Quantcast

España

Colau prepara una apoteosis secesionista en las fiesta de la Mercè

Ada Colau y Carles Puigdemont

La alcaldesa de Barcelona convertirá los actos de la Mercè en la plataforma de un gran happening secesionista, en cumplimiento de su compromiso de Carles Puigdemont. Barcelona celebra el próximo fin de semana su fiesta mayor, a tan sólo ocho días de la fecha fijada para el referéndum independentista. 

Ada Colau ejercerá el papel de altavoz del secesionismo, tal y como ha pactado con el presidente de la Generalitat, en un acuerdo que ha desconcertado y hasta irritado a buena parte de sus bases, que se sienten engañados por la actitud de su líder. Colau no aportará locales para la celebración de la consulta, ha mantenido al margen a sus funcionarios y, fundamentalmente, se ha blindado ella misma ante cualquier tipo de acción de la justicia. Su compromiso se concreta en ejercer de gran motor propagandístico de la ciudad en favor de la votación del 1-O y en pro de la participación ciudadana en el referéndum. 

Las fiestas de la Mercè se convertirán, según recelan dirigentes de la oposición, en una gran operación de marketing político, en un impulso a los planteamientos secesionistas durante estas jornadas festivas. "Veremos de todo, pero muy especialmente mensajes, actos, intervenciones y discursos en los que el Ayuntamiento de la ciudad dejará de representar a todos los barceloneses, en favor tan sólo de quienes comulgan con quienes defienden la consulta", comenta la fuente mencionada. 

El acuerdo alcanzado entre Puigdemont y Colau, quien ya ha manifestado que personalmente piensa acudir a votar el 1-O, en contra de lo que dictaban las leyes y las Constitución, le permite al presidente de la Generalitat jactarse de que Barcelona está en favor de su referéndum, como se comprobó en la recepción ofrecida en la sede municipal de la Plaza de San Jaime a los setecientos alcaldes secesionistas que han sido citados por la Justicia.

La ambigüedad de Podemos

"La Mercè va a ser una apoteosis del separatismo", comenta esta fuente. "Todo está distorsionado, manipulado, y Colau va a permitir que se manipulen las fiestas de la ciudad, algo que nunca hasta ahora había ocurrido", señalan. 

Los comunes, la formación que lidera Colau, han mantenido siempre una actitud ambigua frente al plebiscito. En principio lo denominaron 'movilización', lo que irritó a dirigentes de la CUP y de ERC. Colau rompió ese equilibrio imposible al sumarse abiertamente a los planteamientos de Puigdemont, en contra incluso de su propia militancia. Colau ha jugado un extraño papel, no cede locales municipales pero se adhiere a la campaña del voto. "Evita así ser inhabilitada y mantiene en pié sus ambiciones de alcanzar un pacto con ERC después del 1-O", comentan en fuentes soberanistas. 

Ya no se pueden votar ni publicar comentarios en este artículo.