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España

Aena plantea un ERE voluntario a los mayores de 55 años para “sanearse” antes de dar entrada al capital privado

Varias personas aguardan la aparición de amigos y familiares en la sala de llegadas de la T4 del aeropuerto de Madrid-Barajas

La dirección de Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (Aena) se reúne estos días con los principales sindicatos (CCOO, UGT y USO) para pulir su Plan de Eficiencia, el cual arrancó hace dos semanas con la reducción de jornada en 17 aeropuertos pequeños. Pero esa operación, al parecer, solo fue un primer paso: ahora, con la llegada de septiembre, Fomento quiere acelerar las medidas de ahorro. Y éstas pasan por adelgazar la plantilla. Por eso, la cúpula de Aena planteará al comité medidas drásticas insólitas, que pasan por despedir a todos los mayores de 55 años.   

El número de empleados afectados oscilaría entre 1.500 y 2.000, de un total de 13.000 personas aproximadamente, controladores aéreos incluidos. Entre el 10% y el 15%. Para ello, la dirección presentará un plan de bajas voluntario que ya ha sido tachado por las centrales como “ERE encubierto”. Es, en definitiva, una aceleración brutal del citado Plan de Eficiencia que contará con el rechazo seguro de los sindicatos. También, cuentan fuentes del sector aéreo, se trata de un “saneamiento” de la compañía antes de dar entrada al capital privado, si es que esto termina ocurriendo. La deuda acumulada de la empresa estatal se sitúa en 15.000 millones de euros aproximadamente. Un dato que repele al capital privado.  

Fuentes de Aena, no obstante, matizan a Vozpópuli el impacto de estas medidas: "Será un programa de bajas voluntarias en una empresa que, como sabemos, arrastra unos números inviables. Pero esto no tiene nada que ver con el Plan de Eficiencia. Quien no quiera irse, en principio no se irá. Aplicaremos criterios de voluntariedad para gestionar las bajas". 

En octubre de 2011, el Ministerio de Fomento, tutelado por José Blanco, pospuso la privatización de Aena por las “dificultades” de las empresas “para reunir la financiación necesaria en la fecha establecida” en el concurso, que pivotaba en torno a la privatización de la gestión de Barajas (Madrid) y El Prat (Barcelona). Finalmente, el PP, ya con Ana Pastor al frente de Fomento, condicionó en enero la privatización de Aena “a la llegada de tiempos mejores”.  

Pero el PP, que puso el grito en el cielo cuando el PSOE adoptó la decisión, siempre ha dejado entrever la inclinación del Gobierno por favorecer la entrada de sociedades privadas en la red de aeropuertos. En julio, Mariano Rajoy dejó entender esta idea en el Congreso, si bien parece más próxima la liberalización (dejar que entre capital privado pero el Estado mantiene la mayoría accionarial) que la privatización pura y dura. De hecho, uno de los planes que el presidente de Aena, José Manuel Vargas, contempla es que el capital privado entre a finales de 2013. También se habla de “privatizaciones parciales” en el sector aéreo.

El pasado 23 de agosto, 17 aeropuertos y dos helipuertos, todos con menos de 500.000 pasajeros anuales, redujeron su horario laboral, que pasó en total de 2.002 horas a 75 semanales. Fomento persigue así reducir a la mitad las pérdidas. Ahora, Aena se adentra por caminos más peligrosos, siempre y cuando no haya acuerdo entre las partes negociadoras. 

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