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España

Tras la huelga de limpieza, nuevas protestas asuelan a Botella: basuras, alumbrado, reparación de vías…

"El barrendero de Jacinto Benavente", en la plaza homónima, ayer en Madrid.

No es una huelga de basuras, como muchos confundían ayer en Twitter y en algunos medios de comunicación: es una huelga indefinida de los trabajadores de limpieza viaria y de parques y jardines de la capital contra los recortes, pero las protestas en la recogida de basuras puede que no tarden en llegar. La limpieza tiene que ver con la figura del clásico barrendero, pero en Madrid apenas quedan, porque lo que se lleva ahora es el baldeo nocturno: así, 1.134 trabajadores serán despedidos, de acuerdo con el ERE presentado por las empresas concesionarias; la recogida de basuras, como su propio nombre indica, está más relacionada con el camión que barre las calles y se lleva los contenedores: ahí también habrá movida, porque las fuentes consultadas hablan de 400 despidos cuando se publiquen los contratos integrales, que están al caer y que piden lo de siempre, trabajar lo mismo por menos dinero.

El retroceso en servicios sociales puede suponer la guinda para una urbe deprimida después de perder su tercera intentona olímpica, ahogada por una deuda que no deja de crecer y gestionada por un equipo que nada tiene que ver con el que se presentó a las elecciones de mayo de 2011 (empezando por la alcaldesa Ana Botella, que ayer estaba en Berlín y hoy, según varias personas, puede anunciar los Presupuestos para 2014). La estampa que le espera a Botella es desoladora: a la limpieza y a los jardines, ya se ha dicho, le pueden secundar las basuras, y a las basuras el alumbrado, y a éste el mantenimiento de infraestructuras viarias (reparación de desperfectos en la calzada, etcétera), el mobiliario urbano, el mobiliario infantil…

El alumbrado y el mantenimiento de vías no incluyen la subrogación de mil empleados

Un horizonte de huelgas y protestas peligroso para la vida social de la capital, por el cual toda la oposición en bloque acusa al área de Movilidad del Ayuntamiento de Madrid dirige Diego Sanjuanbenito, un amigo de la familia Aznar-Botella. Desde ayer a las 00.00 horas (noche del lunes), los desperdicios llevan horas acumulándose en las calles del centro y de la periferia (el barrio de Salamanca también presentaba suciedad, pero menos). Una situación sin visos de mejorar a corto plazo y que podría agravarse en las próximas semanas.

Todos estos servicios están externalizados, léase privatizados: en el caso de la limpieza viaria y los jardines históricos, las tres contratas hegemónicas de la Villa (FCC, OHL y Sacyr) han presentado un ERE para 1.134 trabajadores que responde a los nuevos pliegos, los cuales constatan un recorte en el presupuesto del 16% (unos 350 millones de euros) con relación al contrato anterior; antes, en agosto, ya fueron despedidos 350 empleados.  Todo para una plantilla de aproximadamente 7.000.

Y la cosa no se detiene ahí: según datos que manejan los sindicatos, el contrato integral de recogida de basuras, cuyo concurso más de una vez ha quedado desierto ante el rechazo de las empresas por el ajustado presupuesto, podría amenazar otros 400 puestos. Este lunes, a su vez, se publicaron los pliegos de la “Gestión integral y Energética de instalaciones urbanas” por 786 millones, comúnmente llamado servicio de alumbrado, y los de la “Gestión integral de infraestructuras viarias” por 337 millones, contrato destinado al mantenimiento de la calzada entre otras cosas. Ambos los estudian las centrales sindicales  en medio de la huelga de limpieza, y de momento ya han visto algo: “No contiene la subrogación de los trabajadores que hay actualmente haciendo ambas labores”, aproximadamente 1.000. No han tenido tiempo para calcular si habrá recortes de personal, como temen.

“Botella prefiere recortar en limpieza a hacerlo en gastos superfluos”, recalca UPyD

La oposición en bloque apunta a problemas en la gestión de Cibeles y no a un clásico conflicto entre patronal y sindicatos. "La limpieza es competencia municipal y Botella tiene que resolver el problema", afirmó ayer el portavoz socialista Jaime Lissavetzky. "Era lógico pensar que con una reducción tan brutal [del presupuesto], el servicio no iba a ser el mismo, pero la alcaldesa prefirió creer otra cosa", añadió, poniéndose del lado de los trabajadores.

“El error básico de estos nuevos contratos”, recalcaba ayer David Ortega, portavoz de UPyD, es que “el Ayuntamiento ha buscado ahorrar de cualquier forma en algo tan básico como la limpieza, mientras mantiene gastos superfluos como coches oficiales, excesivo número de vocales vecinos, asesores en los distritos, bonus para directivos de empresas públicas…”.

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