rajoy sobre la cuestión catalana durante la última reunión bilateral que mantuvieron, en Bucarest (Rumanía) el pasado día 17. De aquel encuentro de poco más de media hora, celebrado durante un congreso de los populares europeos, buena parte del mismo se consumió en hablar del órdago soberanista de Artur Mas, según ha podido saber Vozpópuli. Se trata de un ejemplo muy significativo de la preocupación que existe en Europa sobre los acontecimientos políticos de nuestro país en un momento, y precisamente por ello, de grandísima debilidad, con la imagen de España muy tocada.

Al término de aquel encuentro el interés informativo estaba centrado en si se habían abordado las condiciones de un “rescate virtual” a la deuda soberana española. Se insistió en que no, bajo el argumento de que lo prioritario para ambos mandatarios era la necesidad de acelerar las reformas puestas en marcha en el Consejo Europeo de finales de junio, donde se acordó ir hacia una unión financiera y fiscal que nunca llega.

Pero las preguntas de la canciller en torno a lo que está pasando en Cataluña demuestran, además de la preocupación por la posible ruptura de un estado de la Unión, la ausencia de pedagogía sobre esta cuestión en el resto de Europa, al menos así lo creen dirigentes del partido, que ve con preocupación como Convergencia está ganando la batalla, al menos mediática, en el resto de la UE. “Las preguntas de Merkel demuestran que el embajador español en Berlín no había dado las pertinentes explicaciones de lo que está pasando en España. Su hubiera sido así, buena parte de la reunión no se habría centrado en eso”, indican fuentes populares. En Génova se alberga la sensación de que no se desarrolla toda la labor que se debe hacer, más habida cuenta de que si hay algo que puede frenar al presidente de la Generalitat es un mensaje claro de Europa sobre la integridad de los estados miembros y los riesgos de una declaración unilateral de independencia, que dejaría a Cataluña fuera de la Unión al tiempo que necesitaría de la unanimidad de todos los socios para volver a entrar en el club.

Si hay algo que puede frenar a Mas es un mensaje claro de la UE sobre la integridad de los estados miembros y los riesgos de declarar la independencia

A favor de la tesis de los críticos destaca el detalle de que el Gobierno no quisiera aprovechar la cumbre de los populares europeos en la capital rumana -la misma en que se produjo la última bilateral con Merkel- para promover alguna moción sobre la integridad territorial la Unión o algo, al menos, que sirviera de toque de atención a los convergentes, tal y como defendieron algunos sectores de Génova con su secretaria general al frente, María Dolores de Cospedal. Se da además la paradoja de que el diputado de Unió, Salvador Sedó, es miembro del Grupo Popular Europeo, frente al convergente Ramón Tremosa, que desde el Grupo liberal promueve cartas como la remitida a la vicepresidenta de la comisión, Viviane Reding, alertando de una intervención militar en Cataluña.

Es cierto que con el arranque de la campaña electoral a la presidencia de la Generalitat, los mensaje de Rajoy sobre el desafío de Artur Mas son cada vez más claros, eso sí, intentando encontrar siempre un difícil equilibrio para no dar argumentos a nacionalistas e independentistas sobre el “acoso” o “maltrato” que recibe Cataluña del resto de España, en definitiva, de no hacerles la campaña.

Por otro lado, Cospedal negó ayer diferencias de discurso con José María Aznar, quien el pasado miércoles abogó por una reforma para reforzar los principios de igualdad entre los españoles. La número dos del PP, señaló que lo que defiende el ex presidente del Gobierno "con firmeza" es una Cataluña "integrada en España", coincidiendo con el resto del mensaje popular. En este sentido, fuentes de Génova desmienten que el también presidente de honor del PP hablara de "recentralización" tal y como interpretaron muchos medios de comunicación. De hecho, Aznar llegó a hablar con Cospedal para explicarle el sentido de sus palabras, después de que la candidata popular a la presidencia de la Generalitat, Alicia Sánchez-Camacho, le desmintiera en presencia de mariano Rajoy.

Por su parte, el embajador de Estados Unidos, Alan D. Solomont, ha venido manteniendo distintos encuentros con periodistas y empresarios para recabar de éstos su opinión respecto el alcance de la apuesta de Mas, esto es, qué la distingue de otras andanadas nacionalistas, por qué esta vez hay que inferir que va en serio. Y parece ser que las reflexiones indican que con una amplísima mayoría absoluta en las urnas el próximo 25 de noviembre, el presidente de la Generalitat está dispuesto a echar adelante.

El presidente estadounidense no ha dejado de mostrar su preocupación por la situación de España y ayer en la mañana lo volvió hacer durante una entrevista en una cadena colombiana. Barack Obama señaló que España "es el país más grande (de la UE) que está en crisis. No podemos dejar que España se derrumbe". Preguntado por sus menciones a nuestro pais en sus últimos discursos al hablar sobre la crisis europea, puntualizó que "no sólo me refiero a España", porque Grecia "obviamente, tiene incluso más problemas que España pero es (un país) más pequeño e Italia tiene los mismos problemas en términos de financiar sus gobiernos", explicó.

"Hemos trabajado mucho para que toda la Unión Europea reconozca que necesitan trabajar juntos para resolver" la crisis y muy especialmente "asegurarnos de que España, que ha hecho grandes esfuerzos, está recibiendo el apoyo de otros países como Alemania, para que (las reformas) a largo plazo beneficien a toda la Unión". Agregó que la recuperación económica europea también beneficiará a Estados Unidos ya que es su mayor socio comercial, por lo que "mientras mejor estén ellos mejor estaremos nosotros", informa Efe.

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