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España

Gallardón se despide otra vez: está “dolido” por aparecer en una operación contra Rajoy y Cospedal

El ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón, ha querido despejar dudas sobre su futuro político, recalcando que el cargo que ostenta en la actualidad será su "última responsabilidad política" en caso de que el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, le busque sucesor en dicho departamento. Sin embargo, tal afirmación pierde credibilidad entre sus detractores en el partido por cuanto la hemeroteca está repleta de declaraciones suyas en las que mira al horizonte y pone fecha de despedida a su trayectoria política en primera línea. Por ejemplo, en junio de 2011 el entonces alcalde de Madrid manifestó en un foro organizado por el diario ABC que “cuando Rajoy -aún líder de la oposición- deje la presidencia del Gobierno, con él nos iremos un número importante de dirigentes populares que llevamos mucho tiempo, con él, compartiendo responsabilidades”.

En una reciente comida con periodistas, Gallardón aseguró sobre la declaración de Cospedal que pide la Fiscalía que como ministro de Justicia “no tenía más margen” para actuar de distinta manera a como lo ha hecho

No obstante, el mayor amago sobre su marcha lo protagonizó en enero de 2008, cuando Rajoy le dejó fuera de las listas a las elecciones generales de aquel año. De aquella tensa reunión donde la entonces presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, también pidió formar parte de la candidatura popular (incluso sacrificando el Gobierno regional), Gallardón salió diciendo que abandonaría la política después de los comicios del 9 de marzo. Acto seguido llegó la famosa escena del ascensor, cuando, ambos ya descartados por Rajoy para acompañarle en la plancha por Madrid, Aguirre espetó a su rival: “No sé por qué te pones así. Si se gana, podrás ser vicepresidente; si pierde, tú y yo estaremos en iguales condiciones". Esta frase fue luego desmentida por la propia Aguirre para indicar que quien habló en el ascensor fue Gallardón y que dijo que “pensaba dejar la política”.

Con el caso Bárcenas acechando ahora a la cúpula del PP, el ministro salió ayer al paso de las informaciones que, haciéndose eco de voces dentro del partido, le sitúan como número dos del Gobierno, acompañando a la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría como una salida rápida al peor escenario para los populares: Rajoy abrasado por revelaciones del ex tesorero. El ministro de Justicia está incómodo con esta teoría y así lo ha expresado recientemente en privado en una comida con periodistas, según ha podido saber Vozpópuli. En este encuentro, Gallardón negó ser un conspirador y dijo sentirse “dolido” con que se difunda dicha teoría. Frente ella, destacó que sólo puede tener palabras de agradecimiento para el presidente del Gobierno.

El actual secretario de Estado de Justicia, candidato a relevarle según las fuentes populares consultadas, encarnaría un perfil más técnico, continuista de las reformas emprendidas y conocedor de las que quedan por presentar

De igual modo, el ministro aludió en la misma conversación a las críticas que también desde el propio PP se han dirigido, siempre de puertas para dentro, contra él por no frenar desde el Ministerio de Justicia la petición de la Fiscalía Anticorrupción, dependiente jerárquicamente de su departamento, para que comparezca ante el juez Pablo Ruz la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal. Gallardón aseguró a los presentes que como ministro de Justicia “no tenía más margen” para actuar de distinta manera a como lo ha hecho.

Un sector de la formación popular no entiende que Cospedal vaya a testificar para explicar el procedimiento de recepción de donaciones anónimas y que se libren de este trámite otros dos ex secretarios generales, Francisco Álvarez-Cascos y Javier Arenas. Detrás de ello, los detractores de Gallardón ven también un intento por arrinconar y restar poder a la número dos de Génova ante una posible carrera para relevar a Rajoy.

Román y Prada, ‘ministrables’

El previsible escenario de una crisis de gobierno antes de las elecciones europeas del próximo año, con Gallardón en los primeros puestos de salida según coinciden dentro y fuera del PP, hace que surjan nombres para sustituir al ministro. Así, circulan principalmente las opciones de Fernando Román, secretario de Estado de Justicia, y Alfredo Prada, presidente de la Comisión de Justicia en el Congreso de los Diputados. El primero, según las fuentes populares consultadas por este diario, encarnaría un perfil más técnico, continuista de las reformas emprendidas y conocedor de las que quedan por presentar. Román intervino hace unas semanas en el campus de verano de FAES para explicar la agenda pendiente del Gobierno en este departamento.

Por su parte, Prada, ex vicepresidente segundo y consejero de Justicia de la Comunidad de Madrid, de cuyos servicios prescindió Aguirre tras mostrar su apoyo a Rajoy antes del Congreso de Valencia de 2008, está más próximo al presidente del Gobierno. Sin embargo, su candidatura puede estar lastrada por su papel en el caso Bárcenas, ya que ha sido apuntado, según los SMS entre Rajoy y el ex tesorero, como uno de los interlocutores entre Génova y el ex senador popular hoy en prisión.

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