Publicado: 03/09/2014 04:00
Nada más salir del Aeropuerto de Barajas por la T2 el turista encuentra un monumento a la crisis española: un esqueleto de hormigón. Es la obra de un hotel parada hace varios años que en la actualidad está enganchada en los juzgados.
Aena ha llegado a pedir al adjudicatario que dinamite la estructura y deje el suelo como estaba, según dicen en Sampol, la empresa mallorquina que ganó el concurso para edificar el hotel. La aún empresa pública lo confirma, aunque no con las mismas palabras. Aena explica que adjudicó el año 2007 la construcción del hotel de Barajas a la UTE integrada por Sampol y Obras (81%) y Barceló (19%). La concesión era por 40 años y el precio de 90 millones de euros.
La crisis dejó el proyecto sin financiación y no hubo manera de continuar. “No encontramos ningún banco que nos financiara la obra”, afirman en la empresa mallorquina. Barceló decidió abandonar y Sampol se quedó como único socio. La concesión exigía un socio hotelero. Pero nadie quería entrar y finalmente fue AC la que firmó un acuerdo como gestor, no como accionista de la UTE. Los bancos siguieron sin conceder créditos y el monumento a la crisis amenaza con perpetuarse en Barajas.
Aena reclama daños y perjuicios y el derribo de la estructura
Aena ha presentado recientemente en los juzgados una demanda y la resolución judicial de contrato. Reclama daños y perjuicios, así como la devolución del suelo a su estado original, es decir el derribo de la estructura.
Sampol contestó con una demanda de reconvención a Aena y el asunto amenaza con perpetuarse en los tribunales. La empresa pública dice que cuando Sampol firmó con AC en enero de 2012 se comprometió a tener terminado el hotel en diciembre de este año.
Sin financiación
Un portavoz de Sampol dijo a Vozpópuli que la falta de financiación bancaria ha ahogado el proyecto y acusó al presidente de Aena, José Manuel Vargas, de amenazarles en varias ocasiones. “Si nos dan los 10 millones de euros que nos ha costado lo que hemos levantado hasta ahora, nos vamos y se acabó. Ellos autorizaron la salida del socio hotelero lo que ha destrozado el proyecto”, añadió el portavoz. Sampol dice estar dispuesto a llegar a un acuerdo, “pero Aena se ha descolgado con una demanda y nosotros le hemos contestado con otra”, afirman.
Aena, según las mismas fuentes, exige que les devuelvan el suelo en las mismas condiciones en las que lo encontraron. Han pedido a la empresa mallorquina la demolición de la estructura, que cuesta unos 3 millones de euros. Sampol ha perdido ya los dos millones de la fianza que depositó tras la adjudicación del concurso.
El hotel, de cuatro estrellas, iba a estar situado en el antiguo aparcamiento de la T2, muy cerca del Metro. El proyecto incluye 300 habitaciones, con una superficie total de 14.000 metros cuadrados. El edificio actual, y el que se iba a construir, tiene una altura de seis plantas y dos sótanos para aparcamiento. Había previstas numerosas salas para convenciones. La apertura estaba prevista para el año 2009 y era el primer hotel dentro del Aeropuerto de Barajas si exceptuamos unas pocas camas que hay en la T4. Luego se retrasó al 2012 y ahora…
El monumento a la crisis ha provocado que el senador de Coalición Canaria Navay Quintero Castañeda preguntara al Gobierno por el hotel. Dijo en su pregunta que la estructura de hormigón “es una imagen lamentable para las miles de personas que llegan a Barajas sin que Aena haya hecho nada para solucionarlo”.
La contestación del Gobierno
El Gobierno contestó que “tanto desde el Aeropuerto de Madrid-Barajas como de AENA se está trabajando intensamente desde hace tiempo en la búsqueda de soluciones que permitan continuar con las obras”. El Ejecutivo añadió que AENA “tiene la convicción de que el Aeropuerto de Madrid-Barajas contribuye a mejorar la imagen país de España, al ser un ejemplo de vanguardia, innovación y calidad de sus infraestructuras, no afectando negativamente a la Marca España la existencia de una edificación en proceso de construcción dentro de su recinto aeroportuario”.
“Respecto al futuro –añadía– se espera que los trabajos para encontrar soluciones consigan a corto plazo resultados favorables que permitan la continuación de las obras, la terminación del edificio y su puesta en funcionamiento”. Fuentes de Aena indicaron que tras esta respuesta se continuó buscando una solución hasta el último momento, pero al no haber acuerdo se ha optado por la vía judicial.
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