Publicado: 28/06/2013 04:00
La operación encabezada por José Antonio Griñán en Andalucía para anticipar su relevo y controlar su sucesión ya ha empezado a tener sus réplicas en el ‘aparato’ federal del partido, pues hay miembros de la ejecutiva que opinan que Alfredo Pérez Rubalcaba no será capaz de resistir las presiones de quienes le piden que secunde el ejemplo andaluz y convoque cuanto antes las ‘primarias’. El equipo del que se rodeó Rubalcaba después de vencer a Carmen Chacón en el Congreso de Sevilla se está fragmentando porque ve con creciente inquietud que la caída libre en las encuestas no se frena y la sala de máquinas de Ferraz no funciona. “Tapando los agujeros del día a día, no hay nadie dedicado a pensar en una estrategia de oposición eficaz en aspectos tan sensibles como la sanidad o la educación, que es por donde podemos ganarle por goleada al Gobierno”, argumenta un miembro del Comité Federal.
La caída en las encuestas y el deficiente funcionamiento de Ferraz están sembrando la división en el equipo de Rubalcaba
El nerviosismo se ha apoderado de Ferraz y está afectando también a los movimientos de quienes aspiran a instalarse en el cartel electoral de 2015. La novedad es que a los nombres de Eduardo Madina, Patxi López, Carmen Chacón o Emiliano García-Page, hay que sumar ahora el de Soraya Rodríguez, portavoz del Grupo Socialista del Congreso desde febrero del año pasado, a quien no pocos diputados ven como la tapada del propio Rubalcaba para acceder a su sucesión. Nacida en Valladolid hace 49 años, el actual secretario general la eligió como principal escaparate de su partido en la Cámara Baja.
Rodríguez ejerció como abogada y entró en política muy familiarizada ya con los movimientos sociales. José Luis Rodríguez Zapatero la fichó como secretaria de Estado de Cooperación en su segunda legislatura, en sustitución de Leire Pajín, y aunque no ha roto del todo con el expresidente- fue una de las firmantes del manifiesto pro Zapatero “Yo estuve allí”- su identificación con Rubalcaba ha sido plena. Tanta, que la portavoz ha enfriado la relación con su adjunto, el joven diputado vasco Eduardo Madina, a quien ha eclipsado en todo este tiempo, unos opinan que porque su jefa “solo ha trabajado para sus intereses” y otros porque creen que el propio Madina ha preferido, desde su timidez, permanecer en la sombra midiendo bien los tiempos fijados por Rubalcaba para su relevo.
Soraya Rodríguez firmó el año pasado el manifiesto "Yo estuve allí" para reivindicar el legado de Zapatero
Personas muy próximas al secretario general confirman que si éste último no secunda el ejemplo de José Antonio Griñán e insiste en mantener su calendario, es muy posible que al final tenga que irse a un congreso extraordinario para elegir a un nuevo líder, sobre todo si se llega a las elecciones europeas sin haber convocado primarias y el descalabro en ellas es del tamaño pronosticado por la mayoría de las encuestas. Este escenario también es causa de división en el equipo de Rubalcaba, pues hay quien considera conveniente renunciar al guion inicial, elaborar el reglamento de primarias y celebrarlas antes de los comicios europeos para conseguir un “relevo ordenado” y evitar un congreso anárquico. Todo sigue en el aire, como quedó, en realidad, desde el cierre en falso del congreso celebrado hace año y medio en Sevilla.
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