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España

Griñán barre a Chaves y gana peso en el matrimonio de conveniencia con Rubalcaba

José Antonio Griñán, junto al líder socialista en Castilla-La Mancha, Emiliano García Page.

Desde que, en contra de sus previsiones, José Antonio Griñán retuvo el poder en Andalucía tras las elecciones autonómicas del pasado 25 de marzo, Alfredo Pérez Rubalcaba le consulta casi todas las decisiones importantes. Pero, a partir de este fin de semana, el secretario general del PSOE va a verse sometido a una tutela muy particular por parte de Griñán, pues éste va a consolidarse como el principal barón territorial y a convertirse en palanca decisiva para la renovación interna del partido en el horizonte de las elecciones de 2015. A no ser, claro está, que la juez Alaya acabe con su carrera por el caso de los ERE irregulares.

Así lo ve la mayoría de los actuales dirigentes de Ferraz, donde se reconoce que, en adelante, Griñán va a convertirse en una especie de ‘número uno’ del PSOE en la sombra, pues además de influir de forma decisiva en la estrategia que adopten los socialistas a nivel nacional, va a quedarse sin apenas enemigos en Andalucía, donde los partidarios de Manuel Chaves van a ser barridos este fin de semana en la mayoría de las organizaciones provinciales. Primero quedaron fuera del Gobierno regional y ahora, la mayoría, quedará fuera de los centros de poder del partido.

Rubalcaba tendrá que elegir entre continuar como secretario general o presentarse a las primarias, pues ambas cosas a la vez son incompatibles, ha advertido Griñán.

Sin obstáculos internos, con la principal comunidad autónoma bajo su control y con la posibilidad de articular una plataforma alternativa a la actual dirección federal a medida que se acerquen las elecciones de 2015, Griñán no se propone, de momento, romper el matrimonio de conveniencia que le liga a Rubalcaba porque, según fuentes de su entorno inmediato, ni considera que es el momento ni cree que beneficiaría ahora a los socialistas en su estrategia de oposición.

Lo que sí ha anticipado Griñán, haciéndose así cómplice de lo que opinan el madrileño Tomás Gómez o la catalana Carmen Chacón, es que conforme se acerque la convocatoria a las urnas, Rubalcaba tendrá que elegir entre continuar como secretario general o bien presentarse a las primarias, pues ambas cosas a la vez son incompatibles. Una vez que ha dejado claro este principio, del que se hablará largo y tendido en la conferencia que el PSOE celebrará en otoño, Griñán se propone medir los tiempos a partir de una situación política que considera muy dinámica y que va a estar condicionada no solo por la crisis económica sino también por el calendario electoral en Galicia, País Vasco y Cataluña. Consciente de que después del congreso regional de este fin de semana ha ganado peso en el tándem de conveniencia que le vincula a Rubalcaba, irá decidiendo cuando le interesa el divorcio y qué alternativas ofrece al mismo, señalan las mismas fuentes.

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